Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Si bien en los últimos años se he tenido un ligero avance en obras incluyentes para las personas con discapacidad, Morelia sigue siendo una ciudad que prácticamente inmoviliza a los ciudadanos ciegos, en silla de ruedas o con alguna otra discapacidad, pues mientras más lejos se está del centro más escasea la infraestructura adecuada y el transporte público tiene lo que califican como una “Deuda histórica” con este sector. Aproximadamente en los últimos 10 años, se ha fomentado una cultura de inclusión en las obras públicas municipales, las cuales deben contar con rampas de acceso para personas en sillas de ruedas, así como también se han incluido líneas de un material que funciona como guía para personas ciegas que usan bastón en la avenida Ventura Puente, a lo cual se suman señaléticas en escritura braille en algunas calles del centro histórico. Sin embargo, dichos casos resultan mínimos. El centro histórico y algunas calles cercanas son prácticamente una isla donde se cuentan con avances de infraestructura, pero que desaparecen y dejan desprotegidos a este sector. Además de las banquetas que resultan inviables para las personas con discapacidad, resaltan casos como la avenida Periodismo, donde hay rampas de acceso pero que terminan de sobre un poste. “Vemos que no hay continuidad, vemos que en una banqueta sí hay rampa y en la que sigue ya no. Además, se debe hablar de todas las personas con discapacidad, las rampas son solo para el grupo de personas en sillas de ruedas, pero para ciegos o débiles visuales casi no vemos algún tipo de avance o para la comunidad sorda tampoco vemos mucho avance”, señaló Luis Ventura de la Rosa Orozco, presidente de la asociación civil “Juntos por la Inclusión”. Foto: Víctor Ramírez. Cuestionado sobre cuáles son los focos rojos de la ciudad en esta materia, respondió que prácticamente la movilidad para personas con discapacidad se corta al salir del centro histórico y se complica más mientras se avanza la periferia. “Conforme más te alejas del centro, de la parte bonita, vemos que en la periferia no hay nada. ¿En villas del Pedregal cómo haría el padre de un niño con discapacidad para llevarlo a rehabilitación? Eso merma el bolsillo de las familias”. A la dificultad que este sector enfrenta cuando busca circular por las calles de Morelia, se suma un reto casi imposible de lograr si se pretende usar el transporte público de la ciudad, el cual mayormente consta de unidades tipo “combi” cuyo acceso no está pensado para personas con discapacidad ni tampoco cuentan con espacio para resguardar sus sillas de ruedas. Esa es una deuda histórica, hemos estado luchando por el transporte público y lo que nos dicen es que la combi les da acceso y les descuenta un peso. Un descuento de un peso realmente no sirve de nada y las combis, que son el transporte público que existe en Morelia, si yo me subo con una silla de ruedas, aparte de que me cuesta mucho trabajo, quito mucho espacio y es algo incómodo para los otros pasajeros”. Luis Ventura de la Rosa Orozco, presidente de la asociación civil “Juntos por la Inclusión” “Quiero dejar muy en claro que nosotros no buscamos transporte especial, no queremos que a Luis y a las demás personas con discapacidad los transporten en otro camión, simple y sencillamente queremos formar parte de la sociedad y que el transporte público sea capaz de subirnos a todos. El transporte público no existe para personas con discapacidad y eso nos pega en el bolsillo porque tenemos que pagar taxis o Ubers o cualquier tipo de transporte privado”, ahondó Luis Ventura. NO ES SOLO INFRAESTRUCTURA El activista por los derechos de las personas con discapacidad, quien ha recibido el Premio Estatal por los Derechos Humanos y la Presea Generalísimo Morelos, también apuntó que el problema de movilidad que enfrenta este sector no deriva únicamente de las carencias de infraestructura, sino que también se requiere de la capacitación de servidores públicos que puedan brindar un apoyo desde sus labores diarias como son los agentes de policía. “También consideramos fundamental que la Policía Morelia o la Policía Michoacán tuviera conocimiento y concientización al respecto, con la idea de que pudieran auxiliar. Si vemos que una persona mayor va a cruzar la calle, vemos que el policía con cierta capacitación sabe cómo tomarla del brazo y cómo dirigirse para ayudarlos. No todo es culpa de la infraestructura, también la conciencia social es un factor fundamental”, concluyó.