Inversión en fondos cotizados: el escudo contra la inflación

Cuando la inflación del país es galopante, donde los precios incrementan las tasas de dos o tres dígitos anualmente, es necesario tomar acciones.

Foto: Cortesía.

Redacción / La Voz de Michoacán 

La inflación es un incremento generalizado en los costos de los bienes y servicios existentes en los mercados de un país. Generalmente, este aumento sostenido puede prevalecer durante un año o más. Para muchos, la inflación es un dolor de cabeza, porque, a medida que los precios suben en el mercado, el poder adquisitivo de los ciudadanos disminuye. 

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Sin embargo, este fenómeno es fundamental para la economía. Los bancos centrales invierten esfuerzos para que en su país haya algo de inflación moderada, usualmente de entre el 2% y 3%. De no haberla, entonces surgiría la deflación. Si bien los precios bajan, también se retrasa el consumo, al igual que se estanca el crecimiento económico. Incluso puede crear o agudizar recesiones. 

En cambio, cuando la inflación del país es galopante, donde los precios incrementan las tasas de dos o tres dígitos anualmente, es necesario tomar acciones. Hoy en día, la mayoría de los inversores profesionales recurren a la inversión en fondos cotizados (ETF) para reducir el impacto de la inflación en sus ingresos.

A pesar de que el mercado bursátil también sufrió el impacto del COVID-19, no se derrumbó por completo. De hecho, las bolsas de valores llegaron a niveles récord en 2020. Influyó el entusiasmo excesivo, además de la gran cantidad de dinero que generaron los bancos centrales para reactivar las economías de sus países. 

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Según una investigación hecha por el Fondo Monetario Internacional (FMI), los préstamos fiscales podrían contribuir a un aumento de la inflación en los meses venideros. 

Por ello, es el momento perfecto para invertir en los fondos cotizados. Son más accesibles que los fondos de inversión tradicionales, pues tienen un menor coste al no aplicarles las comisiones de suscripción y reembolso. En este artículo, te recomendamos las opciones de ETF que podrían ayudarte a proteger tu cartera de la inflación:

ETF de dividendos

Buena parte de los ETF, especialmente aquellos que invierten en acciones, redistribuyen cualquier dividendo que se paga de sus inversiones de forma proporcional trimestralmente o dos veces al año. Si percibe ingresos de varias acciones que pagan dividendos, sus distribuciones a los accionistas serán más fiables.

Un ejemplo es Dynamic iShares Active Global Dividend ETF. Es propiedad de BlackRock y tiene como objetivo ofrecer un crecimiento de capital a largo plazo mediante la inversión en una cartera de acciones que pagan dividendos. 

Más del 70% de sus holdings están ubicados en los Estados Unidos. En la lista destacan Microsoft y Mastercard. También este ETF ha generado una rentabilidad de más de un 39% en los últimos 12 meses.

ETF de tecnología

Las acciones de tecnología son unas de las más demandadas a nivel global. Las empresas más valiosas en el mundo pertenecen a este sector, como Amazon y Facebook. Igualmente, las demás compañías confían en que la tecnología impulsará sus negocios hacia la modernización.

iShares Global Tech ETF se encarga de monitorizar el rendimiento de un grupo de acciones globales involucradas en electrónica, hardware y software informático y otras empresas de IT. Ha generado una rentabilidad del 47,6% en el último año. Además, entre sus holdings están Samsung y Apple. 

ETF de oro

El oro es la alternativa de los inversores cuando la incertidumbre acecha los mercados. A mayor volatilidad, mayor demanda del metal precioso. También es un refugio en los períodos de inflación alta, pues, a diferencia de las monedas, su valor no disminuye con el alza de los precios.

SPDR Gold Shares es el ETF respaldado físicamente por el oro más grande del mundo. Replica el precio de los lingotes de oro, pero estos son difíciles de predecir y pueden ser volátiles en determinados contextos. En 2020, le generó a sus inversores una rentabilidad del 31%.

Además de las que mencionamos, existe una amplia variedad de ETF diferentes. Cada una de ellas se adapta al inversor, indiferentemente de la forma de inversión de su preferencia. De igual modo, pueden comprarse y venderse sencilla y rápidamente en los horarios de negociación de los principales mercados.

Gracias a su diversidad, el acceso a mercados en todo el mundo, su gran liquidez y la flexibilidad que ofrece para las operaciones, la inversión en fondos cotizados es una buena alternativa para decirle adiós a las preocupaciones que trae consigo la inflación.