Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Incendios forestales se focalizan entre los límites de ciudades y zonas agrícolas del estado de Michoacán; las actividades humanas siguen sumando a la condición de pérdida de superficie boscosa de las principales zonas urbanas y de alto valor de producción agrícola de la entidad. En voz de Gustavo Sánchez Valle, titular de la Comisión Forestal de Michoacán (COFOM), hasta un 96 por ciento de las conflagraciones que se han atendido en los últimos años, coinciden en términos de ubicaciones con plantaciones agrícolas o con desarrollos urbanos. Frente a medios locales de comunicación, el funcionario explicó que apenas 4 por ciento de la superficie consumida en este 2021 obedece a arbolado adulto de otras regiones del estado, mientras que la gran mayoría obedece a la presencia del hombre como principal factor de generación de los fuegos. El ejemplo más claro es Morelia, punto en donde año con año se han concentrado la mayor cantidad de incendios forestales. En lo que va de este 2021, el Cerro del Quinceo, Punhuato, Loma de Santa María, Jesús del Monte y reservas forestales aledañas ya han sufrido las consecuencias de rodear a la zona urbana. Al interior del estado la situación no es distinta, el desarrollo de actividades agricultoras también ha impactado en gran medida a los bosques. Las llamadas “quemas controladas” como actividades en cultivos de todas las regiones, han derivado en cientos de incendios que a su vez impactaron a los ecosistemas locales. Para el primer día de abril, los indicadores de incendio de la Comisión Forestal del Estado revelan un incremento de hasta 600 por ciento en la superficie afectada respecto al año pasado. A pesar de que el 2020 fue un año con record en cifras de daños, se espera que incluso este 2021 supere en gran medida dichos indicadores. Cada vez los incendios se presentan en la interface entre lo que son las áreas agropecuarias y el bosque. Por ejemplo, de las 3 mil hectáreas que llevamos afectadas este año, solo el 4 por ciento son superficies arboladas y digamos con árboles adultos, y la mayor parte se desarrolla en las áreas que son las fronteras entre lo agropecuario y lo forestal y la frontera entre lo urbano y lo forestal. Se da en el municipio de Morelia”. Gustavo Sánchez Valle, titular de la Comisión Forestal de Michoacán A pesar de los efectos provocados por desarrolladores y agricultores en las cada vez más golpeadas reservas forestales del estado, hasta le fecha no se ha dado a conocer a la opinión pública algún caso de remediación ambiental u operación del daño a los ecosistemas. Los incendios siguen siendo una de las principales herramientas para los especuladores y desarrolladores que, con intenciones de cambio de uso de suelo, terminan por deforestar con fuego para posteriormente instalar huertas de distintos tipos de cultivo o instalar incuso algún tipo de fraccionamiento. Foto: Especial. “Morelia es el principal lugar donde se están suscitando incendios en esta témpora y entonces todas estas tendencias nos hablan de que tenemos que tener una atención especial en el fenómeno de los incendios forestales en estos puntos”, explicó. EN REVISIÓN, SOLICITUD DE CONSEJO CONSULTIVO Luego de que el Consejo Consultivo de Cambio Climático de Michoacán advirtió que hasta 18 millones de plantas requieren de acciones de emergencia para poder sobrevivir a la que es considerada una de las temporadas de estiaje más complejas de la historia reciente a nivel nacional, autoridades estatales evalúan la información de alerta de los especialistas. Cuestionado sobre la situación, el titular de la COFOM reconoció que será una vez que se inicien con los proyectos de reforestación de este 2021 en que se tomarán decisiones respecto a cómo proteger a las zonas de reforestación. Como parte de las medidas que propuso el Consejo Consultivo de Cambio Climático al estado e Michoacán, se destaca que en un hecho sin precedentes; se tendría que recurrir a los riegos de emergencia en las distintas regiones para evitar que se mueran los pinos y árboles de reforestación a los que ya se les dedicó esfuerzo humano y económico el año pasado. En promedio, se tendría destinar al menos medio litro de agua a cada plántula de reforestación por cada dos semanas, por lo que se estaría hablando de hasta 20 millones de litros de agua al mes para mantener con vida a los resultados de las reforestaciones de años pasados.