Teresa Sánchez se llevó el Premio Especial en el Festival Sundance 2022

Dos estaciones, película dirigida por el mexicano Juan Pablo González, formó parte de la programación de la sección Competencia Mundial de Cine Dramático.

Foto: Twitter

Yazmin Espinoza / La Voz de Michoacán

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La actriz Teresa Sánchez se llevó el Premio Especial del Jurado World Cinema Dramatic en el Festival Sundance 2022, gracias a su extraordinaria participación en la película “Dos estaciones” (2021), del director Juan Pablo González.

Teresa Sánchez cuenta con una amplia trayectoria en el cine y en el teatro. Entre sus actuaciones destaca su participación en La camarista (2018), dirigida por Lila Avilés, que estuvo nominada a diez Arieles y fue ganadora a Mejor Ópera Prima en el 16° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Además, participó en Los mejores temas (2012) y Verano de Goliat (2010), de Nicolás Pereda.

Dos estaciones, película dirigida por el mexicano Juan Pablo González, formó parte de la programación de la sección Competencia Mundial de Cine Dramático. El filme cuenta la historia de María García (Teresa Sánchez) propietaria de la única fabrica de tequila en Atotonilco el Alto que no es del control extranjero. María esta dispuesta a todo por mantener la fábrica, que da trabajo a gran parte de la comunidad.

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Respecto a su película, en una entrevista para Sundance el director señaló que “es una película muy personal”, el objetivo de la película fue “contar la historia de una manera que presentara una narrativa matizada de lo que viven estas comunidades, no sólo desde una mirada general, sino también el día a día”.

En entrevista para La Voz de Michoacán, la actriz nacida en Ciudad de México, pero adoptada por Morelia, comparte un poco sobre su emoción por recibir este reconocimiento a su trabajo, además de cómo su carrera ha ido evolucionando desde los teatros de la capital michoacana, hasta llegar a Sundance.

¿Cómo te sentiste con este reconocimiento a tu actuación en Dos estaciones?

¡Uff! imagínate, me siento muy sorprendida. La producción hizo un zoom que yo pensaba que era para otra cosa, pero era para informarme del premio y, realmente, nunca me lo imaginé. Yo siento que este reconocimiento no se hubiera podido lograr si no es con la guía del director Juan Pablo González, en verdad, fue un trabajo conjunto y mucha generosidad de su parte para abrirme un universo personal e íntimo que me posibilitó mucho el conocimiento de María. Así que lo digo de manera muy sincera, sin él esto no hubiera sido posible, y también con el gran acompañamiento del equipo. Las personas que escribieron esto también lo hicieron de manera magistral porque, con una buena estructura de personaje, armándolo desde el principio bien, tú puedes tener una construcción sólida.

Cuéntame sobre el personaje que interpretas en el filme, ¿cómo trabajaste a María?

Cuando a mi me propusieron María yo me asusté (risas), creí que iba a ser muy complejo, y si es un personaje muy diferente a lo que yo soy en muchos aspectos, pero que también tiene esta parte claroscuro que tenemos todos los seres humanos. Yo misma tengo esta sombra y esta luz, pero, a la hora de enfrentarme a ella y empezar a conocerla, veía a María con una rigidez que siento que después se desmorona desde que puedes, por un agujerito, notar su generosidad, vulnerabilidad, su dulzura incluso.

¿Cómo fue que decidiste aceptar entonces el reto de ser María?

Yo hice un primer trabajo con Juan Pablo que se llamó La espera, que fue una súper experiencia, eso fue en Austin y también estuvo intenso. Nos conocimos ahí, ya nos queríamos y entonces esta invitación ya fue exprofeso para ser María, lo cual me llenó también con una responsabilidad el alma, me sentía con un compromiso muy muy grande, pero la verdad es que fue estar trabajando conjuntamente desde hace cuatro años, no desde que se filmó el proyecto, nos veíamos con cierta periodicidad. Conocí a Raf también hace tiempo y eso también te va dando muchos elementos de construcción del personaje. Yo creo mucho en los vínculos y creo que Raf y yo pudimos generar un vínculo a través del tiempo, aunque estábamos a distancia, pero un vínculo que después se pudo explotar más y proyectar en pantalla.

Veo personajes femeninos fuertes en tu trayectoria, ¿esta ha sido una elección propia? ¿qué opinas de que aparezcan cada vez más en el cine mexicano?

Es una dicha. Creo que, si hay un cambio en la percepción de los directivos de las producciones en cuanto a su manera de elegir, de hacer las audiciones, de pensar esos personajes, de escribirlos y que ya era hora, porque estábamos plagados de estereotipos, y creo que la gente ya necesita observarse en producciones más genuinas, cercanas, reales, palpables y creo que esto es el resultado de esa necesidad, de un público que está clamando por realidad.

¿Cómo te gustaría continuar con tu carrera tras este reconocimiento?

Fíjate que yo me siento súper afortunada hasta ahora. Trabajo mucho con un director que se llama Nicolás Pereda, que es mi amigo, Juan Pablo es mi amigo, Lila Avilés es mi amiga, tengo amigos desde que empecé y son personas que de verdad quiero, respeto, admiro y adoro, y esa línea es la que a mi me gusta. Que en la producción haya tanto amor, como profesionalismo y respeto. Creo que no están peleadas la calidad con la calidez y eso lo amo, me encanta y espero que eso continúe en los proyectos que me esperan.

Recordando tus inicios, ¿qué fue lo que te llamó la atención de esta carrera para comenzar? ¿sigue siendo lo mismo que te mueve, o ha evolucionado el sentimiento?

Que bonita pregunta. Siento que lo que a mi me hizo decidirme o dirigir mis pasos hacía la escena fueron las emociones. Yo viendo una obra de teatro quedé tocada profundamente por las actuaciones, la historia, por cómo se desarrollaba, así que ahí, con 14 años dije quiero hacer eso, no sé cómo voy a llegar ahí, pero quiero hacerlo, y siento que entonces mis pasos empezaron a dirigirse hacía la escena. Lo que después me encontré fueron los títeres, el teatro, los cuentacuentos, y posteriormente y de manera más reciente el cine. Siento que, si se ha transformado en muchos aspectos porque tal vez el motor ya está colocado en otro sitio, en cosas más profundas, menos parafernalia. Porque creo que empecé con exhibicionismo, pero ahora me importan cosas mucho más de fondo, así que el cambio es muy grande, aunque los escenarios se repitan. La profundidad del proyecto me importa mucho ahora para decidir participar.

¿Qué le dirías a los actores morelianos que tienen este mismo amor por el escenario?

Yo conozco un montón de actores y actrices morelianos que son súper talentosos, que han salido, regresado y están haciendo cosas bellísimas en Morelia, que han generado espacios, abierto caminos. Hay muchos jóvenes que están haciendo cosas maravillosas y pienso que lo único que se necesita es ser absoluta y totalmente fiel a tu anhelo, que este sea íntimo, interno, no sea externo, porque si empiezas queriendo figurar en las pasarelas u alfombras rojas es válido, pero siento que no vas a ir muy lejos. Creo que hay algo más allá que te va a permitir la permanencia. Yo les diría que eso es el anhelo.

Yazmín Espinoza, es comunicóloga enamorada del mundo del marketing y la publicidad. Apasionada de la literatura y el cine, escritora aficionada y periodista de corazón. Mamá primeriza. Lectora en búsqueda de grandes historias.

Filmografía

Estos son algunos de los proyectos cinematográficos que han marcado la carrera de Teresa:

2007 – ¿Dónde están sus historias?: Vicente, un agricultor, vive con su abuela en México. Cuando sus tíos amenazan con vender la casa de su abuela, Vicente viaja a la Ciudad de México en busca de justicia

2009 – Perpetuum Mobile: Nervioso por dejar el nido, un camionero de 24 años aún vive con su madre. Mantienen una distancia cuidadosa... hasta que se topan con un cuerpo.

2010 – Verano de Goliat: híbrido entre documental y ficción que narra varias historias de la gente de Huilotepec en el México rural. Con esta cinta obtiene su primera nominación al premio Ariel, como mejor actriz en 2012.

2015 – Minotauro: Esta película corta de Nicolás Pereda es una obra encantadora, hermosa en su onirismo, de un letargo indolente y bohemio.

2018 – La camarista: Eve trabaja muchas horas como empleada doméstica en un lujoso hotel en la Ciudad de México. Una madre soltera que espera que su diligencia le consiga un lugar codiciado en un piso ejecutivo. Con su papel en esta cinta Teresa obtiene su segunda nominación al Ariel.

2019 – Mi piel, luminosa: Originalmente encargada por el Ministerio de Educación de México, la película de Nicolás Pereda y Gabino Rodríguez se desenreda y metamorfosea dentro de las paredes de una escuela.

2020 – Fauna: Una versión astuta y cómica de cómo la violencia en México se ha infiltrado en la imaginación popular.

2021 – Noche de Fuego: La vida en una ciudad en guerra vista a través de los ojos de tres jóvenes en el camino hacia la adolescencia.

2022 – Dos estaciones: En las colinas del altiplano mexicano de Jalisco, la empresaria de voluntad de hierro María García, lucha contra el inminente colapso de su fábrica de tequila.

Biografía

Nacida en la Ciudad de México. Desde niña, Teresa siempre estuvo interesada en los espectáculos y el arte, intereses que sobresalían por encima de las materias escolares, dándole mayor interés a la danza, la música y el teatro. Finalmente se interesó por el teatro durante una escapada de su escuela y conoció el Centro Cultural del Bosque, donde empezó a frecuentar y presenciar las obras que se presentaban. En la preparatoria se inscribió a un taller de teatro, donde, sin importar la discriminación que sufría por ser una mujer con sobrepeso, entendió que podría ser la profesión a la que quería dedicarse.

Teresa se mudó a la ciudad de Morelia, donde empezó a estudiar en los talleres de teatro que impartían las casas de cultura y pasó por varias obras, hasta participar en una que se presentó en la Muestra Nacional de Teatro de México, y con la que empezó a ganar cierto reconocimiento.

Tras varias obras en su carrera, la actriz debutó en cine con la película ¿Dónde están sus historias?, a la que siguieron Jodidos polleros (2007) y Verano de Goliat (2010) con la que obtiene su primera nominación al premio Ariel, como mejor actriz en 2012.

Ha trabajado en largometrajes como: El silencioso (2010), Minotauro (2015) y La camarista (2018), cinta que le dio su segunda nominación al Ariel, en esta ocasión, en la categoría de mejor coactuación femenina.