Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A pesar de la urgencia de frenar la degradación ambiental y fortalecer los mecanismos jurídicos, el reglamento de la Ley de Conservación Ambiental de Michoacán no se ha actualizado en los últimos 10 años. Hasta 3 gobiernos estatales transcurrieron sin actualizar el marco normativo. En entrevista para La Voz de Michoacán, Manuel Arturo Chávez Carmona, titular de la Procuraduría Ambiental de la entidad (PROAM), señaló que, a su llegada a la dependencia administrativa de protección a los ecosistemas, se encontró con el rezago en la reglamentación de la legislación actualizada hace poco más de 7 meses. Advirtió que desde la gestión de Fausto Vallejo en 2011 y hasta la fecha, se empleó un reglamento “supletorio” que ha traído consecuencias a la hora de establecer procesos legales y jurídicos por daños ambientales. En términos generales, procesos administrativos iniciados por la PROAM se han “caído” por la condición del reglamento y las habilidades de los abogados para salir abantes de cualquier proceso por daño ambiental en el estado. Fue en marzo de este año en que el Gobierno de Michoacán y el Congreso del Estado celebraron la publicación y decreto de la Ley de Conservación Ambiental en el estado, No obstante, sigue pendiente el desarrollo de los reglamentos que permitan aterrizar las leyes y garantizar la protección. “Un problema que tiene la PROAM, no es la ley reciente de marzo que se acaba de publicar en Conservación ambiental. Está aplicando un reglamento de hace 10 años, la anterior ley del gobernador Vallejo nunca tuvo reglamento. La que tuvo fue la generada con Godoy y ese es el reglamento que estamos usando de manera supletoria, sin embargo, como ternemos esa característica el reglamento de ser supletorio abogados inteligentes nos tiran los procedimientos”, explicó el funcionario estatal en entrevista para esta casa editorial. Se espera que en un lapso no mayor a los primeros 6 meses del gobierno de Ramírez Bedolla se asiente un primer esfuerzo de regla de la Ley de Conservación Ambiental en el estado de Michoacán para atender asuntos como el cambio ilegal de uso de suelo, la proliferación de desarrolladoras urbanas, extracción de materiales pétreos, cañones antigranizo y hasta 100 fenómenos distintos. Una primera tarea es un área de tres personas, los tres abogados están con la tarea inmediata de generar el reglamento de la Ley de Conservación Ambiental de esta nueva ley. Yo espero que maso menos que en unas dos o 3 semanas tengamos un borrador para el área jurídica de gobernador, lo afinen ellos y tengamos antes de los 6 meses un reglamento actual de la ley actual que nos permita fortalecer los procedimientos que hacemos. Foto: La Voz de Michoacán No es el único punto que se encuentra pendiente en términos de reglamentación y de leyes a nivel local y en material ambiental. En voz de Chávez Carmona y de activistas del estado, desde hace casi 2 años y medio se mantiene pendiente el nombramiento del titular del Consejo Estatal de Ecología. Luego de la preocupación externada por los científicos y activistas respecto a la falta de una agenda ambiental. El titular de la PROAM explicó que se está trabajado a través de foros conformados por los tres niveles de gobierno para afinar los detalles antes de dar a conocer a la opinión pública en próximas semanas. Cabe destacare que mientras los pendientes legislativos y normativos del estado se siguen acumulando, el medio ambiente en Michoacán sigue en franco deterioro desde hace más de 30 años con fenómenos como el cambio ilegal de uso de suelo. Asimismo, las plagas forestales han impactado a una cantidad aún no especificada de regiones y ha completas de bosques y otros ecosistemas boscosos. Insectos descortezadores hongos y otros tipos de bichos devoran cientos y miles de hectáreas cada año sin que se tenga información en todas las dependencias ante la falta de capacidad de cubrir todas las regiones. En paralelo, especialistas han advertido que hasta un 80 por ciento de las aguas superficiales del estado se encuentran en alto grado de contaminación orgánica y química que pone en riesgo tanto a la flora y fauna como a las distintas actividades económicas. La sequía constante también representa daños a gran parte de los cuerpos de agua que, si bien registraron recuperación por las lluvias de este 2021, se estima la muerte de varios embalses para las próximas décadas por la degradación de las zonas de recarga.