La manipulación comercial de los sueños no es una broma y debería prohibirse

Agencias / La Voz de Michoacán

AB INBEV, la multinacional dedicada a las bebidas alcohólicas, ha adquirido recientemente la exclusividad de anunciar cerveza en los descansos de la Superbowl, dejando fuera de este gran evento al resto de marcas rivales. Este poderoso movimiento de marketing ha despertado a sus competidores, entre ellos a la cervecera Molson Coors que se ha sacado de la chistera un audaz método para hacer frente a la nueva desventaja: colocar publicidad en los sueños de sus posibles clientes.

Se conoce como “incubación de sueños dirigida” y marcas muy conocidas, como McDonalds o XBoX, ya están desarrollando sus propios proyectos.

Hay noticias que tienes que comprobarlas varias veces para asegurarte de no estar ante un rumor, un bulo o incluso una broma sin sentido, pero cuando una revista especializada de la categoría de Science publica un artículo avanzando los problemas que podríamos encontrarnos, en un futuro no muy lejano, si las multinacionales desarrollan un método para colocarnos publicidad mientras dormimos.

En el caso Molson Coors, sus responsables han buscado la colaboración de diferentes empresas de publicidad (DDB, Ghost Robot) y de científicos especializados en este campo, como la psicóloga Deirdre Barrett, para lanzar un experimento donde el visionado de un anuncio de un minuto y medio antes de dormir, junto con una determinada composición musical diseñada específicamente, debería conseguir que el espectador sueñe con su marca de cerveza.

En este caso, el experimento de Coors solo ha contado con participantes que se presentaron de manera voluntaria, pero nos sirve de ventana por donde vislumbrar la cantidad de problemas que podrían llegar en tan solo unos años.

La incubación de sueños dirigida, utilizando imágenes, sonidos u otros estímulos sensoriales es una quimera que se ha investigado durante muchos años, aunque sin resultados tangibles.

Lo que hemos conseguido hasta ahora es tan interesante, como inquietante: Podemos identificar cuándo una persona se adentra en la fase del sueño REM, una etapa en donde tienen lugar gran parte de los sueños, analizando sus ondas cerebrales, los movimientos oculares o incluso sus ronquidos. Además, hemos comprobado que estímulos externos como sonidos, olores, luces o simplemente un mensaje hablado, pueden alterar el contenido de los sueños.

Este mismo año 2021, se publicó un trabajo donde los investigadores se comunicaban directamente con “soñadores lúcidos”, personas que están conscientes mientras sueñan para que respondan preguntas y resuelvan problemas matemáticos mientras dormían .

Pero también hemos aprendido que hay personas son particularmente vulnerables a este tipo de sugerencias y estímulos mientras duermen, y no es difícil imaginar un futuro donde las multinacionales se cuelen en nuestros sueños utilizando tecnologías que ya existen y se encuentran ampliamente extendidos.

Empresas que podrían utilizar dispositivos, como por ejemplo asistentes del tipo Alexa o Siri, para detectar las etapas del sueño de las personas y reproducir sonidos que podrían influir en sus sueños y comportamientos. Es fácil (y muy perturbador) imaginar un mundo donde millones de altavoces inteligentes detectan cuándo dormimos para emitir todo tipo de mensajes o sugerencias… Bienvenidos un fututo en el que los comités de ética van a tener una enorme cantidad de trabajo.