Leo Zuckermann Llevo muchos años a favor de la legalización y regulación de las drogas con fines recreativos porque la prohibición ha sido un rotundo fracaso. Creo que es mejor combatir su consumo y adicción a través de programas de educación y salud públicas. Subrayo el tema de la regulación como parte integral de la solución. No puede legalizarse un producto como las drogas y dejarlo en manos del libre mercado. Estamos hablando de bienes, algunos adictivos, que afectan la salud pública. Por tanto, el Estado debe imponer ciertas reglas. No muchas como para incentivar la corrupción y la permanencia de los mercados negros. Pocas, pero efectivas, de tal suerte que el Estado pueda aplicarlas. Por ejemplo, debe penalizarse, y muy duro, su venta a menores de edad. O, como con la ingesta de bebidas alcohólicas, prohibir que conduzcan un vehículo a los que las consuman. El empaquetado debe contener claramente los riesgos para la salud. Y es imperativo cobrar impuestos especiales para utilizarse en programas de educación y salud públicas destinados a combatir el consumo y las adicciones. Ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio un paso muy importante para la legalización. Gracias al litigio que impulsó México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), una organización de la sociedad civil, de ésas que tanto detesta el presidente López Obrador, la Corte resolvió, en 2019, que era inconstitucional la prohibición absoluta del consumo de cannabis para uso personal y ordenó al Congreso reformar las leyes, antes del 30 de abril de 2021, para reconocer la legalización y establecer la regulación conducente. El Congreso, sin embargo, fue incapaz de legislar durante años. Solicitaron tres prórrogas a la Corte que les fueron concedidas. Ni así pudieron. La realidad es que prevalecieron las fuerzas conservadoras que todavía piensan, erróneamente, que la prohibición es la solución para disminuir el consumo y las adicciones. Ante el fracaso del Congreso, ayer, la SCJN, en una votación divida de ocho contra tres, emitió una Declaratoria General de Inconstitucionalidad a fin de eliminar los últimos párrafos de los artículos 235 y 237 de la Ley General de Salud que todavía prohíben el consumo del cannabis. Al respecto, dice MUCD: “Con esta decisión, la SCJN permite llevar a cabo las actividades necesarias para consumir cannabis con un permiso emitido por la Secretaría de Salud a través de la Cofepris. No se permiten actividades mercantiles, consumir frente a menores de edad ni afectar a terceros. En MUCD celebramos que la Corte haya actuado de manera congruente con sus fallos anteriores y continúe protegiendo los derechos de las personas al eliminar las disposiciones legales que los vulneran”. El mismo comunicado de MUCD lamenta la incapacidad del Congreso para regular el consumo de la mariguana. Tienen toda la razón. “Además de generar un vacío legal por no definir lo que las personas podrán o no hacer, la declaratoria únicamente tiene efecto sobre la Ley General de Salud y no así sobre el Código Penal Federal de manera que, de no tener un permiso, todas las actividades relacionadas con la sustancia son un delito”. O sea, estamos frente a la mexicanísima solución de sí pero no o de no pero sí. La gente tendrá que acudir a la Cofepris —organización que depende del “brillantísimo” subsecretario Hugo López-Gatell—para poder consumir mariguana legal. Una vez que tengan su permiso, supongo que podrán cultivarla en sus domicilios. Digo supongo porque no están autorizadas las actividades mercantiles con este producto. No sé si muchos mexicanos irán a sacar su permiso a la Cofepris. De lo que estoy seguro es que, sin reglas claras, continuará el mercado ilegal de la mariguana, ni se diga de otras drogas que siguen siendo ilegales. Peor aún, ante el silencio del Congreso, no se podrá excarcelar a miles de mexicanos que están en la cárcel por el “pecado” de portar algunos gramos de la yerba para su consumo. Gracias a MUCD y la SCJN la mariguana es ya un producto legal, pero, por culpa del Congreso, no está regulado. Una tontería que se la debemos a la mayoría que tiene Morena y sus aliados (PT, Verde y PES) en el Poder Legislativo. O, en otras palabras, al presidente López Obrador que las controla. Han demostrado, una vez más, que no son una fuerza política verdaderamente liberal sino muy conservadora en estos temas sociales. Con todo y todo, hay que celebrar la decisión de ayer de la Suprema Corte y, por supuesto, felicitar a MUCD que ha movido montañas para que este país sea más libre y seguro. Twitter: @leozuckermann