Francisco Mora Alcaraz/La Voz de Michoacán Tacámbaro. La Feria Intercultural del Libro de Tacámbaro (FILIT), que está desarrollándose en la bella población desde el 21 de abril y con fecha de clausura para el próximo día 30, desarrolló una jornada emotiva y trascendente. Más de 1000 tacambarenses acudieron al llamado del Comité Ciudadano Organizador, para recibir en el Portal Codallos al destacado luchador social, José Manuel Mireles Valverde; entre un aplauso permanente, generado cuando el activista descendió de un automóvil en la distancia, rostros de emoción y gente de pie, guiaron el paso del médico hasta el escenario que fue preparado para la presentación de su libro: “Todos somos autodefensas, el despertar de un pueblo dormido”, además de desarrollar una charla que evoca las malas experiencias en Tierra Caliente y las que pasó en prisión, a causa de lo que él mismo dijo minutos más tarde: “Me encerraron por lo que digo”. En punto de las 16:40 horas, arribó el ex líder de los autodefensas de Tepalcatepec, Michoacán, al histórico Pueblo Mágico de Tacámbaro, el punto de reunión fue en el portal que engalana la ex mansión natal de la señora Amalia Solórzano de Cárdenas, esposa del General Lázaro Cárdenas del Río.Mireles fue recibido por la profesora Mireya Aguilar González, promotora cultural del municipio, fundadora de la FILIT y gestora de los procesos para que el médico presentara su libro durante la tercera edición del evento que está sucediendo. Acto seguido, Mireya Aguilar González, coordinadora de la FILIT, habló a los asistentes sobre la importancia de la lectura para el despertar y desarrollo en la sociedad, ya que por éste medio se forman criterios y es posible la toma de decisiones a favor de proyectos que impacten de forma positiva y en común. La obra bibliográfica del autor fue presentada por el catedrático de la UNAM Pablo Alarcón, acompañante del médico, quien en breve habló sobre el contenido de la obra, resumido en los años trágicos que dieron origen a la formación de las autodefensas en la Tierra Caliente michoacana, compartió datos sobre el desarrollo bibliográfico, ocurridos durante la prisióndel luchador social. Enseguida tomó la palabra el hombre del sombrero y bigote ancho, el Dr. Mireles. Refiriéndose a Tacámbaro el medico pidió ayuda: “También sé que aquí hay ciudadanos que fueron brutalmente golpeados por el crimen, sé lo que estoy diciendo, y los que me escuchan saben lo que estoy diciendo, por eso es necesario que me ayuden hoy, a seguir levantando trincheras aquí en Tacámbaro, no las trincheras que nosotros hacíamos con piedritas para aguantar las balaceras, no necesitamos agarrarnos a balazos con nadie, necesitamos que me ayuden a despertar conciencias, dentro de sus casas, con sus propios vecinos, con sus propios amigos, con sus compañeros de trabajo y de escuela, no tenemos otro camino, despertar conciencias hoy, 23 de abril de 2018”. Se refirió a Fundación Mireles, como una organización en la que interviene su hermano Pablo y gran número de intelectuales de la sociedad mexicana. Sostuvo que su misión es la búsqueda constante de la paz social para Michoacán; apuesta a la unión como la mejor estrategia para lograrlo, dijo que mediante el diálogo entre pueblos dolidos y después de lamerse mutuamente las heridas, será posible tomar decisiones, alejar el miedo y erradicar los temas de guerra de las agendas de convivencia: “Manuel Mireles ya no anda convocando a una guerra armada, nunca voy a invitar a nadie a que tome las armas junto conmigo, porque esa no es la solución, en una guerra no hay ganadores, en cualquier guerra todos perdemos; ya lo viví, soy médico cirujano, estudié para salvar vidas y curar de enfermedades, no para andarme balaceando con cabrones que ya no nos dejaron vivir en paz”. En su intervención, Mireles Valverde abordó con su estilo y fortaleza el tema de la seguridad en Michoacán, a partir de algunos de los logros obtenidos con el surgimiento de las autodefensas: “En los pueblos donde nos levantamos en armas los legítimos autodefensas, hace más de cinco años, no se pierde un alfiler, no hay un secuestro, no hay ejecución, no hay una violación, no hay una extorción. Lo curioso es que no dejamos entrar ni militares, ni federales, ni siquiera al gobernador del estado”. Para más información checa nuestra edición impresa del 25 de abril.