Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán Uruapan, Michoacán. Los costosos tratamientos en los hospitales privados para atender contagios de coronavirus o bien la falta de medicamentos en nosocomios del sector salud, e incluso la ocupación al 100 por ciento de las áreas COVID, han sido factores para una mayor demanda de la medicina tradicional con tratamientos a base de infusiones, ungüentos, masajes y hasta “rituales para la sanación del espíritu, alma y corazón”, señalan médicos tradicionales. “Los 70 o 100 pesos que se cobran por consulta y en ocasiones hasta 300 pesos cuando se le abastece al paciente de los medicamentos, incluida una limpia con huevo o plantas, son nada contra los cientos de miles de pesos que cobran en los hospitales privados con la misma alternativa de esperar una reacción favorable en el paciente, unos con medicina de patente y otros con sólo la ayuda de la naturaleza”, señaló Margarita Gómez Rocha, médico tradicional. Originaria de la comunidad indígena de Caltzontzin, donde ha establecido su consultorio desde hace varios años como parte de una herencia de generaciones pasadas, dijo que la pandemia de COVID 19 inicialmente redujo la demanda de los curanderos, muy posiblemente porque la gente permanecía en sus casas; sin embargo, ante el aumento u olas de contagios que abarrotan los servicios médicos públicos y privados, la gente ha pensado que la medicina tradicional puede ser una opción. Ramas, hojas, raíces y hasta frutos de plantas, arbustos y árboles son la base de la medicina tradicional, pues a partir de ahí se realizan las fórmulas diversas para abastecer las boticas de cada médico o hasta comunales con espacios para complementar las consultas con masajes relajantes y curativos, además de las limpias. “En los hospitales de la ciudad se dice que tras la aplicación de las medicinas hay que esperar a ver cómo reacciona el paciente, y entre nosotros decimos que la vida es parte de la naturaleza, cuyo comportamiento es una determinación del creador”. Foto, Rogelio Arellano. En esta pandemia los tratamientos para sanar las vías respiratorias o las complicaciones en otros órganos que genera la COVID-19 ha provocado una mayor demanda de ciertas especies, lo que, aunado a la disminución de los bosques por efecto de incendios, talas ilegales o cambiarlos por huertas de aguacate, dificulta su recolección. “Eucalipto, hoja santa, hojas de guayabo, jengibre, gordolobo y hasta hojas de neem, entre otras variedades son la base de para los tratamientos con infusiones, pomadas y aceites”. “Somos parte de la naturaleza, nuestros cuerpos deben estar en contacto directo con el aire puro, los suelos y sus aguas, por ello uno de los complementos en los tratamientos, cuando no existe fiebre o infección grave de las vías respiratorias u otros órganos, es que se debe salir del aislamiento en las ciudades para caminar, limpiar los pulmones y la sangre con buen oxígeno, pero sobre todo, meditar para limpiar nuestra alma, el espíritu y corazón”, señaló la experta curandera. En la vida terrenal, añadió, la ciencia sigue dando poco crédito a la medicina tradicional, pero la realidad es que ha perdurado quizá desde la misma creación del ser humano. “Ahora con la pandemia las consultas han aumentado; de cuatro o cinco que tenía de lunes a viernes en mi consultorio de mi domicilio, han aumentado al doble o un poco más, situación que ha sido mucho mejor para otros compañeros, al grado de que muchos que habían dejado de ejercer han regresado, o bien algunos de las nuevas generaciones se interesan por esta disciplina”, sostuvo. La cosmovisión de la etnia purépecha ubica a un creador que trajo agua, viento, tierra y fuego. “Ellos nos dan vida y la vida es día y noche, luz y sombras; son pocos quienes recurren a la oscuridad para algunos tratamientos, pero la mayoría nos guiamos por la luz, por las energías positivas, porque al final es la vida de nosotros es una decisión del creador”, refirió la veterana médica tradicional en alusión a lo que se conoce como brujería o magia negra. Foto, Rogelio Arellano. Celebran el Día Mundial de la Medina Tradicional Por otra parte, autoridades municipales, en coordinación con grupos de médicos naturistas, celebraron el Día Mundial de la Medicina Tradicional. Para ello celebraron un ritual especial en el interior del Parque Nacional Barranca del Cupatitzio, que culminó este domingo con una feria de la salud en la Plaza Morelos, del centro de la ciudad. De esta forma, decenas de practicantes de la medicina alternativa agradecen a los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire, sus poderes para dotarlos de conocimientos y habilidades que les permiten ejercer este oficio prehispánico, así como honrar la memoria de todos aquellos que dedicaron su vida a prevenir y sanar enfermedades, mediante métodos naturales. Fueron invitados especiales el alcalde Ignacio Benjamín Campos Equihua y su esposa, la presidenta honoraria del DIF Municipal, Yadira del Rocío Ramírez Mora, quienes refrendaron el compromiso de apoyar la medicina alternativa, sobre todo a través de que perdure de generación en generación, pues es parte de la identidad y cultura de los pueblos originarios.
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