Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Luego de dos años de limitaciones en la movilidad por la contingencia sanitaria por la COVID-19, fieles católicos volvieron a las iglesias para recibir la tradicional ceniza y dar por iniciado el periodo de Cuaresma. Desde temprana hora, el Miércoles de Ceniza registró importante afluencia tanto en las iglesias del Centro Histórico como en las parroquias de las colonias de Morelia. En algunos casos, los fieles optaron por acudir únicamente por la ceniza, mientras que otros regresaron a la misa antes de pasar a tomar el sacramento que marca el inicio del periodo "de guardar" previo a la Semana Santa. Tal como dispuso la Arquidiócesis de Morelia, la afluencia de los centros religiosos se apegó al 75 por ciento y se respetó la sana distancia en la mayoría de las sedes. Uno a uno, los fieles, entre adultos mayores y familias completas, aprovecharon la visita a la iglesia para pedir por la recuperación de los enfermos que ha dejado más de 2 años de contingencia sanitaria, e incluso, la ola de violencia. “Yo vine a pedir por mi familia. En estos tiempos es el mejor regalo tenerlos a todos juntos”, manifestó la señora Silvia tras tomar ceniza en el Templo de San Francisco, en el Centro Histórico de Morelia. En este contexto, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, aprovechó el inicio de la Cuaresma y el Miércoles de Ceniza para llamar a los fieles y a la sociedad michoacana a trabajar en la pacificación del estado y sus distintos territorios. Para el jerarca de la Iglesia católica los eventos acontecidos en San José de Gracia y el contexto en el que cientos de personas son asesinadas todos los meses tanto en Michoacán como a nivel nacional, supone el mayor problema para la sociedad en general. Lamentó que a pesar de los esfuerzos institucionales y los señalamientos de la Iglesia católica desde hace más de 12 años, la crisis de violencia e inseguridad se siguen agudizando en prácticamente todas las regiones del estado. Se estima que hasta un 90 por ciento de los michoacanos practican la religión católica, por lo que exhortó a los fieles a meditar durante los próximos 40 días. "Dar la paz y el bien en Cristo y que todos somos corresponsales en transformar la violencia e inseguridad en una oportunidad única de encontrar el camino de la armonía, la seguridad y la paz. Todo esto se logra como dice el Papa Francisco: haciendo el bien. Deseo que en esta Cuaresma 2022 transformemos nuestro estilo de vida", manifestó el arzobispo de Morelia. Por su parte, Cristian Ortiz Gómez, integrante de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Morelia, insistió en las actividades que se esperan para próximas fechas. Cuantificó y expuso los datos duros que revelan la importancia de la Cuaresma y la Semana Santa para las actividades del estado. "Nos organizamos en 242 parroquias y en todas hay un párroco, una comunidad en donde viven esta semana empezando ya con la Cuaresma. Para entender la magnitud de la Cuaresma, en la Arquidiócesis de Morelia somos 2 millones 841 mil habitantes, de los cuales el 90 por ciento son católicos”, manifestó el integrante de la Pastoral Social. Toritos de petate, a tope Cansados de las restricciones sanitarias que impidieron la celebración durante los últimos dos años, ciudadanos volvieron a los tradicionales toritos de petate desde la celebración del Martes de Carnaval tanto en la ciudad de Morelia como en Tarímbaro y Copándaro. Colonias como la Obrera, Jacarandas, Vasco de Quiroga y la Soledad concentraron a cientos de personas que aprovecharon la relajación de las medidas sanitarias para salir a “seguir al toro” en compañía de amigos y familiares. Los videos documentados a través de las redes sociales de La Voz de Michoacán dieron cuenta de la afluencia de personas a los tradicionales toritos, mismo que evocó a los periodos previos a la contingencia sanitaria por el COVID-19.
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