Agencias / La Voz de Michoacán.La noche del domingo se vivieron momentos de mucha angustia en Estepona (Málaga). Un joven de 19 años se cayó, a medianoche, en un pozo. Sus amigos y varios agentes de la Policía Local protagonizaron una búsqueda contrarreloj. El chico no sabía el punto exacto dónde se encontraba y estaba, como él mismo dijo, con “el agua al cuello” porque no hacía pie, como ha informado el diario Sur. Según la crónica del suceso publicada por el citado medio, una pareja de la Policía Local de Estepona de patrulla se encontró con varios jóvenes en una zona donde hay un antiguo almacén abandonado. La hora y el lugar, señalan en el periódico, les hicieron sospechar por se trata de un sitio conocido por ser un “punto caliente del narcotráfico”. Se acercaron a los chicos y estos les comentaron que un amigo suyo les había dicho que se había caído a un pozo. Llevaban unos tres cuartos de hora intentando dar con él sin conseguirlo. El joven había logrado llamarles por teléfono para contarles lo sucedido gracias a que llevaba el móvil en una riñonera y esta había protegido el terminal del agua. Lo agentes pidieron refuerzos y otra patrulla fue enviada a la zona dividiéndola en dos partes para proceder al rastreo. Mientras, uno de los policías hablaba por teléfono con el chico intentando calmarle y pidiéndole que gritase para intentar guiarse por el sonido de su voz y dar con él. Al final, una de las parejas de policías, tras 45 minutos de búsqueda y después de apartar la maleza, logró localizar el pozo. Al joven, que ya les había dicho por teléfono que le quedaba poca batería y que no podía más, estaba agarrado a un saliente. Le fallaban las fuerzas y tenía signos de hipotermina, así que los agentes decidieron no esperar a la llegada de los bomberos e intentar sacarle ellos mismos cuanto antes. Uno se metió en el pozo para alcanzarle y tirar de él mientras su compañero lo sujetaba para que no cayese. Así, entre los dos, procedieron a rescatarlo y ponerlo a salvo. Según publica el mencionado diario local, ni el joven sacado del pozo ni sus amigos dieron explicaciones de qué hacían en la zona a esas horas, pero el hecho de que ninguno lo esperase a la salida del centro de salud donde fue trasladado y que algunos tuviesen antecedentes por tráfico de drogas podría haber dado una pista a los agentes sobre la respuesta.