EFE / La Voz de Michoacán Washington.- Hace ocho décadas, en plena Segunda Guerra Mundial, el presidente estadounidense, Franklin D. Roosevelt, pronunciaba el discurso de inauguración de la Galería Nacional de Arte, a la que calificaba de "regalo a la nación" que permitiría ver en Washington de manera permanente obras maestras de la historia de la pintura universal. Entre ellas, varias obras de Rafael, Rembrandt, Velázquez, Botticelli y el único Leonardo da Vinci entonces en Estados Unidos. Todo ello gracias a la donación de Andrew Mellon, uno de los hombres más ricos de EE.UU y exsecretario del Tesoro (1921-1932), cuya fortuna abarcó desde bancos, petroleras o empresas de aluminio, que murió en 1937, pocos años antes de que se cumpliese su sueño de ver la Galería Nacional de Arte. "Aceptar este trabajo hoy es remarcar el propósito del pueblo de EE.UU - que la libertad del espíritu y la mente humana que ha producido el arte más hermoso del mundo (...) no sea completamente destruido", dijo Roosevelt en la ceremonia el 17 de marzo de 1941. UN DONANTE DISCRETO Sobre Mellon, el mandatario remarcó que el donante había "combinado la riqueza de su regalo con la modestia de su espíritu, estipulando que la galería no se conociese por su nombre, sino por el de la nación". Un día después, el 18 de marzo de 1941, la pinacoteca abría sus puertas al público. Solo ha habido dos épocas en las que sus operaciones diarias se han visto alteradas: en 1942 estuvo parcialmente cerrada, y se trasladaron a Carolina del Norte parte de sus obras más apreciadas para su protección durante la guerra; y en 2020, y en lo que llevamos 2021, debido a la pandemia del coronavirus. Desde su nacimiento se ha convertido en el segundo museo más visitado de Estados Unidos, solo por detrás del Metropolitano de Nueva York. "80 años es mucho tiempo, pero no es como el Prado u otras grandes instituciones europeas. El logro es el servicio público", afirmó la directora del museo, Kaywin Feldman. "Cuando abrimos en 1941, en apenas unos meses teníamos un millón de visitantes -agregó- Y teníamos muy pocas obras de arte. La colección inicial eran apenas 150 obras, no más. Y aquí estamos muchos años después con cuatro o cinco millones de visitantes al año". Ahora la colección, señaló, es de más 150.000 obras. EL RETO, REFLEJAR LOS NUEVOS EUA Asimismo, Feldman apuntó como el gran desafío actual de la institución adaptarse a la cambiante realidad social y cultural de Estados Unidos. La cuestión ahora es ver qué significa ser de la nación y para toda la gente en un momento en que EE.UU. se está transformando de manera tan importante. Ya el 40% de la población es gente de color -afroamericanos, latinos, asiáticos", advirtió. En este sentido, Feldman remarcó que, aunque persiste "la idea de EE.UU. como una colonia de Europa, está muy centrada en Europa", porque lo cierto es que estos son unos "nuevos EE.UU." "El museo fue fundado como una institución europea. Y pese a que tenemos una colección de arte estadounidense, el corazón es Europa, y estamos orgullosos de ello. No obstante, queremos abrazar el espectro más amplio de lo que EE.UU. son ahora", sostuvo de cara al futuro. EL VIRUS Y EL ARTE Lamentablemente, el museo no podrá celebrar por todo lo alto su 80 cumpleaños debido a la pandemia del coronavirus. En julio del año pasado reabrió sus puertas, pero tuvo que volver a cerrar el pasado 21 de noviembre debido al repunte de contagios en el área metropolitana de Washington. Feldman subrayó que la galería ha desarrollado "un robusto esfuerzo" de producción digital para llevar el museo a los hogares, pero reconoció que "no es la misma experiencia" que contemplar a Caravaggio o Cézanne en directo. "Ahora mismo tenemos abierto el jardín de esculturas, y esperamos reabrir en los próximos dos meses", concluyó esperanzada.