Rogelio Arellano / Corresponsal La Voz de Michoacán Uruapan, Michoacán.- Privilegiar los monocultivos, además de que la impunidad se impone ante desmontes y contaminación, son fenómenos que se traducen en el calentamiento global, aumento de disputas por el agua, pérdida de biodiversidad, riesgo de plagas y enfermedades más fuertes y agresivas, lo cual a su vez, muestra la punta del iceberg como respuesta de la naturaleza. Los abusos, son un éxito efímero y prueba de ellos son los fracasos del siglo pasado con los monocultivos de algodón, melón, sandía y café en diversos puntos del estado, donde por cierto hoy impera la producción de limón, mango, frutillas, aguacate, guayaba”, expuso Rubén Quintero Sánchez, ingeniero agrónomo con maestría y tres doctorados relacionados con la producción de alimentos, luego de ofrecer una conferencia magistral titulada, “el aguacate y la biodiversidad”. Se ha llegado a un punto en que se deben analizar fortalezas y debilidades con responsabilidad. “Estamos en un punto de no retorno, es necesario precisar bondades del cultivo y solucionar las problemáticas del aguacate para garantizar futuros muy largos y exitosos, de lo contrario el aguacate será un recuerdo de éxito como los ya mencionados”, advirtió el maestro en fitomejoramiento. Hay que cuidar el agua, hay que cuidar el bosque, hay que cuidar los productos agroquímicos que se están aplicando y dejar de envenenar a mucha gente, no solo entre los involucrados, sino para los que viven en los alrededores de toda la franja aguacatera”, expuso el egresado de la Facultad de Agrobiología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y doctor en fitomejoramiento. Puntualizó que, a pesar de la insistencia en solicitar información ante instancias oficiales vinculadas con las políticas públicas en materia de salud pública para la elaboración de diversos estudios, las respuestas son mochas o incompletas. Hemos encontrado que los problemas más fuertes de cáncer como leucemias y otros, además de males degenerativos de las vías respiratorias, como asmas, están presentes en esta franja productora pero no hay acceso a estudios oficiales más profundos, si los hay”. La regulación sanitaria de México para monitorear el uso de fórmulas sintéticas es pobre en comparación con otros países. “Aquí se hace diferente, no nos favorece, debe ser muy parecida a la orgánica. Les guste o no les guste a muchos, tenemos que llegar a la agricultura orgánica y superar esas debilidades en fitosanidad, inocuidad, uso y abuso del agua para ser más sustentables, incluso erradicar la violencia en torno al sistema producto”. De no ponerse sobre la mesa estas situaciones para brindar un viraje de 180 grados a la producción de aguacate su futuro no está garantizado. “Si no le ponemos un freno a los abusos de este monocultivo, esto no puede durar más de 10 o 20 años, va a tronar, no van a ser las regulaciones sanitarias, vamos a ser nosotros mismos los que nos vamos a hacer haraquiri ya sea por escases de agua, plagas o los efectos en la salud pública, entre otros”, señaló el también doctor en economía y empresas. Exhorto a que todos los eslabones de esta cadena sean responsables. “No debe ser una responsabilidad que se reduzca a sembrar, cosechar, vender y echarse el dinero a la bolsa sin ver a los lados para ser partícipes de la solución a los muchos problemas que han causado. Espero que los nuevos dirigentes del sistema producto reciban este tipo de mensajes de manera pro positiva”, indicó quien también ostenta un tercer doctorado en agricultura orgánica. La riqueza que genera este y otros cultivos, debe también contener un sentido social. “No solamente sobreexplotar los recursos para generar riqueza, existen obligaciones, sobre todo participar en acciones para retribuir el daño causado al entorno natural y hasta social, desde realizar efectivos programas de reforestación, preservar flora y fauna, reducir la contaminación, apoyar la investigación científica, el desarrollo rural”, dijo. Previamente durante su conferencia magistral, en el marco de los festejos por el día del agrónomo, difundió cifras como el que en los últimos 100 años se han perdido el 70 por ciento de los cuerpos de agua superficiales y los cuerpos de agua existentes se encuentran en su mayoría contaminados. También comunicó que el 95 por ciento de los casos de cáncer, derrames cerebrales, infartos, diabetes y gripe por virus agresivos, se localizan en la franja aguacatera convencional con menor incidencia de casos cercanos a huertos orgánicos. Recordó que paradójicamente, en 1961, por iniciativa del Instituto Mexicano del Café, se impulsó en Michoacán, sobre todo en la región de Uruapan, el cultivo del aguacate para diversificar cultivos para proteger el precio del café, mientras que el entonces gobierno municipal fomentó el establecimiento de de huertas de aguacate para que zonas que estaban expuestas a la erosión por deforestación también fueran plantaciones de aguacate. También refirió que el cultivo del aguacate en Michoacán, se encuentra distribuido en un ámbito territorial que comprende a 74 municipios, pero las Juntas Locales de Sanidad Vegetal (JLSV) tienen registros en solamente 65 municipios y la Asociación de Productores Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) registra certificación de huertos en solamente en casi 40 municipios.