Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Estudiantes de Ingeniería Bioquímica del Tecnológico Nacional de México, campus Instituto Tecnológico de Morelia, realizan proyecto de investigación con el uso de camote michoacano para conocer sus propiedades para un tratamiento alternativo a los síntomas de la menopausia. Irina Pimentel Solís y María Fernanda Vargas Barreto, pertenecientes a la especialidad Tecnología e Innovación de Alimentos, son asesoradas por el D.C. Fernando Covián Nares y titularon su proyecto: “Identificación y Cuantificación de Fitoestrógenos en Tres Variedades de Camote en Michoacán”. Las variedades analizadas son: camote morado, naranja y blanco. Las estudiantes originalmente pretendían producir una pastilla o medicamento con base de camote para el tratamiento de la menopausia, sin embargo, se percataron que no hay muchos estudios científicos y los existentes, en su mayoría se basan en las propiedades nutricionales y no relacionado a las hormonas que contienen y sus características. “Michoacán ocupa los primeros lugares en el país en producción de camote, aproximadamente 40 mil toneladas anuales. Debido al alto contenido de antioxidantes y fitoestrógenos de este tubérculo decidimos investigar el potencial para disminuir o quitar alguno de los síntomas de la menopausia”, precisó Irina Pimentel. Además, se percataron que los productos comerciales como cremas y tópicos de camote carecen de información sobre las concentraciones de hormonas. El tratamiento de la menopausia convencional se basa en el suministro de hormonas como progesterona y estrógenos; paralelamente, precisaron que los fitoestrógenos son compuestos biológicamente activos que se producen de forma natural en las plantas, que tienen una estructura química similar a la de las hormonas animales y eso ayuda a obtener el mismo efecto, sin necesidad de aplicar una hormona sintetizada de algún laboratorio. Queremos brindar información certera, para que cuando alguien quiera hacer algún producto, conozca las cantidades exactas de fitoestrógenos, basados en sustento científico sobre la concentración que se requiere suministrar, para lograr los efectos benéficos en la salud”. María Fernanda Vargas Barreto, estudiante de Ingeniería Bioquímica Actualmente, las estudiantes analizan las variedades del fruto en estado de maduración temprana y más avanzada para determinar en qué etapa hay mayor cantidad de fitoestrógenos, aunque su hipótesis basada en otros tubérculos sugiere que es en el camote morado, en maduración más avanzada, donde se puede encontrar una alta concentración. “La diferencia entre las fitohormonas y las hormonas animales es la concentración, por ello, debemos obtener una concentración más alta de fitoestrógenos vegetales para lograr efectos similares al de las hormonas sintéticas” manifestaron las estudiantes. El tratamiento con hormonas sintéticas pueden provocar efectos secundarios como: enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama, pérdida de masa ósea, osteoporosis y desequilibrios emocionales, dolores de cabeza, ansiedad, entre otros. Foto: Cortesía. “Los datos históricos nos arrojan que las mujeres orientales casi no padecen los síntomas de la menopausia porque consumen alto contenido de fitoestrógenos que provienen de la soya, por ello las mujeres pasan esta etapa de su vida con mayor tranquilidad que las occidentales”. Actualmente, las estudiantes llevan un 85 por ciento de avance y solo requieren un último experimento cuantitativo sobre las concentraciones en las muestras de pulpa y corteza para definir su uso y en qué parte del alimento encontraron mayor cantidad de fitoestrógenos. Finalmente, una vez concluida su experimentación, las estudiantes pretenden titularse con el proyecto y analizan la posibilidad de continuar su desarrollo para lograr una aplicación directa.