Agencias / La Voz de MichoacánSe ganó la reputación de “presidente cool” por su estilo informal, su desenvoltura en las redes sociales y su tesonera defensa de las criptomonedas. Para contribuir a esa fama, Nayib Bukele, tiene entre manos un nuevo proyecto: la construcción de la compañía de cine y televisión más importante en la historia de América Latina. Y qué mejores socios para hacerlo que la familia Baldwin, una de las grandes dinastías hollywoodenses. Así lo anunció por medio de su cuenta de Twitter el actor y director estadounidense, Daniel Baldwin, hermano menor de Alec Baldwin. “Es un gran honor para mí anunciar la asociación de la familia Baldwin con el país de El Salvador y su presidente visionario Nayib Bukele y la embajadora Milena Mayorga construiremos juntos la empresa de cine y televisión más importante de la historia latinoamericana”, escribió. Bukele compartió ese posteo y simplemente respondió con el emoji de una bandera salvadoreña. La embajadora de El Salvador en Estados Unidos, Milena Mayorga, se unirá como parte del proyecto “que beneficiará a los salvadoreños”, de acuerdo con el anuncio de Daniel Baldwin, reportó el diario El Salvador. El actor también explicó a sus seguidores que no es la primera vez que su familia se embarca en un proyecto de este tipo. “Permítanme ayudarlos a entender la misión. Como familia, hemos realizado cientos de películas y episodios de televisión durante más de 30 años. Esta será la segunda vez que participo en una empresa de esta naturaleza. La primera vez fue un gran éxito”, reiteró el especialista en cine. Sin embargo, ninguna de las partes dio a conocer por el momento más detalles del acuerdo. Una alianza que languidece Estados Unidos y El Salvador han sido por décadas dos países aliados en tiempos de paz y de guerra. Durante el conflicto armado en la década del 80, Washington gastaba un millón de dólares al día para abastecer o entrenar al Ejército de El Salvador –según un reporte de The Heritage Foundation– y, a través de los años, las ayudas y las conexiones políticas, económicas y culturales se han mantenido de las formas más variadas entre las dos naciones. De hecho, alrededor de 2,3 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos, según el Pew Research Center, una migración creciente que ha mantenido a flote la economía del país centroamericano a base de remesas. Datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2019 y publicada en 2020 por el Ministerio de Economía indican que 1,63 millones de salvadoreños son beneficiados con las remesas. Las remesas de dinero que recibió El Salvador durante el primer trimestre de 2021 superaron los 1700 millones de dólares, un 30,4 % más que lo registrado en el mismo lapso de 2020, informó el Banco Central de Reserva (BCR). Pero recientes enfrentamientos entre Bukele y el gobierno de Joe Biden han reducido la cooperación estadounidense con las instituciones oficiales a mínimos históricos desde el regreso de la democracia en El Salvador en 1992 y ambos países han cruzado fuertes cuestionamientos que hasta hace poco eran impensables. “Es sin dudas el punto más bajo en las relaciones entre El Salvador y Estados Unidos en las últimas tres décadas”, dijo en diciembre del año pasado a BBC Mundo el doctor José Miguel Cruz, profesor de la Universidad Internacional de Florida y experto en temas centroamericanos. En uno de los últimos episodios, el Tesoro de Estados Unidos acusó en diciembre a Bukele de negociar en secreto una tregua con los líderes de las poderosas pandillas callejeras del país –maras– con el objetivo de bajar la tasa de criminalidad, lo que apunta directamente a uno de sus éxitos más pregonados: la caída de la tasa de asesinatos. “El dictador cool” Pero más allá de las rispideces con la administración Biden, el mandatario salvadoreño, que el año pasado se describió en su biografía de Twitter como “dictador de El Salvador” generando una gran polémica, se ha enfrentado constantemente a las acusaciones de los organismos de derechos humanos por atentar contra la libertad de expresión, el derecho de acceso a la información y a participar en el debate público. La ONG Human Rights Watch ha identificado 91 cuentas de Twitter bloqueadas de periodistas, abogados, activistas y ciudadanos, siendo que la mayoría de ellas “han sido bloqueadas por el presidente Bukele”, mientras que instituciones como la Casa Presidencial, la Secretaría de Prensa de la Presidencia y la Secretaría de Comunicaciones también han bloqueado algunas. Aunque estos son los datos que maneja la organización, ésta ha avisado que la cifra podría ser mayor, ya que “bloquear usuarios en las redes sociales parece ser parte de una estrategia más amplia del Gobierno de Bukele para silenciar a los críticos y reducir la transparencia”, según indicó el organismo en un comunicado. “El presidente Bukele utiliza las redes sociales como uno de los principales medios de comunicación para anunciar decisiones gubernamentales e interactuar con el público, a tal punto que su cuenta de Twitter prácticamente se ha convertido en el Diario Oficial de El Salvador”, detalló Juan Pappier, investigador sénior para las Américas de Human Rights Watch. Además, estos bloqueos resultan “particularmente alarmantes” en un contexto en el que el gobierno “ha entorpecido el acceso a la información pública y ha atacado a organizaciones de Derechos Humanos y periodistas independientes”, alertó la ONG.