Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Hasta 18 por ciento de la población penitenciaria encuestada de Michoacán, casi una quinta parte del muestreo, aspiraba ser sicario desde la infancia, trascendió en el diagnóstico de población privada de la libertad de este año. La narcocultura arraigada, tanto en Michoacán como a nivel nacional, ha cobrado factura para las generaciones actuales. El muestreo analizado incluyó a internos de distintas edades con más de 79 reactivos respecto a la condición socioeconómica, nivel educativo, relaciones sociales, aspiraciones, exposición a la violencia y el consumo de drogas. En voz de autoridades estatales, la complejidad del fenómeno social de violencia y presencia de grupos delincuenciales ha formado estereotipos que son seguidos desde la niñez en todas las regiones. En su momento, fue la ahora extinta Familia Michoacana la que formó este tipo mentalidades aspiracionales, muchas de ellas hoy en prisión. Estos modelos aspiracionales, de ser el personaje con dinero de la población o haber cambiado su estado socioeconómico, junto con otros factores externos, principalmente alentados mediante la música y programas de televisión han alentado y disparado el fenómeno, de acuerdo con diversos especialistas. En este contexto, el mismo estudio reveló tendencias marcadas al consumo de drogas, la falta educación académica y formación en contextos de violencia tanto al interior del hogar, como en el entorno social. En voz de Israel Patrón Reyes, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), hasta el 100 por ciento de las personas privadas de la libertad por delitos de alto impacto no concluyó la educación primaria. Asimismo, la población penitenciaria con estudios de licenciatura está encerrada en su mayoría por realizar agresiones sexuales. La situación de los detenidos es de unión libre y ser soltero. Hay falta de compromiso en la mayoría de ellos. Analizamos la escolaridad y nos hace voltear a ver qué hay una alta correlación en el nivel educativo y los delitos”. Israel Patrón Reyes, secretario de Seguridad Pública de Michoacán “Los que cometieron delitos de delincuencia organizada, el 100 por ciento solo tiene primaria”, agregó el funcionario estatal respecto al estudio penitenciario. El titular de la SSP recordó que la formación de la personalidad en la ciudadanía inicia en la niñez y concluye durante la adolescencia, por lo que insistió en la necesidad de reforzar la prevención del delito en todos los niveles. DETALLAN LA ENCUESTA En este 2021, el rango etario (de edad) promedio en las prisiones estatales es de entre 20 y 40 años, mientras que la mayor parte de los condenados está en el rango de los 31 años. El consumo de drogas también está presente. Aunado a los problemas económicos, se estima que hasta un 49 por ciento de las detenciones fueron por trasiego de narcóticos, casos en donde el uso de los mismos era una constante. A nivel local, se estima que hasta un 80 por ciento de las víctimas de homicidios dolosos en contexto de violencia está relacionado al uso y abuso de drogas. En voz de Patrón Reyes, la droga más consumida en la marihuana, seguido de la cocaína, anfetaminas y el cristal; en general, prácticamente todos los adictos confinados iniciaron su problemática entre los 15 y los 20 años de edad. Entre otro de los aspectos que llamaron a atención es que el 97 por ciento de la muestra estudiada evitó responder sobre el consumo de drogas sintéticas como la heroína; en la mayoría de los casos debido a que aún se encuentran con procesos legales en curso que temen se vean afectadas por las respuestas a los reactivos. No obstante, la respuesta que más causó expectativa fue la aspiración que ya existía en estas personas de ser delincuentes. “El 18 por ciento contestó que quería ser sicario. Delitos más graves y más violentos está relacionados con el bajo nivel de estudios. Conforme aumenta el nivel educativo disminuye el nivel de delito. En el nivel licenciatura hay menos, pero esos que tienen cometieron otro tipo de delitos como los sexuales, por ejemplo, hay una diferencia importante”, explicó el funcionario estatal. Otro dato que arrojó la encuesta, radica en que más del 70 por ciento de los hoy presos se criaron sin una familia tradicional; en la mayoría de los casos fueron cuidados desde la infancia por la abuela, hermanos de la misma edad, tías o amigos de la familia que en muchos casos, no cumplieron con los criterios básicos. REINSERCIÓN, PENDIENTE Hasta un 25 por ciento de los presos que egresan de los penales de Michoacán reinciden en algún tipo de delito, la reinserción social de las personas privadas de la libertad, sigue representando el principal reto para la coordinación estatal de Centros Penitenciarios. La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), ha manifestado en diferentes ocasiones su preocupación en torno a la violencia y a la falta de capacidades para reinsertar a los ciudadanos privados de la libertad a la sociedad.