Consejo Supremo Indígena se desmarca de conflicto en la Casa del Estudiante Isaac Arriaga, en Morelia

Hace 15 días, un grupo de moradores de la Casa del Estudiante acusó a otro de llevar a cabo actividades como venta de drogas, fomentar la prostitución y hacer mal uso de los recursos del albergue

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) se desmarca del conflicto en la Casa del Estudiante Isaac Arriaga, y exige al Departamento de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Michoacana que no los involucre, ya sea por negligencia o por un tema político.

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En un posicionamiento, la organización social señaló que son un consejo autónomo e independiente que ha sido constituido por autoridades civiles, comunales y tradicionales de 60 comunidades originarias.

Señalaron que, ante la información vertida por la autoridad universitaria, se reunieron en Asamblea General de Autoridades para fijar un posicionamiento, debido a que el jefe del Departamento de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Norberto Monroy Peñaloza, declaró públicamente la "intervención" del CSIM en el conflicto suscitado en la Casa del Estudiante Isaac Arriaga el pasado 15 de agosto.

Ante la acusación, manifestaron categóricamente que el CSIM no intervino ni participó en este conflicto estudiantil: “Por el contrario, expresamos nuestro respeto y agradecimiento a las Casas del Estudiante, toda vez que cientos de habitantes de las comunidades originarias han podido terminar sus estudios universitarios gracias al hospedaje y vivienda que les han brindado, nuestro total respaldo a la permanencia histórica de las Casas del Estudiante”.

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La organización explicó que la declaración del jefe de Asuntos Estudiantiles de la UMSNH demuestra una total ignorancia, dolo o simulación sobre lo que está sucediendo en los albergues estudiantiles, ya que “el Departamento de Asuntos Estudiantiles no sabía lo que estaba sucediendo al interior de la Casa Isaac Arriaga”.

Detallaron que son fuertes acusaciones por los propios estudiantes, sobre venta de droga y corrupción, que de ser verdad hablan de una total incompetencia, y no descartan que se trate de culpar a otros por su falta de conocimiento.

Señalaron que sus integrantes Juan Alejandro Cortés, Rangel y Pável Uliánov Guzmán participan directamente en el CSIM y no militan en el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), “respetamos a todas las organizaciones sociales, pero nuestra organización es autónoma”.

Agregaron que el 5 de agosto del año en curso, el CSIM solicitó por escrito una audiencia con el rector de la UMSNH, Raúl Cárdenas Navarro, en su calidad de funcionario público, con el objetivo de atender casos de estudiantes de comunidades indígenas que fueron rechazados por la UMSNH.

“Hasta la fecha no nos han dado atención o respuesta alguna, por lo que una vez más hacemos un llamado a los funcionarios de la UMSNH a no escudarse en la ignorancia o incapacidad y atiendan a las autoridades de las comunidades originarias”, señalaron.

Es importante recordar que hace 15 días, a pesar de la pandemia y ser periodo vacacional, en la Casa del Estudiante Isaac Arriaga de la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) se vivió un conflicto entre moradores, donde un grupo acusó a otro de llevar a cabo actividades como venta de drogas, fomentar la prostitución y hacer mal uso de los recursos del albergue.

Un grupo de jóvenes señaló que fueron expulsados 17 moradores con el apoyo de “comunidades indígenas”, ya que esos jóvenes utilizaban a la Casa del Estudiantes para fines personales, y finalmente señalaron que en concreto fue el FNLS quien ayudó en este desalojo.

Los estudiantes incluso acusaron que locales comerciales ubicados en el edificio y que dan a la Plaza de San Agustín son rentados por exmoradores y el dinero no llega a los moradores, lo cual es una profunda irregularidad.

Además señalaron que no buscarán la intervención de instancias como la Universidad o la Fiscalía General del Estado de Michoacán para atender temas como la venta de drogas al interior del inmueble, ya que eso sería favorecer el intervencionismo del gobierno estatal.

Señalaron que los moradores expulsados eran solapados por las autoridades universitarias para el control de la casa, desorientado las actividades sustantivas de estos albergues.