María Guadalupe González Valadez Nos encontramos en los 16 días de activismo contra la violencia de la mujer, hoy por hoy y pese al transcurso de los años y el activismo constante, la violencia sigue. En la actualidad, las mujeres pertenecientes a pueblos originarios, si es madre soltera, es estigmatizada y si pretende estudiar, su familia de mujeres debe esconderla para que nadie la vea, pues es doblemente señalada, en los hogares, sigue siendo la que lleva la carga del cuidado del hogar, y en el caso que además también trabaje, sigue habiendo la doble jornada, pues aun y cuando el hombre cada día participe, no lleva la carga principal, como el de la mujer, es solo un colaborador. La Convención sobre la Eliminación de Todas Las Formas de Discriminación Contra la Mujer, define a la violencia contra la mujer como: “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o un sufrimiento físico, sexual o psicológico, para la mujeres, así, como la amenaza a tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública, como en la vida privada”. Aunado a ello, la discriminación contra la mujer, así como las desigualdades de género son algo cotidiano, la violencia es ejercida todos los días, está presente en todos los ámbitos de su vida, es sistemática y es una violación a sus derechos humanos, reiterada, extensiva y arraigada en el mundo, el daño a la salud, la libertad y la seguridad, en la vida de una mujer frena su desarrollo y el de la propia sociedad en su conjunto. La violencia hacia la mujer es un tema toda vía pendiente para su erradicación, por lo que el Comité de la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la mujer, ha recomendado un análisis de datos, que permita una identificación de errores en las órdenes de protección dictadas, que servirá para mejorar y desarrollar medidas más eficaces y eficientes en la prevención. Asimismo, es necesario a juicio del comité, seguir asignando recursos humanos y financieros apropiados en cada territorio para que se apliquen leyes y políticas para la prevención de violencia por razones de género contra la mujer. Al reconocer que las leyes, pero sobre todo las políticas implementadas para erradicar la violencia contra la mujer aún no han sido suficientes, si examinamos la problemática y la trabajamos más intensamente, estemos en cumplimiento de la Convención. Para ello solo hay que dar una vista a la información sobre violencia de la mujer que el Secretariado Ejecutivo Nacional, reporta a partir de enero-octubre del 2021, en participación relativa de las presuntas víctimas mujeres por delito 90,283, siendo las lesiones dolosas las que ocupan un porcentaje mayor del 57.81%, seguido de las lesiones culposas, que oscila en el 16.0%, pero en el caso de los feminicidios, por ser un delito de alto impacto, y que trasciende en la esfera de nuestra sociedad mexicana, el propio Secretariado reporta que de enero a diciembre del 2020, se cometieron 946, y en el año de 2021 de enero a octubre, se han cometido ya 809 feminicidios y que la tendencia nacional va a la alta. Además no debemos de olvidar que en el seno de su familia, sea niña o adulta a la mujer, se le han cometido un sin número de delitos de violencia familiar y que el propio Secretariado Ejecutivo Nacional reporta, para el 2020 de enero a diciembre un total de 2020,031, delitos en esta índole y que de enero a octubre del 2021 un total de 214,277 delitos de violencia familiar, siendo el mes de mayo de éste año el que logro la más alta traza en los últimos 6 años a 23,909, reportando un aumento del 16.2%. Todo este nos lleva a reflexionar, cuales son las políticas públicas, diferentes que debemos implementar a las ya existentes, ¿cuáles funcionan? y ¿cuáles deben ser reorientadas?, en vías de prevenir para erradicar y erradicar todo acto de violencia en contra de la mujer. 1). Platicas de Orientación, relacionadas con el tema dirigidos a todas las personas y a las mujeres en busca de su reconocimiento y participación efectiva, como entes de la sociedad libres de violencia; 2). Educación en la paz, 3). Masculinidades; 4). Tipos de violencia a la mujer y su identificación como preventiva y de erradicación, etcétera. La Política criminal, nos indica que toda forma preventiva, aún no ha funcionado, debemos seguir estudiando el tema, y visibilizarlo para prevenirlo y erradicarlo es la respuesta.
La Voz de Michoacán
