Ante falta de acuerdos, comunidades indígenas van por el retiro del monumento a Los Constructores

Las 65 comunidades que integran el Consejo Indígena de Michoacán buscan que se quite del acueducto la escultura de más de 50 años de antigüedad.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Ante la omisión y la falta de diálogo institucional en el retiro del monumento de los Constructores en la ciudad de Morelia, comunidades originarias de Michoacán retomarán acciones y movilizaciones en sus propias manos a partir de este martes.

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En el marco de la conmemoración del Día de la Raza, las 65 comunidades que integran el Consejo Indígena de Michoacán buscarán por sus propios medios exigir a las autoridades el retiro inmediato de la escultura que integra Fray Antonio de San Miguel e indígenas constructores en el acueducto de Morelia.

La organización originaria aseguró que en los últimos 12 meses no han tenido respuesta por parte de las autoridades municipales y estatales en torno a retirar la escultura de más de 50 años de antigüedad ubicada en uno de los accesos al primer cuadro de la capital michoacana.

Durante la tarde del lunes, los representes del Consejo Supremo sostuvieron la primera y última reunión con la nueva administración del ayuntamiento de Morelia para plantear el retiro pacífico y consensuado de la estructura de bronce.

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A pregunta expresa sobre el retiro por la fuerza de las estatuas, el vocero Pavel Ulianov Guzmán se limitó responder respecto a las acciones que emprenderán como colectivos, encaminado a hacer respetar el pasado prehispánico de Michoacán.

A pesar de que en su momento se sentaron mesas de diálogo con la gestión de Raúl Morón Orozco al frente de la capital michoacana, el Consejo Supremo aseguró que al gobierno morenista le faltó "voluntad política" para retirar el monumento que consideran como una falta de respeto y un símbolo de la opresión a los pueblos nativos.

Foto: Sam Herrera Jr., La Voz de Michoacán.

Ha pasado prácticamente un año desde que las comunidades indígenas emplazaron con derribar el monumento que se encuentra en las inmediaciones del acueducto de Morelia y que presenta a fray Antonio de San Miguel junto con un grupo de constructores, obra alusiva a la construcción del emblemático Acueducto.

La consulta celebrada en el mes de julio de este año tenía como objetivo auscultar la opinión de los ciudadanos en torno a retirar la escultura que muestra a Fray Antonio de San Miguel dirigiendo a los constructores que edificaron el monumental acueducto de Morelia. A participación contó con cientos de votos cuyo resultado no fue contundente para las autoridades municipales.

Desde que llegó a la presidencia municipal de Morelia el primer día de septiembre de este año, el alcalde Alfonso Martínez Alcázar no se ha sentado con la representación de los pueblos originarios para atender este y otros asuntos.


POBLACIÓN INDÍGENA, AL MARGEN 

El Censo de Población y Vivienda 2010, registró en Michoacán 136 mil 608 personas de 5 y más años que hablan alguna lengua indígena, 14 mil 759 más que los registrados en el año 2000 (121 mil 849 personas), esto significa que actualmente 4 de cada 100 personas en dicho rango de edad habla alguna lengua indígena y están vinculados o pertenecen a los grupos originarios de Michoacán.

Los problemas en las comunidades indígenas, así como las necesidades se siguen acumulando. En los últimos años, desde la falta de apoyos al campo, hasta los temas de salud han sido caudal de manifestaciones en todas las regiones.

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Desde el 2018, se presentaron adeudos y reducción a los programas del campo Michoacano, en concreto para las comunidades indígenas. Denuncian que en términos de política y función pública se les sigue dejando fuera a pesar de las necesidades.

Otro aspecto, es que los indígenas de Michoacán se enfrentan a las lagunas legales para el reconocimiento de sí mismas. Debido a que la lengua se ha ido perdiendo con el paso de los años, no logran ser reconocidas ante el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y, por ende, se les llegan a negar apoyos económicos en ese mismo rubro.

La invisibilidad de los pueblos originarios del oriente y otras zonas de la entidad es evidente en regiones del estado como el oriente michoacano, en dónde a diferencia de otras etnias, la desaparición cada vez es más fuerte.