José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. Preocupante el estado de las presas de Abadiano y Las Fuentes en la parte poniente del municipio de Jiquilpan que se encuentran ya realizando el desfogue de su almacenamiento a las tierras bajas en tanto que su estructura comienza ya a presentar daños debido al paso del tiempo y a la falta de mantenimiento. Al momento ambos embalses se encuentran ya el proceso de desahogo aunque de acuerdo con las autoridades comunales, este desfogue se da por el mismo diseño de las presas más que por la operación del sistema de compuertas; en una revisión realizada a la presa de Abadiano se pudo constatar que las ‘cajas de agua’ espacios utilizados para disminuir la intensidad de las aguas desalojadas de la presa han sido ya invadidas por huertas de limón o vinatas para la producción de mezcal que ahora se encuentran inundadas y reducen la capacidad de retención. A más de lo anterior, en el caso de esta presa se pudo observar que a falta de un mantenimiento constante han crecido incluso árboles de mediano calado incrustados en los muros que, de acuerdo a los lugareños fungirán a manera de cuñas que lentamente irán generando fisuras, grietas y finalmente el rompimiento de la cortina de contención y las consecuencias pudieran ser fatales en las partes bajas principalmente en las ciudades de Jiquilpan y Sahuayo. En el caso de la Presa Las Fuentes, unos kilómetros al oriente de la Presa Abadiano también se encuentra ya en la cota máxima de seis metros por lo que el desfogue es constante a través del canal de conducción que, en teoría, debería llevar el recurso hídrico a las Áreas Naturales Protegidas del Bosque Cuauhtémoc en Jiquilpan sin embargo a lo largo de la red de rodamiento de agua algunos particulares que se han asumido como la Asociación de Usuarios de la Presa Las Fuentes han venido generando bordos de contención y abrevaderos que han desviado el curso del canal de rodamiento. De acuerdo a datos de la Administración de Parques y Jardines de la anterior administración municipal históricamente el agua de este embalse se reparte entre los usuarios, pequeños parceleros y ganaderos; el riego del Bosque Cuauhtémoc y el agua que se pierde en el rodamiento desde la presa hasta el bosque con un metro de volumen cada ; sin embargo ante la falta de quien vigile estos acuerdos los ganaderos de la región de Abadiano y Sahuayo han desatendido la recomendación de acarrear sus hatos hasta el canal de rodamiento para abrevar y han dado en construir abrevaderos con lo que prácticamente dejan sin agua al bosque; datos estadísticos de la misma dependencia municipal señalan que la última vez que la zona arbolada recibió riego de la presa fue hace cinco años. Foto, José Luis Ceja. Presas prisioneras Incluso en los intentos que se han realizado por parte de los trabajadores de las áreas municipales para liberar el curso de este canal de rodamiento han sido amagados a punta de pistola por parte de los ganaderos que mantienen casi secuestrada el agua de esta presa. Luego de la rehabilitación de la compuerta, una de las preocupaciones era que los mismos ganaderos la dañaran para garantizar el abasto de sus abrevaderos ya que, se supone, el agua sería distribuida a pequeños parceleros integrados en la Asociación de Usuarios de la Presa Las Fuentes, organización de la que hasta el momento no se ha encontrado registro alguno ante las dependencias correspondientes, sin embargo éstos aseguran contar incluso con un plan de riego anual autorizado por la Comisión Nacional del Agua. Foto, José Luis Ceja. La contaminación de los embalses Meses atrás, ganaderos de esta región denunciaron por su parte la muerte prematura de su ganado a causa de la contaminación de las aguas de esta presa en base a estudios solicitados a título personal a investigadores de del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional del IPN por lo que los resultados de esta serie de análisis no fueron avalados por la institución como el fruto de un trabajo realizado en el marco de su gama de investigaciones como institución del Estado. Sin embargo, los resultados entregados por los investigadores permite el establecimiento de una ruta a la solución ya que se determinó que las procesadoras de lácteos de esta tenencia de la región sierra de Jiquilpan son las responsables de la contaminación no solamente de este cuerpo de agua sino de varios ríos y arroyos cercanos cuyas aguas son utilizadas para satisfacer las necesidades del ganado y en algunos procesos locales de horticultura y cultivo de granos.