En un acto de su partido, Vladimir Putin promete a los rusos que no intervendrá en Afganistán

«No tenemos intención de inmiscuirnos en los asuntos internos de Afganistán, más aún arrastrar a nuestras Fuerzas Armadas a un conflicto de todos contra todos», dijo Putin durante el congreso federal del partido Rusia Unida

EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Moscú, Rusia. El jefe del Kremlin, Vladimir Putin, prometió hoy a los rusos en un acto de la campaña electoral que no intervendrá militarmente en Afganistán tras la llegada al poder de los talibanes, aunque alertó de que la amenaza del terrorismo internacional aún está presente.

PUBLICIDAD

"Evidentemente, no tenemos intención de inmiscuirnos en los asuntos internos de Afganistán, más aún arrastrar a nuestras Fuerzas Armadas a un conflicto de todos contra todos", dijo Putin durante el congreso federal del partido del Kremlin, Rusia Unida.

Putin aprovechó el pistoletazo de salida de la campaña de las elecciones a la Duma del 19 de septiembre para tranquilizar a los rusos de que no enviará tropas a un país extranjero, como ocurriera en 2015 con Siria.

EFE/EPA/GRIGORY SYSOYEV/SPUTNIK/KREMLIN POOL

NO REPETIR LA INVASIÓN SOVIÉTICA

Recordó "la experiencia" de la Unión Soviética, que invadió el país centroasiático en 1979 y lo abandonó en 1989, repliegue considerado uno de los factores desencadenantes de la desintegración soviética.

PUBLICIDAD

"Hemos extraído las lecciones necesarias", recalcó.

El líder ruso admitió que la situación en Afganistán es "alarmante" y subrayó que Rusia y sus socios siguen "atentamente" los acontecimientos en ese país. De hecho, Moscú ha reforzado con nuevo armamento su base militar en el vecino Tayikistán.

Y se dirigió al Gobierno, al Ministerio de Exteriores, a las fuerzas de seguridad y a la Duma -o Camara baja del Parlamento ruso- para que refuercen las medidas para "garantizar la seguridad del país y sus ciudadanos".

La pasada semana, tras reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel, Putin llamó a Occidente a "aunar fuerzas" con Rusia para normalizar la situación en Afganistán.

Además, criticó la injerencia occidental y los intentos de imponer los valores democráticos a otros países ignorando sus tradiciones, lo que consideró una "política irresponsable".

Tropas soviéticas en Afganistán, durante la Guerra Fría.

LATENTE AMENAZA TERRORISTA

Putin también alertó hoy de la amenaza aún presente del terrorismo internacional, además del narcotráfico -el 93 % de la heroína mundial proviene de Afganistán- y la inmigración ilegal.

"Existe el peligro de que los terroristas y otros grupos que se cobijan en Afganistán aprovechen el caos provocado por nuestros colegas occidentales e intenten iniciar una escalada en los países vecinos. Y eso sería ya una amenaza directa para nuestro país, nuestros socios", dijo.

Recordó que en el Cáucaso Norte tuvieron lugar acciones militares contra organizaciones terroristas internacionales y que, en caso de no haberlas destruido con la ayuda de chechenes, daguestaníes y otros pueblos, el territorio ruso sería escenario de los mismos "horrores" que tienen lugar ahora en Afganistán.

"Rusia es prácticamente el único país que ha podido destruir organizaciones terroristas internacionales", subrayó.

Al respecto, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, consideró que "la primera amenaza real" es que los talibanes han heredado "una ingente cantidad de armamento".

"Son cientos de armas de fuego, cientos de blindados, aviones y helicópteros. Sólo de sistemas antiaéreos portátiles hay más de cien. Nadie está controlando esto", señaló.

PROMESAS ELECTORALES

Además de Afganistán, Putin anunció varias promesas con claro cariz electoral, como es el caso de un subsidio para los pensionistas por valor de 10.000 rublos (unos 135 dólares) y otro de 15.000 (unos 200 dólares) para los militares y miembros de las fuerzas de seguridad, independientemente de su grado.

Pensionistas, policías y militares, además de funcionarios, son considerados los principales graneros electorales de Rusia Unida, formación que domina el Parlamento desde hace 20 años.

También prometió la indexación de las pensiones en 2022, la ayuda a las familias con niños, cuya fortaleza y bienestar consideró la auténtica idea nacional rusa.

Alabó el trabajo de Rusia Unida, conocida entre la oposición como "el partido de ladrones y sinvergüenzas" por sus altos niveles de corrupción, pero recordó que mejorar la vida de los rusos es "deber moral" y le llamó a dejar paso a las nuevas generaciones.

Seguidamente, Rusia Unida aprobó el programa electoral con el que acudirá a unas elecciones, en las que participarán 14 partidos, pero sólo uno realmente opositor, el liberal Yábloko.

EFE/EPA/GRIGORY SYSOYEV/SPUTNIK/KREMLIN POOL

EL VOTO DE PROTESTA DE NAVALNI

El líder del partido oficialista, Dmitri Medvédev, aseguró que Rusia Unida está "obligada" a ganar las elecciones "de manera limpia e incondicional, sin dar ninguna opción a los rivales".

Sin embargo, según los últimos sondeos, su partido cuenta con una intención de voto del 27,3 %, mientras el segundo partido, los comunistas, recibirían el respaldo de un 16,4 % de los electores.

Los analistas pronostican que, al igual que en anteriores comicios, el partido del Kremlin se beneficiará de la baja participación y de la persecución de los partidarios del líder opositor, Alexéi Navalni, que cumple desde febrero dos años y medio de prisión.

Pese a encontrarse entre rejas, Navalni ha llamado a los rusos a votar a aquellos candidatos que desafían al Kremlin, sean comunistas, liberales o nacionalistas.

Las autoridades consideran que esa campaña, conocida como "Voto Inteligente" y que ha permitido desbancar a los oficialistas de varias asambleas parlamentarias regionales, es "un instrumento de injerencia extranjera en las elecciones rusas".