Roberto Huitrón / La Voz de Michoacán Los Reyes, Michoacán. A pesar de que se ha anunciado que producto de las conversaciones entre los gobiernos de México y Estados Unidos es altamente probable que el próximo lunes 22 de los presentes se reabra la entrada del aguacate mexicano al vecino país del norte, la zozobra y la preocupación son evidentes entre productores y empacadores de este fruto michoacano, que por ser tan lucrativo se la ha dado en llamar “oro verde”. Hay que recordar que a raíz de una presunta llamada telefónica anónima hecha a un inspector del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en ingles), mediante la cual fue amenazado, el gobierno de Estados Unidos decidió cerrar de forma temporal la entrada del aguacate al mercado estadounidense a partir del pasado viernes 11 de los presentes, a unas horas del Super Bowl, día en que los norteamericanos más aguacate consumen. Por fortuna, el grueso de las exportaciones se habría hecho en días anteriores, quedando sólo por exportar 4 mil toneladas aproximadamente de un total estimado de entre 135 mil a 140 mil toneladas del fruto, para ser consumidas el 13 de febrero, según información obtenida por este medio. En su momento, La Voz de Michoacán dio a conocer la celebración de una reunión realizada en Puerto Vallarta, Jalisco, entre el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) y representantes de USDA, en noviembre de 2018, donde esta última agencia les informó y advirtió al resto de los asistentes que en los tres primeros meses de esa cosecha 2018-2019 se habían introducido a Estados Unidos más de 50 mil toneladas de aguacate ilegal, procedente de Jalisco, haciéndolo pasar como michoacano, que es el único estado productor de aguacate con certificación para ser exportado al vecino país del norte; sin embargo, ni APEAM ni Senasica hicieron lo conducente para evitar el “pirataje” del fruto. Es vox populi que la amenaza al inspector de la USDA se debió a que, en el municipio de Zitácuaro, se habría sorprendido a personal de un empaque reetiquetando aguacate al parecer procedente del estado de Puebla, haciéndolo pasar como michoacano. El trascender este hecho, tanto productores como empacadores guardaron hermetismo en torno a lo sucedido por el temor de sufrir alguna represalia, por lo que los pocos que decidieron opinar lo hicieron a condición de guardar el anonimato. Por otro lado, APEAM promovió la ley mordaza, pues en un comunicado (del cual este medio tiene una copia) instruyó a sus asociados: “Con la finalidad de resolver lo más pronto posible la situación, y alineado a la estrategia integral de comunicación entre APEAM, Avocados México y MHAIA, les solicitamos evitar entrevistas o declaraciones a los medios”, reza parte del comunicado. Este medio insistió vía telefónica realizar una entrevista con APEAM; sin embargo, se informó que dado el problema había más de 100 solicitudes de entrevista y que el gerente de comunicación, Antonio Gutiérrez, estaba en una reunión, proporcionando su número de celular, donde este medio le hizo llegar algunas preguntas, recibiendo como respuesta el siguiente lacónico mensaje: “Aún seguimos en reuniones con las autoridades para resolverlo. En cuanto tenga más información se la puedo compartir”, agregando una liga del Twitter de APEAM, siendo lo único “rescatable” lo siguiente: “Les informamos que el Consejo Directivo de #APEAM estuvimos reunidos para revisar los esquemas y protocolos de seguridad para poder continuar colaborando con las autoridades @SADER_MEX @SENASICA @ARBedolla y del gobierno de EEUU @USDA @USEmbassyMEX”. Zozobra y preocupación Ante el cierre temporal del aguacate michoacano a Estados Unidos, existe zozobra y preocupación, ya que este hecho se presenta cuando se rumora que está por autorizarse la exportación de aguacate al mercado norteamericano de varios municipios de Jalisco, Estado de México, Puebla, Nayarit y Morelos. La preocupación fundamental de un gran número de los entrevistados es que si en Michoacán, con 24 años de experiencia en la exportación de aguacate suceden situaciones como el pirataje de aguacate no certificado haciéndolo pasar como tal, qué se podrá esperar de abrir de forma amplia el mercado de exportación al vecino país del norte, pues para comenzar no se tiene el suficiente personal calificado y con experiencia para integrar las respectivas Juntas Locales de Sanidad Vegetal, que son las responsables de vigilar y supervisar la sanidad fitosanitaria para que el fruto exportado no lleve algún tipo de plaga cuarentenaria (no apto para consumo humano). El problema es muy alarmante, ya que de no existir un control en plagas y enfermedades en el aguacate de exportación, no sólo estaría en riesgo el mercado del fruto Estados Unidos, sino que estaría en peligro de “matar a la gallina de los huevos de oro”, pues problemas fitosanitarios casi erradicados en Michoacán, como son el gusano barrenador de hueso y rama por un mal control, se podrían extender en áreas ya controladas, lo que llevaría a una catástrofe fitosanitaria que pondría en riego a esta importante agroindustria.