Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El gobierno electo de Michoacán no visitará la región de conflicto de Aguililla y Tepalcatepec hasta después de la toma de posesión, que será el próximo 1 de octubre. A pesar de la falta de gobernabilidad de la región y el llamado de los habitantes en el sentido de que no hay presencia del Estado, no hay intención manifiesta de las próximas autoridades estatales de apersonarse en Tierra Caliente. Carlos Torres Piña, vocero del equipo de transición del gobierno electo de Alfredo Ramírez Bedolla, destacó la determinación de no acudir al municipio y a la región. Tampoco el gobierno actual ha informado sobre intenciones de presentarse en la zona luego del exabrupto que protagonizó el gobernador Silvano Aureoles Conejo en el mes de febrero de este año, durante una visita a la zona de conflicto, en la que dio un empujón a un profesor que mostraba su inconformidad mediante una cartulina. Únicamente se sostiene el operativo policial desde inicios de este mes de julio. En entrevista con medios de comunicación, Torres Piña manifestó que no es errada la política de despliegue de apoyos sociales sobre los esquemas de seguridad ante la urgencia de dar la restauración del tejido social y otras problemáticas de la región. “Estamos en que hay dos acercamientos con las autoridades federales. La prioridad de la ciudadanía de Aguililla es la seguridad, pero debe estar acompañada de estrategias que permitan equilibrar las cosas y que la gente se mantenga alejada de las actividades al margen de la ley. Se va a ampliar Sembrando Vida y será una fuente de empleo. Vamos a estar atentos a la información. Estamos en un esfuerzo de estos esquemas de acercamiento”, explicó. La población inconforme de la región de Tierra Caliente ha manifestado desconfianza hacia las autoridades actuales, tanto del gobierno del estado como federal; no obstante, han manifestado apertura para reunirse con quienes gobernarán el estado durante los próximos 6 años. A decir de Carlos Torres Piña, se ha avanzado con el gobierno federal y el estatal para encontrar un esquema que mejore los accesos y puntos de comunicación hacia la región de Tierra Caliente, esto con el objetivo de extender los brazos de la gobernabilidad hacia la zona que desde hace años presenta síntomas de descomposición del tejido social y la proliferación de actividades delincuenciales. “Es posible que se construya a carretera Aguililla-Coalcomán, el tramo Colima-Apatzingán, entre otras acciones para generar un desarrollo en la región. No tenemos programado visitar el municipio en estos días próximos”, explicó el morenista. Apenas este fin de semana arribaron representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y del gobierno federal para dialogar con la ciudadanía que se ha manifestado contra las autoridades federales por la falta de resultados en la estrategia de seguridad para la región. Una de las principales críticas y quejas que se dieron incluso a gritos hacia los funcionarios, fue que arribaron en helicóptero y no recorrieron las carreteras que se encuentran seriamente afectadas por la delincuencia organizada, que constantemente abre zanjas para evitar el ingreso de fuerzas del orden y grupos antagónicos. La principal molestia, aunada al tema de la movilidad, fue que si bien se han desplegado apoyos mediante Becas para el Bienestar, la llegada del Banco del Bienestar y otros programas sociales, así como el combate la os grupos delictivos no se ha gestado a pesar de la presencia de los tres niveles de gobierno. En un periodo de 3 semanas se han logrado restaurar 13 bloqueos carreteros en donde se había destruido la rúa por parte de los grupos delincuenciales, situación que no fue reconocida por la población de la región. La que fue considerada como la segunda reunión oficial no dejó los resultados esperados tanto para la población afectada por los conflictos sociales entre grupos delincuenciales como para las autoridades federales. Prácticamente todos los puntos instalados en el pliego petitorio de la población de Aguililla siguen pendientes a un mes de la instalación de la primera mesa. Asimismo, organizaciones locales de Michoacán y el sector empresarial han urgido a que se pase de los programas sociales a la atención de los problemas de inseguridad que aquejan a toda la región. Fue desde finales del mes de mayo en que la población, cansada de los bloqueos e interrupciones en el servicio de electricidad y telecomunicaciones, tomaron las instalaciones y el cuartel regional del Ejército a manera de protesta. La consigna de los inconformes es clara ante la falta de resultados, incluso destruyeron el helipuerto a través del cual se abastece el 53 batallón del Ejército Mexicano perteneciente a la 43 Zona Militar de Apatzingán. Desde entonces se sostiene un plantón como parte de la manifestación para exigir que las fuerzas federales salgan a garantizar la movilidad de la región que se ha visto interrumpida por parte de los grupos delincuenciales.