Oscar Mendoza/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La Arquidiócesis de Morelia consideró que la violencia contra sacerdotes y la inseguridad en las comunidades y pueblos siguen siendo una amenaza para la labor pastoril y lamentó que en el país esto se esté interiorizando en el seno de la sociedad por lo que llamó a crear una cultura de paz para generar cambios profundos en la sociedad. En rueda de prensa, Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia llamó a renovar, con espíritu de evangelización, a la comunidad religiosa en las comunidades para que en el seno de la sociedad se aseguren las condiciones de vida favorables para la justicia la solidaridad y la paz tras los azotes de violencia que han sufrido tres sacerdotes en las últimas semanas. A raíz de los asesinatos de los presbíteros, Rubén Alcántara Díaz, de la diócesis de Izcalli; Juan Miguel Contreras García, de la diócesis de Guadalajara y Lucino Flores Sanchez, de la diócesis de Puebla, el arzobispo invitó a educar para la paz y lograr que la gente, sobre todo los jóvenes, no se aíslen en la violencia sino que se incorporen activamente en proyectos y acciones de construcción de paz. Hago un llamado para promover valores, actitudes y comportamientos que propicien en la ciudadanía una cultura de paz generando espacios de convivencia y encuentro entre las personas, así como fortalecer el capital social de organizaciones, instituciones y sociedad civil que impulsan proyectos y acciones a favor de la paz”, indicó el Arzobispo. Por ello, la Arquidiócesis de Morelia señaló que es fundamental que se cree el convencimiento de que “hay que decir no a la venganza, hay que reconocer las propias culpas, aceptar las disculpas y sin exigirlas y, en fin, perdonar” ya que quienes trabajan por la paz, “aman y protegen a la vida” no pueden seguir perdiendo su integridad. Por su parte y ante la violencia que ha tocado a la comunidad religiosa, ya que n lo que va del año cuatro sacerdotes han sido asesinados, además se han registrado dos ataques con explosivos en la Diócesis de Matamoros, haciendo del 2018 como el año de “la violencia sin fin contra el sacerdocio mexicano", consideró el Centro Católico Multimedial (CCM) a través de un comunicado. En su último reporte sobre agresiones a sacerdotes, el organismo de comunicación religiosa detalló que de 1990 a 2018, se han contabilizado 68 atentados contra miembros de la Iglesia católica, la lista que encabeza un cardenal, 46 sacerdotes, un diácono, cuatro religiosos, nueve laicos y una periodista católica. No podemos callar más, la sangre de miles de mexicanos se sigue derramando y clama justicia. Seguiremos haciendo un enérgico llamado a las autoridades del gobierno mexicano a fin de que brinden las garantías al ejercicio del ministerio sacerdotal", señaló el CCM.