Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Las personas que viven con diabetes y no cuentan con los recursos para ser atendidos en el sector privado, enfrentan una situación de desigualdad en México, pues existen estudios que reflejan que el nivel de control de la enfermedad es menor en el sector público y, si bien hubo un cambio legislativo para separar la atención de los diferentes tipos de diabetes, no se designó un mayor presupuesto para ese fin. La investigadora e internista, Raquel Faradji, hizo referencia a un reciente estudio que refleja que los pacientes de diabetes tienen un menor control de la enfermedad cuando son atendidos en el sector público. De 1 mil 600 pacientes estudiados, se detectó un nivel de hemoglobina de 7.8 por ciento como promedio en el sector privado contra 8.7 en el sistema público. A ello se suma que el monitoreo de carbohidratos se realiza en un 90 por ciento en el sector privado pero solo 31 por ciento en el sistema público. “Vemos que las personas con Diabetes Tipo 1 que reciben atención en el sistema público tienen una probabilidad menor de llegar a metas terapéuticas y un mayor riesgo de desarrollar complicaciones crónicas de diabetes”, concluyó la especialista durante la conferencia “Diabetes Tipo 1. Desafíos y Oportunidades”, realizada por la firma farmacéutica Novo Nordisk. Durante su exposición hizo énfasis en que, para el control de la enfermedad, es importante que los pacientes realicen al menos cuatro revisiones diarias de sus niveles de glucosa mediante el dispositivo que se aplica en la piel. Sin embargo, este servicio no es cubierto en el sistema público. “El monitoreo capilar ni siquiera está considerado en el Seguro Social, por ejemplo”. “En México contamos con todo, lo que necesitamos es el acceso completo al tratamiento de las personas que viven con Diabetes Tipo 1 para que tengan una vida productiva y sin complicaciones. Se aprobó una ley en la cámara de diputados, que es una iniciativa para que se diferencien los distintos tipos de diabetes y se tenga un presupuesto diferente para cada uno y así las personas que viven con Diabetes Tipo 1 puedan vivir con lo que necesitan. Está muy bien que sea un presupuesto independiente, pero desafortunadamente no se aumentó el presupuesto y ahora por lo que tenemos que luchar es por un presupuesto acorde a las necesidades”. Es importante recordar que la diabetes puede generar complicaciones que pueden llevar a amputaciones o daños en la vista. En ese sentido, Raquel Faradji señaló que para el sistema público de salud resulta más costoso invertir en las complicaciones que en el manejo adecuado de los pacientes, a lo cual se suma el factor de que los beneficiarios pueden seguir teniendo una vida productiva. “Lo ideal sería tener un sistema universal de salud que realmente contara con proporcionar lo que es necesario. Es una enfermedad que si se trata bien, el gasto que se hace va a prevenir que haya complicaciones y serán personas productivas a largo plazo. Al país le conviene que un paciente lleve el mejor manejo para prevenir complicaciones a largo plazo. Son muchas más caras las complicaciones que el manejo”. México, retrasado a nivel internacional En cuanto a la prevalencia de Diabetes Tipo 1 en México, la especialista señaló que los últimos datos oficiales apuntan a unos 26 mil pacientes menores de 19 años, pero la cifra total en realidad rondaría entre las 100 y 200 mil personas según sus propios cálculos. Cuestionada sobre cuáles son los pasos que se deben seguir para tener un mejor manejo de la enfermedad en México, Raquel Faradji respondió que se debe seguir el ejemplo de otros países europeos e incluso latinoamericanos, empezando por tener un censo real del número de pacientes y ofrecerles un tratamiento “escalonado” ya que no todos requieren la misma terapia ni tecnología para su atención. “Tal vez tiene que ser una terapia escalonada como se hace en Reino Unido. En Argentina se hace con otra opción: empiezan con lo básico para todos y, si eso no es suficiente, tendríamos que escalonar a las microinfusoras de insulina, o escalonar a los sistemas integrados. Si se puede hacer un tratamiento escalonado no va a salir tan caro al país, pero cada quien recibe lo que necesita”. “Colombia también es un gran ejemplo, que ha ido escalonando el tratamiento. Pero tenemos que partir de que todos tengan lo básico. En Europa han visto que si se hace monitoreo continuo de glucosa, se reducen los ingresos a urgencias. En Bélgica el gobierno paga para que todas las personas que viven con diabetes tengan monitoreo continuo de glucosa y tengan acceso a la terapia”.