Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Michoacán continúa sin presentar síntomas sólidos de recuperación económica. En el mes de abril la entidad perdió 2 mil 087 empleos formales, para acumular ya casi 7 mil 500 plazas perdidas desde que comenzó la contingencia sanitaria por la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en marzo del año pasado. Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) reflejan que, tal como lo han mencionado analistas en la materia, la recuperación económica y de empleos ha sido más bien frágil, en un escenario donde más de la mitad de los nuevos empleos son de contrato temporal, por lo que terminan regresando a la desocupación al cabo de algunos meses. La pérdida de plazas en abril deja entonces también un balance negativo en lo que va de 2021, con mil 290 trabajos formales que se han extinguido en los primeros 4 meses del año y 7 mil 459 desde que comenzó la problemática financiera por la pandemia, hace 14 meses. Vale la pena destacar que la expectativa de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) del gobierno estatal era colaborar en la generación de condiciones para crear al menos 20 mil plazas durante el año, por lo que se buscaron los relajamientos de protocolos y reglas de operación de negocios desde marzo pasado. No obstante, a este paso luce improbable alcanzar dicha meta. En este contexto, el Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM) advirtió que la recuperación financiera también chocaría con el contexto electoral, en donde varias de las entidades con inercias negativas podrían mantenerlas en los próximos meses. “Todo indica que la recuperación económica de México será muy desigual entre las entidades federativas, debido a las diversas condiciones de cada región”, refirió Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del CEEM e investigador de la Universidad Michoacana. El académico detalló que incipientes fundamentos industriales, precariedad laboral, el rezago social, la inseguridad pública, atrasos en educación básica y débiles finanzas estatales serían factores preponderantes para retrasar una efectiva recuperación en buena parte del territorio nacional. En el caso específico de Michoacán, el especialista ha calificado la recuperación laboral como “endeble” y refiere que “la generación de empleo es un mosaico de realidades diversas, en donde los estados de mayor fortaleza económica empiezan a dar muestras de recuperación y condiciones de alta participación nacional”, por lo que aquellas entidades con mayores problemáticas estructurales tenderán a una recuperación mucho más lenta. “Los que se recuperan son estados de fuertes en su estructura económica, vinculadas al sector exportador industrial y que, después de la crisis económica de 2020, empiezan a retomar condiciones de normalidad en sus respectivos mercados laborales”, detalla el especialista, que ha referido en anteriores ocasiones que, si bien los efectos económicos de la crisis por la pandemia de COVID-19 no se resintieron con tanta fuerza en Michoacán como en otras entidades, el tema de la recuperación ya corría en un canal diferente. “Los efectos negativos de la pandemia ha dejado secuelas funestas en el mercado laboral, convirtiéndose la recuperación del empleo en uno de los retos fundamentales para fortalecer el mercado interno y el crecimiento económico en el presente año”, reitera el académico nicolaita. No obstante, Heliodoro Gil recalca que, pese a los distintos ritmos observados en los contagios y rebrotes de coronavirus, “con el proceso de vacunación que lleva a cabo el gobierno federal se vislumbran señales de recuperación del empleo formal en el país”, y con esto en mente, “la recuperación del empleo formal será uno de los retos clave de 2021 para fortalecer el mercado interno”.