EFE / La Voz de Michoacán Roma. Los contagios de coronavirus descendieron ligeramente en Italia, hasta los 17,455 positivos, al igual que la cifra de fallecidos, que fue de 192 muertos, según el último boletín del Ministerio de Sanidad, mientras el comité encargado de gestionar la pandemia recomienda el cierre de las escuelas en las zonas de mayores restricciones y donde se exceda un cierto umbral de incidencia. En total se han contagiado 2,925.265 personas desde que dio comienzo la emergencia sanitaria hace un año. En las últimas 24 horas se registraron 192 fallecidos, respecto a los 280 de ayer y eleva el cómputo total a 97,699 muertos. Desde ayer se han registrado 17,455 nuevos casos de coronavirus, en descenso por segundo día consecutivo respecto a los 18,916 del viernes, tras varios días al alza. Además, aumenta la presión en los hospitales y varios ya han superado el nivel de alerta. De los actuales 422,365 enfermos con la COVID-19, 20,869 están ingresados, 281 más que en la jornada precedente (20.588), y 2.231personas están en la UCI, lo que supone un aumento de 15. Respecto a las vacunaciones, se han inoculado en el país 4,258,271 dosis y 1,396,221 de personas han recibido ya la vacuna completa y se consideran inmunizadas. Así las cosas, el Comité Técnico Científico (CTS), responsable de afrontar la emergencia, ha recomendado al Gobierno cerrar las escuelas de todos los niveles en las "zonas rojas" o con mayores restricciones o si la incidencia es superior a 250 casos por cada 100 mil habitantes. En este momento, las regiones que se encuentran en esa situación Abruzzo (centro), Basilicata (sur) -ambas en "zona roja" y Campania (sur), con una elevada incidencia, en particular en su capital, Nápoles. Otras zonas también estudian adoptar la medida. En zona de riesgo intermedio o "zonas naranjas" se encuentran, además de Campania, Lombardía y Piamonte (norte) y las Marcas (centro) Emilia-Romaña, Liguria, Toscana y las provincias autónomas de Bolzano y Trentino (norte) y Umbría (centro). El resto de regiones, como el Lacio, con Roma como capital, se mantendrán como "zona amarilla" o de bajo riesgo, a excepción de la isla de Cedeña, que ayer se convirtió en la primera región de Italia en quedar libre de restricciones por lo que las únicas medidas que se mantienen son el uso de la mascarilla y la distancia social.