Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Luego de años con cifras en ceros, finalmente Michoacán pasó a color rojo en el Semáforo Delictivo por el delito de extorsión. Los indicadores refieren un incremento que situó al estado por encima de la media nacional en el delito, cuyo principal reto es la falta de denuncia. La organización Semáforo Delictivo destacó que dos ciudades concentran la problemática por el delito. Morelia, por un lado, ostenta niveles de incremento superiores al 600 por ciento respecto al año pasado y una cifra superior a la media nacional. En lo que va de este año se ha documentado un total de 20 carpetas de investigación en la ciudad capital con un promedio de 4 casos por mes. Según el reporte obtenido a través del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el mes de junio alcanzó junto con otros delitos la mayor incidencia. En un comparativo con los indicadores de 2020 al mismo periodo, únicamente se documentaron 3 casos a través de las denuncias generadas ante la Fiscalía General del Estrado (FGE). Asimismo, en 2019 no se levantó ni una sola denuncia también en el mismo periodo analizado. Los indicadores del Semáforo Delictivo revelaron que la capital michoacana documentó 0 denuncias entre 2016 y 2019 por el delito de extorsión, a pesar de que especialistas advirtieron sobre la tendencia que quedaba prácticamente en números grises por la falta de denuncias. Por otro lado, el municipio de Uruapan concentro un total de 5 carpetas de investigación por el mismo delito en los últimos meses. En este caso, la incidencia ha sido intermitente con el paso de los meses, siendo el mes de febrero el que generó 2 denuncias a través de la Fiscalía Regional de Uruapan. Al igual que en Morelia, durante los últimos años Uruapan documentó 0 carpetas de investigación y en algunos casos una denuncia por año como parte de la tendencia estatal, que situó al estado en color verde en el delito que año con año afectaría a una cantidad no estimada de ciudadanos. Lo anterior representa parte del contraste por el cual las cifras se dispararon en más del 600 por ciento respecto al año pasado y en más del 2 mil 200 por ciento respecto a la media histórica del estado de Michoacán en los análisis de base de datos del estado. Existen diferentes tipos de extorsión, si bien aquella relacionada al crimen organizado es la que ocupa los principales reflectores, prácticamente todos los días miles de personas son víctimas de intentos de extorsión vía telefónica o en redes sociales. Desde la llamada sobre un falso secuestro, amenazas de muerte a cambio de un depósito bancario o saldo para telefonía, o bien la llamada del supuesto pariente migrante que requiere que se le depositen miles de pesos para poder ingresar al país, son la constante, y de los cuales, si bien la mayoría de los ciudadanos no le dan importancia, aún representa un riesgo por la cantidad de tatos personales que siguen siendo entregados a grupos delincuenciales. Especialistas refieren que la constante es recibir una llamada telefónica que confunde a la víctima o la presiona para obtener dinero u otro beneficio. Una persona es víctima de extorsión si le hacen creer que es un familiar en peligro (fingiendo voz de angustia), un servidor público o cualquier persona ajena que lo amenaza directamente; lo amenazan con el secuestro de algún familiar, le ofrecen ayuda para salir de un problema legal, le hacen creer que es beneficiario de un sorteo o rifa, es amenazado con la difamación pública o con infringirle daños, le exigen un depósito en cuentas bancarias, órdenes de pago o compra de tarjetas telefónicas. Al respecto, el Fiscal General del Estado, Adrián López Solís ha manifestado en diversas ocasiones la problemática sobre la cual, asegura, trabajan sobre todo en lo que respecta a la confianza de la población al acercarse a denunciar a los ministerios públicos. La ampliación de las Fiscalías Regionales y hasta la instalación de sistemas de denuncia en línea, asegura, tendrán un impacto positivo para incrementar el espectro de conocimiento sobre este delito que año con año aparece en blanco en las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Observatorio Ciudadano ha denunciado en sus últimas mediciones la preocupación en torno a la falta de datos en múltiples delitos, como es el caso de secuestro y extorsión, mientras menos datos se tienen disponibles de un fenómeno delictivo, es imposible desarrollar políticas de estado para combatirles. En este caso, la normalización de la violencia y de los actos de extorsión es una problemática aún mayor.