Redacción / La Voz de Michoacán La cacería de delfines del pasado domingo, permitida por tradición en las Islas Feroe, se ha convertido en la más grande de la historia en esta comunidad europea, pero que generó indignación. La actividad llamada “grindadráp”, llevada a cabo durante cientos de años en esta región muy cerca de Reino Unido, permite la cacería de ballenas piloto y delfines de flanco blanco. Sin embargo, solo se permite la muerte de alrededor de 600 ejemplares de los primeros mamíferos marinos y no más de 40 de los segundos. Pero este domingo la matanza superó cualquier cifra récord, incluso cuando la actividad aún no estaba regulada: en 1940 cazaron 1,200 delfines, 900 en 1879, 856 en 1873 y 854 en 1938. De acuerdo con el presidente de la Asociación de Balleneros de las Islas Feroe, Olavur Sjurdarberg, en declaraciones a la BBC, relató que cuando se encontró la manda, estimaron que solo había 200 delfines –por mucho una cifra que supera a la permitida (40)–. Empero, las embarcaciones cazadoras acorralaron a los mamíferos en la playa de Skálabotnur en Eysturoy, donde fueron asesinados con cuchillos. Entre, literalmente, un mar de sangre, fueron sacando uno a uno los delfines muertos, hasta contabilizar 1,428. Imágenes sensibles, tomadas de Sea Shepherd: JUSTIFICAN LA CAZA Quienes cazan las ballenas y los delfines argumentan que la actividad es una forma sostenible de recolectar alimentos de la naturaleza, además de un componente importante de su identidad cultural. Lo que hacen con la carne obtenida del “grindadráp” es repartirla entre los participantes y los habitantes del distrito donde se realiza la caza, pero como hay demasiado producto, también se ofrece a otros distritos para no tirarlo. LA CONDENA Entre las muestras de desaprobación e indignación por la exagerada cacería, incluso de propios balleneros y de residentes de Islas Feroe, se encuentra la de Sea Shepherd, un organismo activista internacional que lucha por la conservación de los océanos. Para Sea Shepherd esta es la caza más grande de delfines o calderones en la historia de las Islas Feroe y es posiblemente la caza más grande de cetáceos jamás registrada en todo el mundo. “Si bien Sea Shepherd ha estado luchando para detener el 'Grind' desde principios de 1980, esta última masacre de delfines es tan brutal y ha sido tan mal manejada que no es de extrañar que la caza esté siendo criticada en los medios de comunicación de las Islas Feroe e incluso por muchos balleneros y políticos de las Islas Feroe”. El movimiento, a través de un artículo en su sitio web, denunció diversas irregularidades, como que el encargado del Grind para el distrito nunca fue informado de esta caza, por lo tanto nunca autorizó la caza, pero fue el encargado de otro distrito quien dio el visto bueno, sin la debida autoridad. Además, muchos de los participantes no tenían licencia; sin embargo, Sea Shepherd hizo énfasis en la manera en que muchos delfines murieron. …muchos de los delfines todavía estaban vivos y moviéndose incluso después de haber sido arrojados a la costa con el resto de su manada muerta. (…) muchos de los delfines habían sido atropellados por lanchas a motor, esencialmente fileteados por las hélices, lo que habría resultado en una muerte lenta y dolorosa”.