Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Uno de los puntos más interesantes del centro histórico de Morelia es su extremo oriente, donde ha surgido un importante foco a partir de la Plaza Jardín Morelos, que tiene como fondo al acueducto de la ciudad y el bosque Cuauhtémoc, así como en dirección contraria comienza el camino de la Calzada Fray Antonio de San Miguel, y finalmente el cuadro se ve completado con el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y el Auditorio Universitario “Samuel Ramos”. Al igual que el primer cuadro de la ciudad, este pequeño trozo tiene la representación de todos los poderes de la sociedad. Está el gobierno representado con el monumento ecuestre de Morelos, así como la economía con los hoteles y comercios cercanos, a lo que se suma la Iglesia con el santuario y la calzada guadalupana, hasta que finalmente la educación y la academia se ve representada desde hace más de 30 años por el auditorio “Samuel Ramos”. Al igual que otros teatros y centros repartidos por la capital michoacana, el auditorio “Samuel Ramos” se ha posicionado como una extensión de la vida cultural y universitaria, pues en las últimas décadas ha alojado numerosos eventos que van desde la difusión de las ciencias y disciplinas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), así como actividades artísticas que también forman parte del día a día de los estudiantes y el resto de la población moreliana. Foto: Samuel Herrera. En su historia destaca que el auditorio fue concluido en 1963 pero se inauguró hasta 1966 y en un primer momento se le dio el nombre de “Arnulfo Ávila”, mientras que fue a partir de 1970 que se le cambió el nombre para honrar al filósofo michoacano cuyo título conserva hasta ahora. Inaugurado en 1966 durante el gobierno de Agustín Arriaga Rivera, en un principio fue nombrado auditorio “Arnulfo Ávila” en honor al ex gobernador, quien aportó los recursos financieros necesarios para construirlo. En 1970 cambió su nombre por el de Auditorio “Samuel Ramos”. Este espacio es utilizado principalmente como auditorio y es actualmente administrado por la Secretaría de Difusión y Extensión Universitaria y la administración de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales”, se explica en el sitio oficial de información cultual de la universidad michoacana. Mientras que el sitio oficial Michoacán Travel resume que “Este auditorio conforma un espacio cultural en el que se presentan obras de teatro, festivales, conferencias, actividades académicas y cinetíficas, así como muestras musicales y de danza. Fue construido en 1963 pero se inauguró hasta el 1 de enero de 1966”. Uno de los eventos más destacados de los últimos años que tuvo lugar en el auditorio “Samuel Ramos” fue la presentación de la película “Roma” del director mexicano Alfonso Cuarón. Mientras en algunos cines del mundo se proyectó de forma exclusiva esta película filmada para la plataforma Netflix, se abrieron un par de funciones en Morelia, recibiendo tanto a personas que no tenían otra oportunidad para verla como a espectadores que ya la habían observado en sus hogares pero ahora buscaban también la experiencia en la pantalla grande. Foto: Samuel Herrera Respecto al personaje elegido para dar nombre definitivo a este auditorio, Samuel Ramos Cortés, fue un reconocido doctor titulado catedrático de Anatomía Descriptiva en la Escuela de Medicina de la ciudad de Morelia y padre del filósofo y académico Samuel Ramos Cortés, quien comenzó estudios en medicina pero posteriormente viró hacia la rama de estudio donde obtuvo un amplio reconocimiento que perdura hasta la fecha. Este ambiente cultural despierta en Samuel Ramos nuevas inquietudes e intereses. A su juicio, el lenguaje de la filosofía debería expresar de una manera más explícita y desarrollada la realidad nacional que se había ya manifestado en los idiomas de la música, la literatura, la poesía, la pintura y la arquitectura”, se lee en el artículo “Samuel Ramos y su visión de lo mexicano” de Gina Zabludovsky. En una fotografía publicada en internet, se observa el auditorio “Samuel Ramos” en los años 70s y su exterior parece casi idéntico a lo que se pueden encontrar sus visitantes hoy en día: cuatro arcos de cantera sobre las escalinatas que dan acceso a las entradas, así como una fachada aplanada al fondo con color blanco y la leyenda “Auditorio Universitario Doctor Samuel Ramos”.
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