José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Sahuayo, Michoacán. Tras los conflictos registrados entre la fracción de la CNTE Poder de Base y los integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en la Escuela Primaria Agustín Arriaga Rivera de este municipio, fue necesaria la intervención de elementos de la policía local. De acuerdo con lo externado por Flavio Partida, integrante del SNTE, el conflicto se generó a partir de que, con motivo del arranque del ciclo escolar, dos integrantes de Poder de Base intentaron forzar a la dirección de la escuela a asignarles grupos sin presentar el oficio requerido que emiten las autoridades educativas. Tras el fracaso del intento de diálogo entre las fracciones magisteriales se calentaron los ánimos y se llegó a las agresiones verbales, lo que motivó la presencia de los elementos del orden público. “No sé quién llamó a la Policía pero no tuvo que haber entrado a un lugar en el que se discutían asuntos sindicales; sí se calentaron los ánimos y ofrecemos una disculpa a la gente pero ese tema debió resolverse mediante el diálogo y no con la presencia de la Policía”. De hecho los integrantes de Poder de Base hicieron circular un video en el que responsabilizan a los integrantes del SNTE de haber iniciado con las agresiones: “Lo único que le pedíamos a los profesores de Poder de Base era que presentaran su nombramiento porque estaban intentando desplazar a dos compañeros que tienen su plaza en esta escuela, en ningún momento agredimos, fueron ellos quienes llegaron acompañados de otros profesores y comenzaron los insultos”, señaló Flavio Partida. Destacó que este tipo de confrontaciones se han tornado comunes ante la insistencia de la llamada ala democrática del magisterio de asignar plazas a sus integrantes en espacios que fueron otorgados ya sea por la Secretaría de Educación Pública o la Secretaría de Educación del Estado. En lo que respecta al enfrentamiento en la escuela, el docente afirmó que, por fortuna y derivado de la contingencia de salud global, la escuela primaria se encuentra actualmente sin estudiantes, por lo que el enfrentamiento no afectó la imagen de los docentes ante los educandos. Estructura paralela Desde las administraciones estatales de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha venido generando una estructura paralela de organización, de tal suerte que esta ala sindical ha venido entregando nombramientos de profesores, directores de escuela, supervisores de zona escolar y hasta jefe de sector. Video, cortesía. Incluso en la región Ciénega de Chapala se cumplirán 6 años de que no se permite el ingreso de los jefes de la Unidad de Servicios Regionales de la Secretaría de Educación del Estado, pues al arranque de la actual administración estatal se designó a Milton Hernández Alonso como titular de esta oficina; sin embargo, los integrantes de la CNTE le impidieron siquiera visitar el espacio de trabajo. Posteriormente fue designada como jefa de esta unidad Martha Vallejo Pedraza, quien ante la toma definitiva de las instalaciones ha tenido que trabajar desde espacios alternos con la persecución de los integrantes de esta parte del magisterio. Es ante este panorama que el arranque del ciclo lectivo para los estudiantes de nivel básico se avizora complicado ya que, incluso, escuelas que se encuentran bajo el control de la CNTE han desatendido los llamados oficiales por parte de la Secretaría de Educación en el Estado para el arranque de clases de manera virtual, como la Escuela Secundaria Federal República Española, que tras una reunión con los padres de familia determinó el arranque de su ciclo escolar previa firma de la carta responsiva por parte de los padres de familia. Finalmente, Flavio Partida señaló que pese a que el video dado a conocer a través de las redes sociales era un acto que incriminaba a los integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en la Escuela Primaria Agustín Arriaga, lo cierto es que esta parte del magisterio intentó simplemente que la entrega de plazas frente a grupo se diera de acuerdo a la normatividad. “En efecto, se nos salió de control, se dieron gritos entre un grupo y otro pero no era necesaria la intervención de la policía, era un asunto meramente sindical, no llegamos a agredir, nos defendimos de las agresiones verbales, lo repito, no sé quién llamó a la policía pero no era necesario”