Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Hace un año Jessica González Villaseñor salió de casa como cualquier otro día, la diferencia fue que en esa ocasión ya no regresó con vida. Desde entonces comenzó un trágico calvario para su familia. Una batalla que ha tenido muchos frentes, y que sigue sin resolverse, pero peor aún, los tiempos legales advierten que aún queda un buen tramo para que por fin llegue la justicia, esa que sus padres aclaran que nunca llegará, pues su hija, una joven maestra con muchos sueños, fue asesinada. El 21 de septiembre la profesora salió de casa. Su familia no lo sabía, pero se reuniría con Diego Urik “N”, con quien aparentemente tenía una relación. Según los peritajes ella habría fallecido esa misma noche. Su familia, inquieta fue durante las primeras horas del 22 de septiembre a presentar la denuncia y se activó la Alerta Alba. Inicialmente se pensó que el chofer de un Uber -la penúltima persona con la que habría tenido contacto- era el responsable de su desaparición, pero la historia poco a poco se fue desmenuzando. Diego Urik “N”, un jovencito de 21 años de edad, estaba detrás de todo. La desaparición de Jessica se convirtió en tendencia en redes sociales. Su hermano Cristo Villaseñor denunció y clamó ayuda. Nadie imaginaba que la profesora ya había perdido la vida producto de los golpes que recibió. Su cuerpo fue dejado en un paraje, dentro del campo de golf de Altozano, uno de los fraccionamientos más exclusivos al sur de Morelia. Tuvieron que transcurrir cuatro días para que localizaran su cuerpo. La Fiscalía General activó de inmediato todos los protocolos de búsqueda. Desplegó su cuerpo de investigación para ir atando cabos y dar con el paradero de Jessica. Michoacán estaba frente a un desafío, pues la ciudad estaba volcada, indignada, y quería de vuelta a la profesora. Marcharon por la ciudad, pero de pronto Morelia se paralizó. Un equipo especializado subió hacia Altozano, pues había datos de prueba que confirmaban que el cuerpo había sido localizado. La ciudad se silenció. Se vistió de luto. Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán. La aprehensión de Diego Urik se materializó en el estado de Jalisco hasta el 30 de septiembre, tras trabajos de inteligencia desplegados por la Fiscalía estatal. Se emitió una ficha roja y se ofreció una recompensa. El ministerio público obtuvo la vinculación al caso. Y desde entonces, las víctimas han tenido que enfrentar varias batallas legales. La defensa de quien ha sido imputado como el autor material del crimen ha hecho uso de todos los recursos legales a los que tiene derecho y ha solicitado amparos, alargando el desenlace de esta historia, en donde una familia perdió a un ser querido. La fiscal especial Verónica Guzmán Pérez habló en exclusiva para La Voz de Michoacán. Confirmó que el estado procesal de la investigación se encuentra en la etapa intermedia, misma que se divide en dos fases: la escrita y la oral. La primera ya fue presentada, y ahí se contempla la acusación y el cúmulo de pruebas que se recabaron durante las etapas inicial y complementaria. Recordó que el ministerio público ha solicitado al juez que se le imponga a Diego Urik la pena máxima que es de 50 años de prisión. Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán. Notificó que actualmente está suspendido el proceso, una vez que hay un recurso pendiente por resolver, mismo que fue interpuesto por el imputado en contra de la vinculación al proceso. En total han sido solicitados tres recursos, pero el que ya se resolvió fue el del procedimiento abreviado, mismo que fue sobreseído, es decir, el juez no dio lugar a la petición. Ratificó que también está pendiente el recurso en donde se solicita la devolución del vehículo, pero esperan que esto no entorpezca el avance del caso. La abogada afirmó tajante que la Fiscalía ha actuado en tiempo y en forma apegada a derecho. Aclaró que se han hecho las diligencias en esta investigación, que conlleva hacerla con licitud y legalidad. Recordó que en este momento se encuentra una persona vinculada al proceso. Resaltó todas las labores que se tuvieron que cumplimentar para lograr llevar ante los tribunales al imputado, pues no bastaba con un señalamiento, sino que tenía que ir con pruebas para acreditar la presunta responsabilidad. ¿La pelota en este momento no está en la cancha de la Fiscalía? “Efectivamente, esto es un proceso que está marcado por tiempos desde que se emite la orden de captura, que igualmente fue inmediatamente días posteriores a la orden de aprehensión que incluso se… para su búsqueda de localización del presunto responsable, se emite en la ficha roja e incluso se ofrece una recompensa para dar con su localización. Se estaba…tan así que está vinculado a proceso. Ahorita vuelvo a reiterar, se ha suspendido por unas cuestiones ajenas a la Fiscalía”. La familia está inconforme, sienten que sólo son trabas que alargan el proceso y que no se castigue a quien se le ubica como el responsable. “Este es un derecho que tienen las víctimas a manifestarse y a expresar su libertad de expresión. Es un derecho que incluso constitucionalmente, todos los ciudadanos tenemos derecho. Sin embargo, se han hecho por parte de la Fiscalía todas las actuaciones debidamente diligentes para acercarnos a la justicia. Ahorita en la etapa que nos encontramos, estamos a la espera de que se desahogue el juicio oral y tal, a llegar a lo que es una sentencia condenatoria, que eso sería la resolución de nuestro caso”. ¿Ven cabos sueltos que permitan la liberación de Diego Urik? “La carpeta está sostenida con más que suficientes elementos de convicción que en su momento escucharan y valorara al Tribunal de Enjuiciamiento. En este caso, si tú me preguntas si hay algún cabo suelto por el cual permitirá la libertad del imputado, te podría decir que no. Todos los elementos fueron, como te lo dije desde su momento, recabados diligentemente, precisamente respetando los derechos humanos de ambas partes por un debido proceso y así mismo recabadas con licitud y legalidad, todo apegado a derecho”. ¿En cuánto tiempo se podrá resolver este caso, partiendo de los amparos que están pendientes por resolver? “Es un proceso que lleva términos, que lleva tiempo. Estaríamos en los próximos días esperando la resolución ya desde del Poder Judicial Federal para poder reanudar como tal la continuación de esta etapa, que es la audiencia intermedia. Para estar a una sentencia tendremos que pasar esta etapa de la audiencia intermedia para posteriormente ya ir a desahogar las pruebas en sí a un juicio oral”. ¿Para esto, cuánto falta? “Ese término no lo tenemos nosotros, no depende de la Fiscalía. Los términos de las audiencias, depende del Poder Judicial, que son los que nos van marcando las pautas de fechas y horas para poder continuar con las audiencias. Sin embargo, estamos preparados para que en cualquier momento se reanude esta audiencia y poder continuar con etapa. Igual estamos listos y preparados para llevar a cabo el juicio oral”. ¿Además de Diego, cuántas personas más están imputadas en esta carpeta? “Actualmente está el acusado como tal en el delito de feminicidio. Sin embargo, hay otras tres personas involucradas en la carpeta por hechos diversos. Hasta el momento, los indicios que tenemos, las evidencias que tenemos es por encubrimiento”. La fiscal especial también informó que las tres personas que están imputadas están colaborando con la Fiscalía en la investigación, y aclaró que no podría decir hasta dónde sumaría o sería una sentencia, y esto se irá dando conforme vaya caminando el proceso. Resaltó que el encubrimiento sí está tipificado como delito en el Código Penal, y existe una pena mínima establecida. No dio las identidades de las personas. El asesinato de Jessica González Villaseñor representa quizá las cientos de historias que ocurren en Michoacán. Su familia está aterrada, clama justicia, y exige que de ninguna manera la persona detenida obtenga la libertad. La ausencia les cala. Si el crimen no se hubiera cometido, quizá hoy en vez de estar conmemorando un aniversario de su muerte, estarían con ella, conviviendo, y disfrutando lo que tanto les gustaba en familia. Hoy es la bandera que representa miles de casos que no se han visibilizado pero que son víctimas de feminicidas.
La Voz de Michoacán
