Muchos niños un día están y al otro ya no: festejan a pequeños migrantes que huyen de la violencia en sus países

Decenas de menores fueron festejados en Tapachula, Chiapas, en la frontera con Guatemala; madres narran lo que tienen que pasar para tener una vida mejor.

Foto: EFE.

EFE / La Voz de Michoacán

Ciudad de México- Un grupo de niños migrantes de El Salvador y Honduras, que llegaron a México acompañados por sus madres tras huir de la violencia e inseguridad que azotan a sus países, festejaron este jueves el Día del Niño, en la ciudad mexicana de Tapachulca, frontera con Guatemala.

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La Fundación Chiapaneca de mujeres migrantes (Chimumi) en el estado de Chiapas, sureste del país, se encargó de organizar la celebración que en México se lleva a cabo el 30 de abril.

Al interior de la antigua estación de Petróleos Mexicanos, donde se brinda asistencia a migrantes a través del programa emergencia social, se instaló una carpa y se colocaron sillas y mesas donde se llevó a cabo el festejo que presenciaron decenas de menores.

Fabiola Díaz, presidenta de la fundación en Tapachula, explicó que se celebró este 29 de abril, un día antes del Día del Niño porque esta población “es flotante” y muchos niños un día están y al otro ya no.

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Recordó que en su trayecto los niños enfrentan distintas problemáticas, hambre y falta de techo y ropa, necesidades primarias que no logran cubrir fácilmente.

“Es un proceso de adaptación, el niño se integra más rápido que los adultos a nuevo lugar, pero están en otra cultura y es diferente como celebran el Día del Niño en sus países”, dijo la activista.

El festejo tuvo como objetivo hacer que “los menores migrantes estén contentos aunque sea por un momento” y que sientan que a las personas de México “les importan”.

Durante un espectáculo de poco más de una hora, los niños y niñas disfrutaron de un evento con payasos, quienes realizaron juegos, dinámicas, actos de magia y concursos.

Como fin de fiesta, los menores recibieron dulces y un refrigerio.

Pero, además de la diversión para los menores, Días dijo que se envió un mensaje de hermandad.

A la ciudad de Tapachula, punto clave en la frontera entre México y Guatemala, en los últimos meses cientos de menores acompañados y no acompañados, deambula la ciudad en busca un moneda para su sustento o para continuar su viaje.

Ante este escenario, la activista dijo es necesario preservar los derechos de los menores.

“En Tapachula nosotros vemos una realidad, los menores no tienen techo, comida, ropa y andan vagando y sus padres salen a las calles a pedir dinero para darles de comer”, dijo Díaz.

Recordó que desde la llegada de las caravanas en el 2018, de acuerdo con la UNICEF se estima que a México han llegado entre 10,000 y 13,000 menores entre 5 y 10 años que están en situación de calle y la mayoría son originario de Honduras, El Salvador, Guatemala y Haití.

TESTIMONIOS

Iris Peñate, una migrante de El Salvador que lleva cinco meses en Tapachula y que llegó acompañada de su hijo, relató que durante su viaje sufrió robos, maltratos y violaciones, pero este tipo de eventos ayuda a olvidar esos malos momentos.

La mujer dijo que “aventurarse a migrar es riesgoso” y teme que durante su viaje, le pase algo a su hijo o se lo arrebaten.

“Mi hijo se ha divertido y se ha olvidado de tantos problemas”, comentó la migrante.

En tanto, Lorena Flores, originaria de Honduras y quien tiene un mes estacionada en Tapachula, contó que llegó acompañada de sus dos hijas y se ha alojado en el albergue donde no aguantan el estrés por el calor.

“Muchos niños se enferman, una de mis niñas se me enfermó de las amígdalas y para mí es muy difícil, pero confió en que Dios ayudará a todas las personas del albergue”, apuntó.

Dijo que durante su viaje sobrevivieron comiendo pan y agua, sin sufrir malos tratos, y sus hijas le han dicho que sigan su camino, hacia Estados Unidos, pero ella dice que estar en México le garantiza la seguridad de sus hijas.

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