2 DE OCTUBRE | Movimiento Estudiantil en Michoacán estuvo vigilado por personajes oscuros

El historiador Luis Sánchez Amaro considera que el 68 fue un periodo que representa un parteaguas para el país.

Foto: Archivo.

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El movimiento estudiantil de Michoacán de los años sesentas y setentas, fue ampliamente vigilado por los organismos de espionaje por el riesgo que veía el Estado mexicano de su radicalidad y la toma de la vía armada para el cambio social, expuso Luis Sánchez Amaro, investigador e historiador nicolaita, en el marco de la conmemoración del 2 de Octubre de 1968 con la masacre estudiantil en la plaza de Tres Culturas.

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“La historia es la lucha permanente de la memoria contra el olvido, estos hechos identifican a una generación se vuelven parte de la memoria colectiva de una generación o de una sociedad en ese caso rememorar acontecimientos”, apuntó el autor del artículo El Espionaje al Movimiento Estudiantil Nicolaita publicado en la revista Tzintzun del Instituto de Investigaciones Históricas de la UMSNH. 

Foto: Internet. Películas, documentales y cortos se han inspirado en la masacre de 1968.

En entrevista con La Voz de Michoacán, el integrante del Sistema Nacional de Investigadores, expuso que la apertura de fondos de la Dirección Federal de Seguridad, ha permitido ver cómo era la vigilancia hacia el movimiento estudiantil, “el Archivo General de la Nación (AGN) tiene en resguardo un acervo documental perteneciente a la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS)”.

Foto: Archivo. Los hechos de Tlatelolco en el 68 cimbraron al país.

Sánchez Amaro detalló que desde Venustiano Carranza comienzan las labores de espionaje e incluso en la época de Lázaro Cárdenas se perfecciona con la creación de la DGIPS, “la gente que trabaja en esta área recibió asesorías de empresas estadounidenses que se hacía de manera rudimentaria”. 

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Explicó que por lo regular el espionaje político se hace con la infiltración de los que se hacen pasar por opositores, “en concreto para los años 60 y 70, comienza la oposición que plantea la vía armada, es decir las guerrillas, como fueron los hechos del Cuartel Madera”.

Foto: Archivo. A pesar de la pandemIa, en 2020, estudiantes marcharon en Morelia para no olvidar el 2 de octubre de 1968.

Señaló que si bien no era el único sector vigilado ya que se observaba toda la oposición partidos, candidatos y personajes relevantes, “en el caso de los estudiantes ponen mucha atención porque dentro de los grupos estudiantiles, es donde se mira más veces la cuestión de la idea radical, tras episodio como la Revolución Cubana”.

Señaló que también en Michoacán en 1963 se da una Convención Estudiantil y el establecimiento de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos que se realizó en la Escuela Normal de la Huerta, en Morelia donde hubo una participación importante estudiantes del país. 

Explicó que por ejemplo la reunión de esta Central Estudiantil, fue seguida por el capitán Fernando Gutiérrez Barrios a la postre titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) de igual manera el movimiento estudiantil estuvo constantemente vigilado por los representantes o delegados de la DFS aquí en Michoacán como Rafael Chao López que después fue acusado de ser parte de un cartel de la droga y que muriera en el 2015, en Morelia. 

“El 68 representa el desenmascaramiento de un estado que había surgido de la Revolución, pero que ya no correspondía a los intereses de la gente”.

Detalló cómo surge en Michoacán esta Central en la que tiene mucha ingeniería de la Juventud Comunista, que a su vez es una organización semiclandestina, le pone mucha atención a almacenes en general al movimiento estudiantil nacional y en particular en Michoacán por tener mucha participación y por los conflictos que se empezaron a generar. 

“Gutiérrez Barrios como agente en esta corporación poco a poco se va convirtiendo en el directivo y posteriormente llega a convertirse en una leyenda del espionaje, estuvo encargado de vigilar el caso de Michoacán”, dijo.

El especialista señaló que la vigilancia en Michoacán se hacía porque había mucha movilización en la entidad y la presencia de grupos semi clandestinos como son las Juventudes Comunistas pero también las Juventudes Espartaco y el PPS, asimismo para los años setentas surgen grupos vinculados a la guerrilla.

“Se pone mucha atención porque aquí surge el Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR), si bien se acercan y ponen de acuerdo estudiantes que están estudiando en la Unión Soviética, son estudiantes que vienen de Michoacán y que también reclutan en la Universidad Michoacana, para su posterior entrenamiento en Corea del Norte, como guerrilleros”, detalló.

Sánchez Amaro manifestó que cuando el Estado detecta esto afilan su capacidad de espionaje y logran incluso infiltrar a estos grupos, varios de los que ingresan a la guerrilla después van a ser los principales informadores tras interrogatorios, con lo que logran contener a este movimiento, casi al año de su llegada de Corea lograron detenerlos a casi todos.

Para finalizar, expuso que si bien el estado lograba contener parte de los movimientos, no fue exitoso en “prevenir” la organización y en un aprendizaje de las organizaciones con el trabajo en células lograron esquivar la acción del Estado muchas veces. 

El historiador señaló que ha logrado recoger testimonios de muchos lideres en obra recientemente editada “Hablan los líderes… El movimiento Estudiantil Nicolaita a través del Testimonio oral de sus protagonistas. 1967-1977”.