EFE / La Voz de Michoacán Chicago (IL). Activistas y grupos defensores de los derechos de los inmigrantes reclamaron este miércoles al presidente Joe Biden que se permita el regreso al país de decenas de personas “deportadas injustamente” por administraciones anteriores. La propuesta está contenida en un documento elaborado por el Centro Nacional de Justicia para los Inmigrantes (NIJC) titulado "Una oportunidad de volver a casa: una hoja de ruta para traer a casa a los injustamente deportados". El documento propone la creación de una oficina centralizada del Departamento de Seguridad Nacional para considerar las solicitudes de personas deportadas que buscan reunirse con sus seres queridos y comunidades en Estados Unidos. El proceso de revisión operaría por separado del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y ayudaría a reparar “las injusticias de un sistema de inmigración que se ha vuelto demasiado dependiente de la aplicación punitiva y la deportación”. La propuesta se basa en mecanismos similares que ya se utilizan en el sistema judicial penal para reparar las condenas erróneas. Según el NIJC, que es secundado en su reclamo por otras organizaciones como la Alianza de Inmigrantes de Ohio y la Escuela de Leyes de la Universidad de Nueva York, la transición a una nueva Administración presidencial ofrece la oportunidad de “reinventar un sistema de inmigración que sea justo y humano, apoye la unidad familiar y comunidades fuertes, y aborde los efectos de décadas de discriminación gubernamental contra las comunidades migrantes”. Esta transformación requiere reparación por daños pasados, incluida una vía de alivio para aquellos a quienes el Gobierno deportó injustamente de Estados Unidos, en particular durante la Administración de Donald Trump, cuando las remociones se basaron en antecedentes penales por delitos menores. El documento ofrece recomendaciones para que la Administración Biden establezca “una oportunidad significativa de regreso a casa para las personas que se han visto obligadas a dejar atrás a sus familias, hogares y negocios debido a las injustas leyes y políticas de inmigración de EE. UU”. Señala que el alcance y la severidad de la aplicación de la ley de inmigración durante décadas han dejado varados en el extranjero a muchos miembros de la comunidad que enfrentan la perspectiva de una separación permanente de sus familias en Estados Unidos. Igualmente, aborda el problema de los niños que crecen sin sus padres, las madres solteras y los padres que luchan por hacer frente a la pérdida de un compañero de vida, y las comunidades a las que se les ha robado un líder religioso o activista querido, por las deportaciones. Señala que entre 2011 y 2013, el periodo más reciente del que hay datos disponibles, medio millón de niños nacidos en Estados Unidos experimentaron la aprehensión, detención y deportación de al menos uno de los padres. Solamente en los primeros seis meses de 2011, el Gobierno removió del país a más de 46.000 madres y padres de niños estadounidenses.