Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Por descuido u omisión, en Aguililla no quieren que el gobierno entre, desplace a un cártel, se vaya y deje las puertas abiertas para que otro grupo se meta. “Ya pasó hace dos años, nosotros en las tenencias del municipio ya lo vimos, ya lo sufrimos y la gente ya no puede resistir otro embate así”, dice el párroco de Aguililla, Gilberto Vergara. Aunque ese lado de la tierra caliente michoacana tenga la influencia del Cártel Jalisco Nueva Generación, no se está a favor de un grupo o que se esté defendiendo “su territorio”, “esa guerra es ajena a nosotros”, aclara el sacerdote. Ayer jueves por la tarde, un reducido grupo de personas –no se convocó a la multitud–, encabezado por el clérigo y el edil, acudieron a la base militar asentada en la cabecera municipal para exponer la problemática al Teniente Coronel a cargo, con quien se entabló un diálogo amable y atento, destaca el párroco. Tras los hechos violentos registrados el pasado sábado, cuando se enfrentaron militares y pobladores en la comunidad de Loma Blanca, muy cercana a Tepalcatepec, se expuso que hay varios desaparecidos “que están escondidos por miedo a salir o por muchas otras cosas”. El padre explicó al alto mando militar que la gente de Aguililla que tuvo el conflicto con los soldados ese día, estaban allá porque tienen “cabalmente” parcelas entre El Aguaje y Loma Blanca, pero ubicadas en el municipio de Tepalcatepec. Se aclara que el enfrentamiento no fue con militares de Aguililla, sino con los que se encuentran en el municipio vecino, pero se busca un canal para que hagan llegar sus demandas al General Enrique Covarrubias, encargado en Tapalcatepec. No se está en contra del gobierno, ni querer impedir su actuar, lo tenemos bien claro, pero sí se trata de que si el gobierno entra, como parece que va a suceder, nos asegure que no deje la puerta abierta para que aquellas personas armadas del otro lado se metan a hacer lo que ya hicieron hace dos años, que fue algo terrible para El Aguaje”. AÚN CALAN LAS LLAGAS DE HACE DOS AÑOS “Hay cosas del pasado que nos han dejado llagas muy grandes”, continúa exponiendo el párroco, que espera que no se vuelvan a repetir, tampoco algo similar a lo del pasado fin de semana. El padre relata que hace dos años, después de que entró la Guardia Nacional en el Aguaje, dejaron la puerta abierta y el cártel de Los Viagra se metió e hizo lo que ya se vio ahí y en el Limoncito, especialmente. Ya sabemos lo que pasa cuando hay cambio de dominio, cambio de terreno, las fronteras se mueven. No se trata de que la autoridad entre y se vaya, sino que tome el control, porque a nosotros no nos sirve de nada que entren, desplacen a un grupo y dejen que se meta otro”. LA OTRA VERSIÓN: ‘MÁTENLOS, A LA VERGA…’ Pasado el mediodía del pasado sábado 29 de febrero, comenzaron a circular videos en redes sociales sobre ciudadanos heridos de bala, presuntamente agredidos por militares. La información primero fue negada por la Secretaría de Seguridad Pública del estado, luego que sí hubo enfrentamiento, primero que fue agresión hacia pobladores, posteriormente se afirmó que fueron los militares los atacados. Incluso, dos días después, en conferencia de prensa, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, defendió la postura oficial: “Fue el Ejército Mexicano el agredido en un primer momento por la población, movida, incitada por los grupos de la delincuencia, esa es la verdad”. Durante el encuentro con el mando castrense en Aguililla, la tarde de este jueves 3 de febrero, se presentó un joven que estuvo el día de los hechos y que le llegaron “de rebote” balazos. Con muletas, un pie vendado, relató su versión: “Ese sábado íbamos todos para El Aguaje, desde Loma Blanca, para qué les digo mentiras, eran los otros del Ejército Mexicano (de Tepalcatepec)”. Dijo que estaban a la entrada de Loma Blanca, había niños, señoras, “ahí están todos los videos. ¿Qué fue lo que pasó? Empezaron a dispararnos sin llegar hasta donde estaba Loma Blanca pa’ que nos regresáramos”. Llegó el General, llegó arrempujando y dijo: ‘Mátenlos, a la verga’, y fue cuando uno de los guaches (soldado) empezó a disparar. Gracias a Dios a mí (los balazos) fueron de rebote, la verdad no me dolía, aquí tengo las balas metidas todavía”. Luego los elementos castrenses retrocedieron y “fue que los agarramos a pedradas”, reconoce el testigo. También aseguró que pasó el helicóptero de las fuerzas federales y desde ahí les tiraron. Respaldó el reporte de que sigue gente perdida “que no ha regresado pal’ rancho”. Contra ustedes no tenemos nada, pero sabemos que a como ustedes vienen pa acá, avanzan y aquellos (los criminales) se quedan. No queremos que vuelva a pasar lo que ya vivimos”. LAS TRINCHERAS CRIMINALES Hace dos años ingresaron Los Viagra a El Aguaje, acercándose a la cabecera municipal de Aguililla, pero después el Cártel Jalisco Nueva Generación los replegó hasta la localidad de El Terrero. Ahora la frontera entre ambos grupos criminales se trasladó a la localidad de División del Norte: hacia Apatzingán es territorio del grupo que aglutina a varios grupos locales michoacanos, y hacia Aguililla opera el Cártel Jalisco Nueva Generación. Y de Apatzingán a Aguililla, adelante de División del Norte, en zona de Los Viagra, se encuentra un campamento de la Sedena y de la Guardia Nacional, a la altura del Puente del Tecolote.