Se desploma hasta 50% la producción en más de 30 granjas acuícolas de la región de Uruapan

La falta de apoyos gubernamentales, la inseguridad y la crisis económica generada por la COVID-19 han impactado a los piscicultores.

Foto: Rogelio Arellano, La Voz de Michoacán.

Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán

Uruapan, Michoacán. Entre un 40 y 50 por ciento se ha desplomado la producción en las más de 30 granjas acuícolas de esta región del estado, ello por efecto de cancelación de apoyos oficiales, inseguridad y la crisis económica generada por efecto de la pandemia de coronavirus.

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El plan anual de producir para esta temporada de cuaresma, al menos 50 toneladas de carne de trucha arcoíris y tilapia, principalmente, no se cumple desde 2019 en que iniciaron los recortes presupuestales.

Foto: Rogelio Arellano, La Voz de Michoacán.

También se ha recrudecido la inseguridad acompañada de una permanente cuesta de crisis económica por la emergencia sanitaria. “No han sido los mejores escenarios para los 37 granjeros”, dijo Patricia Jasso Solís, delegada regional de la Comisión de Pesca del Gobierno del Estado.

Incluso, abundó, dos de estos granjeros que se desarrollaban en la zona de los municipios de Ziracuareterio y Taretan, determinaron cerrar sus unidades de producción de tilapia ante la baja producción, menos demanda y el entorno de inseguridad.

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Recordó que los principales apoyos para estos productores se referían a la asesoría técnica y el acompañamiento de proyectos por la entonces Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa) a través del programa Concurrencia con las Entidades Federativas.

Destacó que ahora con la nueva secretaría conocida como Sader, este esquema de apoyos se canceló, sobre todo en lo referente a paquetes tecnológicos agrícolas, pecuarios, de pesca y acuícolas.

Dicen que los apoyos ya son directos al productor, pero, por ejemplo, en el 2020 y este 2021, no fluyeron para la compra de alevines (crías) de tilapia y de esta forma garantizar las producciones para las temporadas de cuaresma”.

Patricia Jasso Solís, delegada regional de la Comisión de Pesca

Estos factores, en conjunto han provocado que para esta temporada de cuaresma 2021 no se estén produciendo ni 30 toneladas, principalmente de tilapia y trucha arcoíris en las granjas de Uruapan, Nuevo San Juan, Tancítaro, Tingambato, Taretan, Ziracuaretiro y Nuevo Urecho, entre otros municipios aledaños.

Otro efecto de esta crisis se observa en que durante esta temporada de cuaresma tampoco se establecieron centros de venta a bajo costo en Uruapan. “No hay producción remanente para este fin”, puntualizó la entrevistada.

Esta reducción en la actividad piscícola, incluye la desarticulación o desfase en los tiempos de siembra y cosecha pues es un hecho que para esta cuaresma la producción de bagre será muy baja y posiblemente hasta finales de abril se tenga mayor producción, pero con poca demanda.

Foto: Rogelio Arellano, La Voz de Michoacán.

En el 2020, sostuvo, la producción fue de poca más de 30 toneladas. “Ahora este año con dificultas se llegará a las 25 o 30. Algunos no van ni a la mitad del proceso de producción, por ende, esta cuaresma nuevamente no les será favorable”, añadió.

Dijo que a partir de la próxima semana iniciará un recorrido por esta franja estatal de piscicultores para elaborar una nueva radiografía del estado que guardan, lo que incluirá evaluar la condición o desarrollo de proyectos que hasta hace tres años eran innovadores como la producción de pescado blanco en granjas de Tancítaro.

Esta realidad de menor producción también ha generado que sea un alimento para sectores de población con mayor poder adquisitivo pues los costos son elevados. “No esta tan barato. Un kilo de filete de mojarra o tilapia para dorar está entre 250 y 260 pesos, mientras que un kilo de trucha se vende entre 100 y 130 pesos”.


La contracción de producción y mercado para los piscicultores, es una realidad que se ha agudizado. “El año pasado con lo último que se apoyó a algunos productores fue con la entrega de crías, desde entonces todo ha dejado de fluir”.

Por lo anterior, también las dinámicas de darle valor agregado a la producción con servicio de restaurantes en las propias granjas, se ha desplomado. “Solamente las granjas más cercanas a zonas urbanas están luchando para reactivar sus cocinas, el resto las cerraron”, dijo.

Cabe mencionar que este desajuste en los planes de trabajo de las granjas, abarcó la unidad de producción que maneja el parque nacional “Barranca del Cupatitzio” pues por efecto de la pandemia se suspendió la venta de trucha arcoíris y apenas el pasado fin de semana se reactivó la comercialización.