Juan Bustos / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El uso político de la historia para favorecer posturas extremas impide una valoración correcta de los procesos históricos en temas como la Independencia de México, ante polémicas como son las herencias hispánicas y la conformación de una identidad nacional, expone con motivo de las Fiestas Patrias el historiador nicolaita Jaime Reyes Monroy. En el marco de la celebración CXI aniversario de la Lucha de Independencia, el historiador expuso que se tiene que ser consciente de que la conformación del país y la identidad nacional es un proceso histórico, como en el caso mexicano, viene de una tradición con un pasado colonial de más de tres siglos, donde la mezcla cultural es algo por lo que han pasado muchos pueblos y no necesariamente es algo negativo. El académico de la Universidad Michoacana recordó que este día se celebra el inicio de la lucha de independencia que tuvo una historia de 10 años, pero también es de relevancia que la consumación cumplirá 100 años en algunos días y suele ser dejada de lado. Relató que todo el proceso de la insurgencia iniciada en 1810 por Miguel Hidalgo tuvo episodios importantes: desde la conformación de un Congreso en Chilpancingo, la Constitución de Apatzingán o la constitución de una Junta de Gobierno en Zitácuaro, pero tampoco se puede entender la historia sin la firma de la consumación de la Independencia. Detalló que esta celebración no debe chocar con la que se celebra el 16 de septiembre, sino que ayuda entender el proceso de a través del cual se logró la formación de una nueva nación, libre de la corona española. En este contexto se debate sobre símbolos y herencias de los procesos históricos; por ello dijo que el reivindicar o no determinada tradición cultural tiene que ver con el uso político de la historia, tal como ha sucedido en los últimos días por figuras del gobierno federal: “hoy en día, con la gran cantidad de investigaciones de lo que realmente representó el pasado colonial en nuestro país, desde una perspectiva cultural, antropológica, sociológica y política no debe causar problemas en una sociedad que se reconozca como pluricultural”. La identidad mexicana también es hispánica El historiador explicó que la herencia hispánica se tiene cotidianamente presente a través del idioma y las creencias religiosas, símbolos y valores que forman parte de la mexicanidad; “la historia nos enseña que los pueblos van cambiando y en este caso se transita por un periodo de Independencia se forjaron nuevos valores que hoy perfectamente conviven con la herencia”. Manifestó que muchas de las discusiones en torno al tema del periodo colonial y la hispanidad son buenas, siempre y cuando partan del respeto y reconocimiento de lo que somos: “hay cosas que nos conforman como sociedad y tenemos elementos muy importantes de nuestro pasado hispánico que nos dan una identidad propia”. El académico subrayó que los extremos no son buenos y no se trata el negar una herencia que se tiene: “hay elementos de la cultura mexicana que perviven durante mucho tiempo; el problema está en las visiones que se quieren imponer”. Dijo que un ejemplo de la herencia es el tema religioso, donde el Estado mexicano nace señalando que la religión católica debería ser la única y hoy se evoluciona con la libertad religiosa, pero se tiene esa herencia, derivada que la sociedad fue muchos años ampliamente católica y se tiene que respetar como un proceso cultural que pervivirá durante mucho tiempo. Posturas personales no se deben imponer Indicó que a este gobierno de López Obrador le ha tocado conmemorar la fecha de la consumación de la independencia y donde se tiene que abordar el papel de personajes ‘satanizados’, como Agustín de Iturbide, frente a otros personajes que se han abordado con mayor frecuencia como fue Miguel Hidalgo o el mismo José María Morelos. Manifestó que uno de los asuntos tiene que ver con la política educativa son los contenidos de historia, donde a lo largo del tiempo se ha visto el uso de un discurso oficial en ellos que no necesariamente recoge la realidad, que se ve en la recuperación histórica que se hace a través de las investigaciones y el trabajo académico. El asunto de la Conquista, que es un tema que se debate a nuestros días, pero se debate desde el siglo XVIII, desde el momento en que se hace una revisión de la historia donde se encontrarán siempre filias y fobias”, subrayó. Agregó que se tiene que llegar a un punto de acuerdo en torno al tema de la independencia y llegar a un reconocimiento de que somos producto de una realidad política diversa, atender a los diferentes orígenes que se nos forma como mexicanos. El Gobierno de la República tiene un reto importante para atender de manera muy apegada la ciencia histórica a partir de los avances de las investigaciones en torno a la interpretación real de la conquista de México y la consumación de la independencia”, aseveró. “Me parece, además, de la labor que tiene el gobierno a través de las instituciones educativas de llevar parte de los festejos y conmemorar las fechas, creo que como mexicanos tenemos ya una conciencia más abierta, que nos permite hacer un análisis a partir del conocimiento acumulado de lo que verdaderamente representa hoy en día estos hechos”, dijo. Concluyó que esta recuperación histórica que ayuda a conformar valores siempre tiene que darse en el marco del respeto y de no imponer visiones personales sobre las investigaciones reales de los eventos del pasado.