Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Una caída del 15 por ciento es la que presenta la venta y consumo de pan en Michoacán. En voz de Oliverio Cruz, empresario del ramo e integrante de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), este descenso se debe principalmente a problemas económicos que han venido pegando en los últimos años. Detalló el empresario que el consumo per cápita de pan en Michoacán ha caído de 33 kilos por año a 28, “lo que habla de la situación que atravesamos”. Aunado a ello, ve una encrucijada ante el alza en los costos de los insumos y la dificultad para subir el precio de las piezas dada la crisis económica que persiste en la entidad. “La industria panificadora como tal producimos un alimento básico, por lo que estamos sensibles a los incrementos”, compartió Oliverio Cruz, al referirse al tema de la escalada de costos que se experimenta desde el año pasado. “Las grasas, las harinas, todos los insumos de panificación han subido desde un 10 y hasta un 70 u 80 por ciento”, aclaró. Este mismo incremento en los precios ocasionó que desde mediados de 2020 varios negocios del ramo tomaron la decisión de incrementar entre 10 y 15% el precio de las piezas. Y es que, arrastrado por los costos disparados de gas y gasolina, buena parte de los insumos y otros rubros de la industria de alimentos se fueron por los cielos en cosa de meses, en una situación que se volvió más compleja ante el escenario de contingencia sanitaria y crisis económica por la pandemia de COVID-19. “Eso nos ha metido ruido y hemos visto como el consumo de pan viene a la baja, nos metemos en problemas porque no podemos ajustar el precio hacia arriba, sobretodo de pan, porque también la economía familiar está muy lesionada”, explicó el empresario. Dijo que son tiempos en que las panaderías tienen que ser muy eficientes y ver cómo se pueden optimizar las materias primas, el funcionamiento y la operación de cada uno de los negocios, “pero sí la situación es muy grave”. Bajo este orden de ideas, Oliverio Cruz comentó que espera que en breve se dé una plática con las autoridades estatales y municipales; “el alimento ahorita más económico es el pan y necesitamos que se proteja, que los ayuntamientos y el Gobierno del Estado sean conscientes que tenemos mucha hambre”. Mencionó que hay cientos de panaderías que siguen presentando problemas de liquidez, por lo que no descarta la posibilidad de que por medio de Canainpa y con los gobiernos se pueda tener acceso a algún tipo de financiamiento con intereses accesibles. Mencionó que unas 300 panaderías en todo el estado, cerca del 5 por ciento del total de negocios de este ramo, han tenido que bajar la cortina debido a esta falta de recurso y la continua crisis, si bien admite que algunas panaderías han vuelto a abrir recientemente con la esperanza de tener ventas esta temporada. Detalló que anteriormente se tenía un consumo de 33 kilos al año per cápita, y actualmente descendió a 28 kilos, por lo que, obviamente, la baja en el consumo del pan sumado a la difícil situación económica ha puesto a buena parte del sector en jaque, si bien existe confianza de que se le pueda dar la vuelta a la problemática. Consideró que, justamente, la expectativa que año con año se da en la temporada de Día de Muertos es buena para aumentar la venta de pana, “ya que es una tradición muy arraigada”, si bien no se aventuró a anticipar un porcentaje de recuperación.