Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Una de las curiosidades que más pueden llamar la atención de centro histórico de Morelia es caminar por la calle Virrey de Mendoza y acercarse a lo que parece ser una iglesia con una cruz por arriba de su fachada; sin embargo, dentro hay cajeros y aparatos electrónicos, es una ahora una tienda departamental que queda como un vestigio de la presencia de la Orden de los Juaninos y del antiguo Hospital Real de Nombre de Jesús. “Los habitantes de la ciudad de Morelia (que en aquellos lejanos tiempos se llamaba Guayangareo), escribían el 25 de noviembre de 1549 una carta al emperador Don Carlos, suplicando les concediese todo lo que era necesario para su subsistencia y progreso. Entre las cosas que se pedían, estaba la fundación de un hospital sostenido por la corona”. “La razón en que asentaban su petición, era el hecho de que, como Guayangareo estaba situado en el camino entre Jalisco, Colima y Zacatula, era un lugar de tránsito, por lo que había siempre muchos enfermos que no tenían casas en donde curarse. Los vecinos de la ciudad eran pobres y no tenían con qué ayudarlos”, rememora Josefina Muriel en el libro “Hospitales de la Nueva España” publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México. La petición de los habitantes del valle se hizo realidad alrededor del año 1580, creando los cimientos de una gran historia que se atesora en Morelia como una ciudad de hospitales. En el marco de la apertura de la nueva Ciudad Salud de Morelia, el director del Hospital General “Doctor Miguel Silva”, Raúl Leal Cantú, recordó que “La fundación del ahora se remonta al año de 1580, gracias al esfuerzo del obispo Fray Juan de Medina Rincón que entonces lo llamó “El Hospital Real de Nombre de Jesús” y a partir de entonces sufrió varias denominaciones: Hospital de San José, Hospital de San Juan de Dios, incluso quedan algunos vestigios en el centro de la ciudad de esos hospitales”. En sus primeros años, el hospital estuvo establecido en lo que actualmente es el Hotel Casino en los portales del centro histórico de Morelia. Su primer cambio se dio a finales del siglo XVII, con la edificación del nuevo edificio que sería cedido para este fin y que actualmente alberga al Hotel “Los Juaninos”. “En el año de 1694, el ilustrísimo señor Ortega y Montañez, teniendo ya concluido el hermoso palacio que para sí había mandado edificar, decidió emplearlo como hospital de pobres, haciendo cesión de él a Don Carlos II. El rey lo admitió, mandando se entregara al cuidado de los hermanos Juaninos”. “Sin embargo, la cosa no se realizó de inmediato, porque al ser trasladado el señor Ortega y Montañez al arzobispado de México y nombrado nuevo obispo de Michoacán el ilustrísimo señor Escalante y Colombres, surgieron ciertas dificultades. Pero los Juaninos, apoyados por el Metropolitano, insistieron ante la corona y consiguieron que en cumplimiento de la real cédula de Felipe V, fechada en Barcelona en 1702, se les entregase el hospital”, recuerda Josefina Muriel. Un nuevo siglo y la disolución de los hermanos Juaninos abrió una nueva época para la práctica médica en Morelia. “En 1820 la orden de los Juaninos fue disuelta por orden del rey, y desde entonces hasta 1858 el Hospital estuvo bajo la tutela del Cabildo Eclesiástico de la ciudad. El primero de mayo de 1830, en lo que actualmente es el Hotel Juaninos, se dio la primera cátedra de medicina científica en el estado, por el Dr. Juan Manuel González Urueña, en la fachada del edificio hay una placa conmemorativa de este hecho”, detalla el historiador Ricardo Espejel Cruz. A través de la secularización eclesiástica, fue que se dejó de considerar como un hospital “religioso” y obtuvo la denominación de civil. “Estuvo bajo el patrocinio real de hospicio del Cabildo Eclesiástico hasta el 24 de noviembre de 1858, en el que el gobernador Don Epitacio Huerta decretó la primera secularización del Hospital de San Juan de Dios bajo el amparo del gobierno del estado y bajo la vigilancia de la beneficencia pública. Para ese entonces se llamaba Hospital Civil, como hasta ahora lo conocemos”, concluye Leal Cantú. Este edificio sentó las bases de lo que hoy es una ciudad de hospitales, pues Morelia actualmente cuenta con el Hospital Infantil y el Hospital General de la Ciudad Salud, así como las unidades regionales del IMSS y del ISSSTE, además de diversas torres médicas privadas que se distinguen como las mejores del estado; en conjunto se reciben a personas de toda la región que, como ocurría hace más de 500 años, buscan recuperar su salud en esta ciudad.