Redacción / La Voz de Michoacán México.- Los restos óseos de Juan Carlos López López estuvieron en el SEMEFO más de un año, mientras su madre pasó todo ese tiempo buscándolo. El hombre desapareció en la Central de Abasto de Celaya, donde trabajaba, el 30 de septiembre del 2020. Milenio revela que recibió una llamada y dijo “ahorita voy”. Después de eso, su familia no volvió a saber él. Su madre, la señora Aurora, comentó que su cuerpo sin identificar fue encontrado el 29 de octubre del mismo año, es decir un mes después; sin embargo, la fiscalía le notificó hasta diciembre del 2021 que, “partes” del cuerpo de su hijo estaban en el Semefo, de acuerdo con Milenio. “Es una cosa muy triste que uno va a la fiscalía, anda vuelta y vuelta y no hay resultados, no hay nada, fíjese, a él se lo llevaron el 30, lo encontraron el 29 de octubre, un año después, estuvo un año en el Semefo y uno vuelta y vuelta, abriendo carpetas y todo y nunca decían nada. “No le dan a uno nada, en mi caso, como mi hijo desapreció en el mercado de abastos, que iban a revisar las cámaras, luego, que ya tenían un testigo, iba uno y nunca le daban a uno información y al último se quitaron con que las cámaras no servían, que no tenían nada, ningún resultado, que no había avances pero que no se desesperara uno, que ellos estaban trabajando, yo no sé de qué forma”. Aurora manifestó que dentro de los trabajos que realizó la fiscalía estuvo la realización de pruebas de ADN a su nieto, hijo de Juan Carlos, y tiempo después a ella: “Ya cuando nos hablaron nos dijeron que el 97 por ciento de la genética, correspondía a la de su hijo y el otro 99 por ciento con la mía, pero pues me entregaron, que le puedo decir, nada, puedo decir que nada, yo lo recibí porque es una pena muy grande estar buscando pero aún tengo este pesar de que recibí lo que recibí, los restos óseos que recibí, porque me dicen que no había más, porque lo habían quemado, que por eso no rescataron más, que si llegaran a encontrar más, ellos me avisaban”. Con información de Milenio