Yazmin Espinoza / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Félix, un chico de 16 años, recibe por WhatsApp una invitación: ¿Quieres participar en el juego de la Ballena Azul, el de los 50 retos, ése en el que te tienes que suicidar al final? Félix acepta y, después de cumplir 44 retos, el administrador del juego (ese anónimo que impone los retos) le ordena tener una cita con otro jugador, con otra ballena azul. Félix acude a la cita y así conoce a Elisa. Y empiezan a hacer los retos juntos. Esta es la historia que podemos encontrar en “50 O Dos ballenas se encuentran en la playa”, película de Jorge Cuchí que se encuentra en competencia en la Sección Largometraje Mexicano del Festival de Cine de Morelia (FICM) 2021. En entrevista para La Voz de Michoacán, el director compartió sobre esta historia que, a pesar de surgir de un evento violento de la realidad, al final se transforma en la pantalla en una historia sobre la juventud y el amor, y en una cinta en la que encontramos, incluso, varios momentos de pura poesía. ¿Cómo llevar la historia de un hecho violento a una cinta llena de amor y poesía? Creo que fue una decisión personal, uno pone lo que le intersa más y la violencia está ahí porque no había de otra y porque los retos implicaban violencia. Pero a mi me intersaba contar una historia de adolescentes y de personas que están tristes pero que si pueden encontrar a otro afín. Cuando vi los retos encontré el de conocer a otra ballena azul y ahí vi la oportunidad de contar una historia de dos personas tristes que se conocen, uno tal vez porque simplemente nació así, y otra porque le arruinaron la vida, quería tener los dos polos. La película tiene muchas capas, quería hablar de la desatención de los padres también y cómo los chicos ya tomaron una decisión y siguen conviviendo con ellos sin saber nada. Quería poner temas fríos con dulzura, como el lugar donde se conocen, daban mucha oportunidad de meter poesía en esta cinta. Hay elementos cinematográficos como la pantalla dividida y contraplanos que son importantes, ¿cómo decidiste usar estas herramientas? La pantalla dividida la hice para varias lecturas, la primera es que quise que el espectador tuviera la sensación de que los personajes siempre estaban juntos, conectados, aunque no estuvieran en el mismo espacio. La otra para que se viera en qué eran distintos y en qué iguales, incluso hay diálogos que están encimados porque son muy similares. Otra cosa fue que nunca filmé a los papás, ellos siempre estuvieron fueran de la jugada, las veo como unas ausencias presentes, que no aportan nada y menos cuando estos personajes ya están avanzando en un juego que se ha convertido en su vida secreta, y quería que el espectador estuviera encerrado en esta burbuja con ellos. Muchas veces los diálogos eran cortos y el lenguaje corporal lo era todo, ¿cómo fue trabajar esto con los actores? Ahora si que lo primero que hubo que hacer fue conseguir unos actores fantásticos. Hice un casting muy rigoroso y primero la encontré a ella y mi estómago me lo dijo. A él no lo encontraba pero luego lo vi en “Esto no es Berlín” y le pedí que hiciera una escena solito y lo hizo increíble así que le dije si te rasuras la cabeza y te quitas las cejas tienes trabajo. Obviamente hubo muchas pláticas para decirles cuál era el tono de los actores, son gente que es triste pero que tiene que ser empática, el chiste es que creyeramos su relación y al final pudieron conectar. https://www.youtube.com/watch?v=Y7co0g3Z2ss La fuerza de un ‘Ok’ Karla Coronado y José Antonio Toledano son los actores que han dado vida a los jóvenes que deciden convertirse en ballenas azules y cumplir los 50 retos antes de quitarse la vida. “Son personajes que están completamente inmersos en su mundo, tienen relaciones tracsacionales con los adultos. Ellos quieren conectar con alguien más porque tienen dolores emocionales muy profundos”, comparte Karla sobre su papel. Por su parte José Antonio considera que su trabajo como actores fue justo encontrar la vulnerabilidad de los adolescent. “El juego abrió una puerta de posibilidades y fue el pretexto perfecto para que adolescentes encontraran el respiro que estaban buscando. Creo que las personas que están inmiscuidas en el juego si deben tener una desconexión muy grande con lo que te rodea”. El actor considera que la película llega, con su propuesta, a hacer al espectador un poco “cómplice” de los adolescentes ya que llegan a generar ternura mientras comenten varias atrocidades. “La película es tanto dulce como amarga, porque de pronto tienes un hoyo en el estómago de las cosas tan terrible que estás viendo y de pronto los personajes sacan alguna puntada que te hacen enternecer”.