Arturo Molina / La Voz de Michoacán Ante el nuevo esquema de seguridad en el municipio de Aguililla y puntos de las regiones Sierra y Costa de Michoacán, pobladores de las tenencias de dicho municipio celebraron la llegada de elementos del Ejército Mexicano, en una zona donde urge la paz ante los constantes enfrentamientos y el control que han ejercido grupos del crimen organizado. Después del despliegue operativo que incluyó las tenencias más afectadas por los éxodos de población de la región, trascendió que luego de 7 meses finalmente se levantó el plantón que se sostenían pobladores en el cuartel militar ubicado en la cabecera municipal de Aguililla, toda vez que acusaban que los elementos prácticamente habían ido a “acampar” y no realizaban labor de seguridad alguna. Los videos del despliegue operativo dejaron en claro la presencia de vehículos blindados y el poderío armamentístico con el cual llegaron los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con el fin de recuperar la paz y la gobernabilidad en las distintas tenencias. Las comunidades de Terreros, el Limón, el Aguaje y Dos Aguas vieron por primera vez en años, un refuerzo operativo de dicha magnitud que comenzó desde la madrugada del martes y que para la tarde del mismo día ya había llegado a su máximo punto. TIENEN RESPALDO DE LA GENTE, ASEGURAN Al respecto, el padre Gilberto Vergara presbítero de la cabecera municipal de Aguililla, reconoció el avance en cuanto a presencia del Estado mexicano se refiere, situación que representa la llegada del ejército y de elementos de distintas corporaciones a reforzar las tareas de seguridad de la región. Desde hace el menos un año comenzaron a denunciar cómo afectados y víctimas de la disputa de los grupos de la delincuencia organizada no habían sido atendidos, lo que trajo consigo efectos negativos para miles de habitantes en la región y con cientos de familias que incluso habían preferido huir de la zona ante las constantes omisiones de las autoridades. Aseguró el sacerdote que tanto los elementos del Ejército Mexicano como los elementos de la Policía Michoacán y Guardia Nacional son bienvenidos en la región, en aras de privilegiar el retorno de la seguridad. No obstante, aclaró que aún se tienen que ganar la confianza de la ciudadanía y garantizar que el despliegue no será momentáneo, como Ya se ha dado en otras épocas pasadas. “En un operativo que no habíamos visto. Es sorprendente la cantidad de personas. entraron por Dos Aguas y la tenencia del Limón, por El Aguaje, y el Terrero. Había muchos elementos”, dijo. “Con el presidente municipal ya habíamos acordado en liberar el cuartel (militar); lo vimos conveniente, nosotros no lo iniciamos, pero ya tenía 7 meses. Los que llegaron quitaron los obstáculos y ya están trabajando”, explicó el activista y líder religioso en la región en referencia a la molestia que existía ante la inacción de los uniformados en la zona. Si bien desde hace al menos 6 meses se había comenzado con el despliegue de programas sociales del gobierno federal como punta de lanza de la estrategia de pacificación, la principal demanda tanto de Aguililla como de las regiones aledañas se había sostenido en la presencia de fuerzas armadas y que patrullaran la región, situación a la que sistemáticamente la Federación se había negado. La vigilancia sobre todo en las carreteras que conectan tanto a la cabecera municipal como al resto de las tenencias, se ha sostenido como la principal necesidad ante la escalada de violencia desde el año 2019. POCOS DETALLES Hasta el momento, tanto autoridades militares como estatales han guardado silencio en torno a la magnitud del operativo y la cantidad de efectivos desplegados en la región considerada como de conflicto de Michoacán. Una de las posturas sostenidas por parte del Gobierno del estado y federal en torno a la estrategia de combate la delincuencia organizada es la de mantener en la secrecía tanto los elementos desplegados cómo los objetivos a nivel territorial. Sin embargo, uno de los principales riesgos que se advirtieron ante la llegada del personal castrense es que se pueda propiciar el llamado “efecto cucaracha” (que huyan a otra región los criminales), que impacte a otras regiones tanto del municipio como de la región de la Sierra Costa michoacana. “Hay un temor de que después de una entrada del gobierno puedan dejar puertas abiertas y que después de ellos vengan otras personas a tomar el territorio. La cuestión de la lucha entre grupos es el tema de fondo. Como población nos tendrá que ganar la confianza. Aún se tienen que ganar la confianza y dar pasos a la pacificación”, manifestó el activista ante la opinión pública.