Información en desarrollo Redacción / La Voz de Michoacán Aguililla, Michoacán. Poco antes de las 11:00 horas, Franco Coppola, nuncio apostólico en México, arribó a la tierra azotada por el narcotráfico, Aguililla. El embajador del papa Francisco fue recibido con música y decenas de pobladores con ropa blanca y globos del mismo color, como signo de paz. Saludó por unos minutos a la gente y luego se dirigió en procesión hasta la cancha de básquet, aledaña al templo parroquial, donde a las 12:00 horas celebrará la misa por la pacificación de esta zona asolada por Cárteles Unidos y el Cártel Jalisco Nueva Generación. En el trayecto, desde sus casas y negocios los habitantes saludaron al prelado desde sus puertas, y en aquellos inmuebles con impactos de bala se detuvo y bendijo. En estos momentos, el nuncio apostólico se reúne con un grupo de habitantes procedentes de varias comunidades, en donde de propia voz le comparten los momentos de crisis que se han vivido durante las últimas semanas. Acompañado por el obispo de Apatzingán, Cristóbal Ascencio García, escucha a los habitantes en privado en donde le dan testimonio del “sufrimiento” que han vivido por la cruenta lucha que disputan grupos delincuenciales. Inseguridad, insostenible, denuncia sacerdote Por su parte, sacerdote José Luis Segura afirma que la inseguridad en Aguililla ya es insostenible. Denunció que los operativos policiales son solo apariencia. Confesó que la visita del nuncio apostólico sólo servirá para que los pobladores de Aguililla que huyen de la inseguridad lo puedan hacer puesto que se han abierto las puertas para este lugar. Exigió al gobernador Silviano Aureoles que cumpla con su palabra de velar por la seguridad de los habitantes. Sin entrar en detalles, dijo que Aguililla es disputado por dos grupos delincuenciales “unos de Jalisco y otros de Michoacán”. Comentó que lo que se espera es que la fe mueva conciencias y haga lo que no pueden hacer los cuerpos policiales y convocó a un despertar de la sociedad. Descartó el surgimiento de grupos de autodefensa pues, a su juicio, sólo son personas a las que se les ponen camisetas blancas y son impulsadas por los grupos criminales.