Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia. Descuido y falta de interés en los distintos niveles de gobierno han impedido conocer y atender a fondo el fenómeno migratorio que ha convertido a Michoacán y otros estados de la costa del Pacífico en un paso de retorno de migrantes centroamericanos deportados. A casi 4 años que se ha incrementado el flujo de centroamericanos y caribeños en puntos como la capital michoacana, La Piedad y Acámbaro, en el estado de Guanajuato; a pesar de que el tema es más evidente cada día, no existen cifras, censos o esbozos de políticas públicas que permitan comprender el fenómeno que requiere la atención de garantías individuales y prestar la atención en caso de ser requerida. En voz del padre Miguel Gaona, representante de la Iglesia Católica y director de la fundación Cáritas en el estado, a pesar de los exhortos de los representantes del clero local los gobiernos siguen sin enfocar el mínimo esfuerzo en esta situación Foto: Víctor Ramírez. Diariamente en Morelia y otros puntos del estado se advierten migrantes centroamericanos con destino a la frontera norte o, en la mayoría de los casos, en retorno a sus países de origen. No todos pueden llegar o regresar y se quedan varados durante semanas o meses en algunas ciudades, sobreviviendo principalmente de la ayuda que piden a la ciudadanía. Haití, Guatemala y Honduras, son las naciones de origen de donde más se han atendido personas por parte de las fundaciones en las últimas semanas, mismas que también se han topado con las dificultades para acercarse a los migrantes por la propia distancia que guardan ante la desconfianza. La fundación Cáritas, propuso a la anterior administración municipal pasada que el asunto se atendiera desde una óptica de ayuda humanitaria sobre todo en el aspecto de atender a las familias que se encuentran en tránsito, no obstante, no se tuvo eco por parte de las autoridades. Por lo anterior, explicó que para este 2021 se volverá a plantear a la gestión de Alfonso Martínez Alcázar con el objetivo de establecer criterios de apoyo a los migrantes y al mismo tiempo, velar por sus derechos humanos y su integridad. “Hemos localizado en La Piedad, que tiene presencia de haitianos y tenemos que ver la posibilidad de alguna acción, acercarnos a las autoridades y ver qué podemos hacer para ayudarles. También aquí en Morelia, La Piedad y Acámbaro que nos pertenece como diócesis”, dijo en entrevista. “Lo vamos a plantear con el nuevo alcalde (de Morelia) y lo vamos a poner sobre la mesa para dar seguimiento. Lo veo como un descuido, lo pusimos en la administración pasada del municipio, no hicimos algún trabajo para ellos y quedó en buenas intenciones”, explicó el director de Cáritas sobre el caso de la capital del estado. La presencia, según los indicadores para el año 2018, habría presentado un aumento considerable respecto al año 2016, en el cual las autoridades federales detectaron 120 casos de migrantes en el mismo periodo de tiempo. No obstante, a decir de las mismas autoridades, la cifra es muy dinámica, toda vez que suele aumentar y disminuir en consideración a las condiciones climáticas e incluso, de inseguridad en otros estados. Según testimonios de los mismos migrantes, la ruta más común, a través de Veracruz, es también la más insegura debido a la presencia del crimen organizado y bandas de asaltantes que se aprovechan de sus condiciones, por lo que buscan nuevas rutas. Por ello, en las últimas fechas ha sido normal en Morelia y otras ciudades de la entidad, sobre todo al Oriente, con los límites del Estado de México y en la zona de colindancia con Jalisco, ver a familias completas de centro americanos en estado de tránsito. Si bien las autoridades refieren que Michoacán no se encuentra en la ruta principal que utilizan los centroamericanos para llegar a los Estados Unidos, en los últimos 4 años se ha notado un incremento sustancial en la cantidad de personas que transitan por las inmediaciones de las vías del tren. A decir de las autoridades mexicanas de migración, no se les detiene, debido a que el tránsito migratorio no es un delito o una condición ilegal en el país. Únicamente los migrantes que se acercan con las autoridades mexicanas son los que se logran vincular con sus gobiernos para otorgar el retorno asistido. Al no contar con una estancia legal en nuestro país, se realiza lo que se conoce como el procedimiento administrativo migratorio en coordinación con la embajada del país extranjero, con el objetivo de darles ayuda médica, psicológica y, sobre todo, para que se pongan en contacto con sus familiares. Si bien existe el apoyo de las autoridades federales para las necesidades de los migrantes centroamericanos que se dirigen a los Estados Unidos, ha trascendido, que las asociaciones civiles son las que prestan la mayor atención a este sector vulnerable. Y es que según testimonios de los mismos indocumentados, durante su tránsito por México, son asaltados y agredidos en múltiples ocasiones. Actualmente, el principal problema al que se enfrentan las organizaciones sociales para dar apoyo a los migrantes, radica en la poca confianza que tienen las personas en esta condición para recibir apoyo. En los últimos meses de este 2021, la fundación Cáritas brindó apoyo a más de 14 personas de las cuales, la mayoría ya se encontraba en condición de retorno a sus países de origen. “No somos lugar de paso, pero sí pasan repatriados por cuestiones de que se desvían. En este 2021 hemos llevado como 14 personas atendidas. Lo que nosotros hacemos es sobre todo atender en temas de apoyo de medicamentos, alimentos, vales de transporte y asesoría jurídica. Hemos recibido 4 deportados que van a su país de origen. Nos han llegado de Guatemala, Honduras. Hay dos deportados que nos llegaron en este año que van rumbo a su lugar de residencia original”, finalizó el entrevistado.
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