PROYECTO SECRETO | Guerra en México

México, con frecuencia, es más peligroso que los países que están en guerra. En un día de la invasión rusa a Ucrania se han contado más decesos en México que en Ucrania.

Mateo Calvillo Paz

Hay guerra en Ucrania, hay violencia asesina en el mundo, también en México, sangre derramada. La violencia homicida nos acecha, pega a sus anchas porque no hay orden establecido ni policía ni justicia para los criminales. ¿Quién te protege de los asesinos, quien acude en tu auxilio?

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Es la misma prepotencia y barbarie de los ejércitos rojos que la de México, los asesinos atacan sin piedad por encima de todas las leyes.

México, con frecuencia, es más peligroso que los países que están en guerra. En un día de la invasión rusa a Ucrania se han contado más decesos en México que en Ucrania. En un día más fueron más los muertos de Marcos Castellanos que las bajas reportadas en Ucrania.

En México, la Sheinbaum llega tarde a la cita en un feminicidio, igual los gobernantes de otros lados, cuando los cuerpos yacen ya sin vida. Arrogantes y solemnes hacen grandes declaraciones sobre su deber que no cumplen.

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No hay para donde voltear, dondequiera muertes terroríficas. Los asesinos matan a un comunicador más, son ya demasiados en este inicio de año. Es conocido el peligro de los periodistas, entonces ¿por qué no hacen nada y dejan que los maten?

 En las gentes hay la sensación de desamparo, si alguien las ataca, la fuerza pública no los defiende, como en San José de Gracia en la reciente masacre y en todas partes.

Vivimos sin orden público, es la ley del revólver, del más fuerte. No hay conciencia moral, ni virtud, mandan el oportunismo, las bajas pasiones y el crimen.

Son muchos los hermanos y hermanas caídos como en todas partes en el territorio nacional, los robos de automóvil y toda suerte de atracos, saqueos. Es un clima de terror y de caos.

Los asesinatos no son los únicos atentados contra la vida, hay muchos otros que están en el origen de la muerte violenta que arrasan la vida humana: pensemos en el aborto, en las iniciativas de ley que promueven la muerte de los hombres apenas en gestación. No son parte del cuerpo de la mujer, es una afirmación absurda y necia, son sus hijos.

¡Cuántos decesos se cuentan en las muertes excesivas a las muertes de COVID según los datos oficiales! Cuanto descuido y torpeza de la pandemia. Algunas nos han dolido profundamente, todas son lamentables.

Cuántos ancianos mueren por sus seres queridos, los relegan, los desatienden. No les dan el afecto y cuidado que es su primera medicina. No quieren invertir en ellos porque cuesta. Es una omisión perversa.

La luz de lo alto

¿Cuándo se va a acabar el odio fratricida, esta historia de hombres soberbios y egoístas malvados, capaces de matar para arrebatar los bienes materiales según intereses mezquinos?

Donde quiera, en todo el planeta hay hombres malvados, sedientos de poder y prestos a aplastar y a salpicar de sangre. Es la misma raza humana, infectada del pecado original que es perversión, violencia, muerte. Putin no es un caso aislado, el contagio está radicado en la especie humana, hay otros así, también en México. Los tiranos, potenciales o en un acto se dan en todo el mundo.

Están enfermos, se creen diosecillos, han perdido piso, se colocan sobre el bien y el mal y provocan el caos y la catástrofe. Creen en un dios de barro, de Dios no tiene nada, más bien están poseídos de Luzbel el que se quiso alzar al nivel de Dios y también introdujo la muerte en el mundo.

 Se les oscureció la conciencia moral que se guía por los más altos valores y principios. Tienen “otros datos”, su gran principio es “mi palabra es la ley”. Por intereses no confesados son potencialmente ladrones y asesinos. Olvidan principios de derecho natural y divino: no matarás.

Ya no son hombres, no pueden albergar tanta maldad aplastando pueblos e individuos y salpicando de sangre el planeta. Están poseídos por el demonio del poder, a este le hace señas el demonio del dinero.

Los tiranos pisan sobre la verdad, inventan su verdad que es un engaño para sí mismos y una mentira flagrante, que ellos no perciben.

Muchos poderosos y líderes de los pueblos siguen en su retórica hueca, muy por encima de la realidad de la gente. Hacen grandes declaraciones, grandilocuentes, dicen que van a tapar el pozo (después del niño ahogado). Pero no lo tapan y la sangre sigue corriendo.

Un solo hermano o hermana caídos es un crimen de lesa humanidad, gravísimo, intolerable.

La muerte de los hermanos se vuelve un hecho banal. Se da el número de muertos con frivolidad, como si fueran insectos.

En un pastizal seco fácilmente se propaga el incendio, la sequía es la desaparición de los grandes principios y valores, religiosos y morales que valen para todos y no prescriben: la justicia, la verdad….

La chispa son conductas irresponsables, perversas, increíbles. La investidura, en distintos niveles se emplea para atizar el fuego del odio, con irresponsabilidad. Los seguidores del jefe se sienten incitados al crimen, contra los rivales de su facción.

¿Cuál es nuestra misión en esta descomposición social?