La Voz de Michoacán A contrarreloj, los gobiernos municipales entrantes se encuentran para recibir toda la información que les permita tomar decisiones acerca de sus periodos que están por iniciar. Este proceso es sumamente importante, porque no es lo mismo prometer en campaña, que cumplir siendo gobiernos. Morelia es un caso especial, es el municipio que recibe la mayor cantidad de recursos públicos y la capital del estado. Por obvias razones cobra trascendencia. La comisión de recepción denuncia que no se están dando las condiciones para que el trámite se cumpla sin contratiempos. Esto anticipa que las autoridades electas tendrán que comenzar a realizar los trabajos a partir de que asuman el control. Esto significa pérdida de tiempo, pero advierten que también podría configurarse en una responsabilidad administrativa. Para qué aletargar procesos que de alguna manera se tienen que cumplir. Es la incógnita. Es innecesario que se interrumpan procesos que están debidamente señalados en los documentos de la Ley Orgánica Municipal. Los procesos electorales ya concluyeron y las autoridades han validado una contienda en donde resultó un ganador. Si bien hay recursos legales de impugnación interpuestos, mientras esto se resuelve, los protocolos se deben cumplir para que no haya afectaciones colaterales. Exactamente es el mismo escenario para el gobierno de Michoacán, con la diferencia de que tienen un mes más de distancia. Mientras sean peras o sean manzanas, los gobiernos municipales están a contrarreloj para asumir sus funciones y cumplir con los compromisos que asumieron en contienda. La sociedad ya no perdona nada.
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