Por delitos y abusos, el 30 de abril no para todos es un feliz Día del Niño en México

Jorge Ávila / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Cada día en México, 9 menores de entre 0 y 17 años de edad se reportan como desaparecidas en lo que ha transcurrido del año 2021. Desde que se tiene registro, 73 mil 884 niñas, niños y adolescentes han sido reportados, y hasta el 16 de abril de 2021 siguen desaparecidos 14 mil 698 menores en total. Pero el problema no para ahí, ya que en México, 6 de cada 10 abusos sexuales contra menores se cometen en el hogar por familiares o personas conocidas, y de las víctimas, el 75 por ciento son mujeres, lo que hace que México ocupe el primer lugar en abuso sexual infantil, de acuerdo con estadísticas de la OCDE.

En el tema de las desapariciones, según datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), hasta ahora, la mayoría de las autoridades siguen exigiendo a las familias esperar entre 24 y 48 horas para iniciar las búsquedas, lo que va en contra de la integridad de la niñez desaparecida. Además, la Red denuncia que en muchos casos, la emisión de la Alerta Amber es discrecional y desordenada por parte de las fiscalías de los estados.

No todos son felices: Nantzin Zacatecas

A propósito de este 30 de abril, Karla Zapata, directora de la colectiva de madres feministas Nantzin Zacatecas, que lucha por los derechos de niños, niñas, mujeres y adolescentes en situaciones vulnerables, lamentó que en México, no todos los niños y niñas viven su infancia de forma plena, en un entrono seguro y feliz, y para ello recoge datos de la REDIM, que indican que en este país, en promedio 9 menores de edad de 0 a 17 años de edad son reportadas como desaparecidos en lo que va de 2021. Ante ello, distintos colectivos y asociaciones civiles promueven que las autoridades aprueben el Protocolo Adicional para la Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes, que permitiría prevenir y atender esta problemática.

Pero el problema empieza desde el entorno familiar, donde los castigos corporales como parte de la crianza y la educación, y que en muchas familias se tienen normalizados, puede dar pie a formas más graves de violencia en contra de la infancia, sin soslayar el abuso sexual, la desaparición, el homicidio o el feminicidio. En este perimo, que es de los delitos más graves, según la REDIM, en los últimos años se ha incrementado en 13.5 por ciento, lo que quiere decir que uno de cada 10 feminicidios que se comete en México tiene como víctima a una niña o adolescente.

Ante ello, Karla Zapata señaló en entrevista con La Jornada que “no podemos ser indiferentes ante las múltiples y constantes violaciones a los derechos humanos de este sector, no podemos permitir que todos los días desaparezcan, violen, torturen y asesinen a las niñas, los niños y los adolescentes en este país lleno de total impunidad”.

Menores desaparecidos: 14 mil 698 casos

El 15 de abril de este año sesionó por primera vez el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, en una reunión presidida por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. En ese marco, se aprobó por mayoría el Protocolo Adicional para la Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes, como un instrumento cuya finalidad es atender la grave problemática de la niñez desaparecida, que hasta mediados de este mes representaba 14 mil 698 casos. La idea de este protocolo adicional es visibilizar un tema que aún no es prioritario en las agendas políticas y presupuestarias.

En ese marco, la REDIM ha urgido a que este o protocolo se implemente desde ya, en un marco de coordinación interinstitucional y entre los diferentes ámbitos de gobierno, priorizando el derecho de los menores de edad a, en caso de desaparición, ser buscados sin dilaciones, ya que en distintos estados del país, las autoridades exigen a los familiares esperar de 24 a 48 horas para emprender la búsqueda.

Y es que, como ya se señaló, a diario 9 menores de edad se reportan como desaparecidos, y esa ha sido la media nacional durante 2021. Además, desde que se tiene registro, 73 mil 884 niñas, niños y adolescentes han sido reportados desaparecidos y uno de cada 5 (14 mil 698 en total) seguían como no localizados hasta el corte del 16 de abril de este año, fecha hasta la que un total de 640 menores de edad que estaban desaparecidos habían sido encontrados sin vida.

Pero eso no es todo, ya que el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) tampoco facilita información sobre el estado en que estaban las personas menores de edad que fueron halladas con vida, y se presume que algunas de éstas pudieron haber sufrido diversas formas de violencia.

Por si fuera poco, el 70 por ciento de los menores registrados como desaparecidos hasta el 16 de abril eran mujeres: 50 mil 328 de 73 mil 884 personas. Hasta ese corte, la mayoría de los menores desaparecidos hallados sin vida fueron varones: 450 hombres y 189 mujeres.

La REDIM denuncia que aunque en México se cuenta con la Alerta Amber parta la búsqueda de personas desaparecidas, en muchas fiscalías estatales (no especifica cuáles) se usa de forma discrecional, como reconoció la propia Olga Sánchez Cordero, titular de la Segob.

Niños víctimas de abuso sexual

El abuso sexual contra menores de edad es un flagelo que no se ha logrado erradicar, ya que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México está en el vergonzoso primer lugar a nivel mundial en abuso sexual infantil, con 5.4 millones de casos al año, y se destacan otras cifras que ponen de manifiesto la gravedad de este delito, que se incrementó durante el confinamiento obligado por la pandemia de COVID-19.

Según la organización Aldeas Infantiles SOS México, el confinamiento por la pandemia de COVID-19 ha incrementado diferentes tipos de violencia, destacando los casos de abuso sexual infantil, abandono, golpes, homicidio y secuestro durante la pandemia.

Por otro lado, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) alerta que los feminicidios infantiles han crecido 13 por ciento en los últimos dos años. Estos datos se desprenden de distintas estadísticas, por ejemplo, el que durante la pandemia se multiplicaron las llamadas de emergencia por incidentes contra mujeres, niñas y niños, como abuso sexual, acoso sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar.

Además, en el primer trimestre de 2021, la Red Nacional de Refugios (RNR) brindó atención y protección a 10 mil 208 mujeres, niñas y niños, lo que significa un incremento de 35 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. Asimismo, entre los meses enero y febrero de este año hubo un incremento de 69 por ciento en las llamadas de auxilio a las líneas de atención y orientación con relación al año pasado.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2019, en México, una de cada 4 niñas y uno de cada 6 niños sufre violación antes de cumplir la mayoría de edad, lo que en México equivaldría a 5 millones de menores. Así, de acuerdo con los mismos datos, la tasa de violación de niñas y niños en México es de mil 764 por cada 100 mil, y la de tocamientos no deseados, 5 mil por cada 100 mil habitantes.

El reporte de la Secretaría de Gobernación que señala que más del 60 por ciento de los casos ha ocurrido en el hogar con familiares o personas de confianza o cuidadores a niños de entre 6 y 12 años.

El 75 por ciento de los infantes que sufren abuso son mujeres. El promedio de edad de los niños y niñas, la primera vez que sufren abuso, es de 8 años y medio.

Sin denuncias, impunidad

Aldeas Infantiles ha reportado que de cada mil casos de abuso sexual a menores de edad, solamente se denuncian 100. De éstos, únicamente 10 van a juicio y después sólo un caso llega a una sentencia para el agresor.

Según la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), en promedio, de cada 100 casos de agresiones sexuales que se cometen en el país, sólo 6 son denunciadas, y de estas, sólo un tercio llegan a ser consignadas con un juez. Pero también, sólo el 2 por ciento de los casos se conocen en el momento en que se presenta el abuso, y el resto pueden pasar hasta años para que se sepa.

Así, si la impunidad es de 99 por ciento de los casos, la cifra negra, lo que no se denuncia, es aún mayor, puesto que el secreto juega un papel fundamental en el ocultamiento de estos hechos, por vergüenza y miedo, hace que las niñas y niños permanezcan en silencio, según señalan cifras proporcionadas por colectivos como Mujeres Puerto Vallarta y el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem), en Jalisco.

Aunque no se tienen datos exactos, hasta antes de la pandemia, entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) México ya ocupaba el primer lugar en abuso sexual infantil, con 5.4 millones de casos al año, y la mayoría queda impune.

Pero el abuso sexual infantil en México se agrava más, porque el 60 por cuento de este tipo de crimen ocurre en el hogar y los agresores son familiares cercanos, como padres, hermanos, tíos, abuelos, padrastros, tíos, según Aldeas Infantiles SOS.

Durante la primera infancia, es decir hasta los 5 años de edad, los agresores suelen ser personas cercanas al niño o la niña: el 30 por ciento son los padrastros, otro 30 por ciento son los abuelos, y el 40 por ciento son tíos, primos, hermanos o cuidadores.

Los niños dicen la verdad

Es por ello que los especialistas y activistas, como son Aldeas Infantiles SOS México, exhortan a los tutores o padres de familia a escuchar y creer en la palabra de los niños, pues está comprobado que cuando los menores de edad denuncian actos sexuales, roces de adultos, tocamientos, entre otros, en más del 93 por ciento de las ocasiones están diciendo la verdad.

Además se advierte que si los niños agredidos no pueden expresar lo que les está ocurriendo, los adultos a cargo de ellos deben estar alertas a cualquier cambio de ánimo, de hábitos y conductas, además de poner atención cuando ya no deseen acercarse a personas con la que antes convivían.

Según la UNICEF y el Instituto de Estudios sobre Sexualidad y Pareja (Inesspa), la mayoría de las personas que se presentan a denunciar un abuso o violación son acosados por las mismas autoridades, tratados como culpables, cuestionados sobre la veracidad de su historia y finalmente dos tercios de los que denuncian desisten de continuar el proceso.

Además existe el prejuicio para quien es atacado sexualmente, incluso si son niños: todo lo que dicen es muchas veces desestimado con frases como “no saben lo que dicen”, porque en ocasiones es muy difícil imaginar para los padres que alguien cercano a la familia haga algo así, aun cuando se ha demostrado que en la mayor parte de los casos es un familiar el que abusa.

Una excelente forma de prevenir que en casa pase algo a los niños es dándoles información sobre sexo, no limitando su curiosidad o convirtiendo el tema en “prohibido”, y eso hará que los niños se sientan más abiertos a hablar sobre lo que les sucede y que no sean sorprendidos por alguien que quiera aprovecharse de su curiosidad.

En el caso de las personas que han tenido episodios de abuso sexual, es importante brindarles terapia psicológica que les ayude a entender lo que pasó, de qué manera se puede abordar y cómo acomodar los sentimientos que envuelven estos episodios para que el menor se desarrolle emocional y psicológicamente de la mejor manera.

Aumento en la incidencia

Como dato estadístico, de diciembre de 2018 a julio de 2020, la Guardia Nacional recibió mil 648 reportes, donde sobresalen delitos como pornografía infantil, acoso sexual, pedofilia, amenazas, difamación y robo de contraseñas.

Por su parte, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Santiago Nieto, reportó que durante la pandemia en México se registró un aumento de 117 por ciento en la actividad de pornografía infantil, así como un aumento en la comercialización o prostitución de niños. Este reporte señala que el incremento se debe al tiempo que los infantes pasan en Internet, compartiendo en ocasiones imágenes personales que son interceptadas por grupos de pederastas que comercializan sus fotografías.

Marco jurídico

En el Senado de la República hay la propuesta de aumentar el castigo por el delito de abuso sexual hasta a 20 años cuando sea cometido por un familiar o por la persona que tiene a la víctima bajo su custodia, guarda, educación o aproveche la confianza en él depositada, y que pierda la patria potestad o la tutela sobre el menor.

Esta pena se aplicaría también cuando el delito sea cometido por quien desempeñe un cargo o empleo público. La iniciativa prevé el pago de la reparación de daños y perjuicios a la víctima.

En el país, 17 Códigos estatales ya contemplan supuestos que incrementan el castigo cuando el delito es cometido por alguna persona que tiene un vínculo familiar o de confianza con la víctima y la pérdida de la patria potestad o tutela sobre el menor, así como la suspensión o inhabilitación del empleo o cargo, mientras sólo uno alude a la reparación del daño y 20 ordenan la destitución de servidores públicos que hayan incurrido en ese delito.