Jorge A. Amaral Cuando vi que en redes sociales empezaban a circular pantallazos de un supuesto comunicado del gobierno pensé que era falso, que las imágenes habían sido editadas, sobre todo por el lenguaje utilizado en una plataforma del gobierno federal, en una postura de la administración y en respuesta a un ente de la envergadura del Parlamento Europeo. Ante la duda, fui a la página oficial del gobierno, en el área de prensa, y al dar clic en el link “Comunicado del gobierno de la República al Parlamento Europeo”, constaté que era real. Antes de seguir platicando, recapitulemos un poco: el jueves, la eurocámara emitió una resolución en la que llama al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a garantizar el respeto y la seguridad a activistas, defensores de derechos humanos y periodistas. Además, los eurodiputados criticaron la actitud del presidente, quien un día sí y otro también critica a periodistas que hablan o escriben mal de él, a quienes señala en su conferencia mañanera para marcar la agenda del día, o lo que es lo mismo, los menciona en la mañanera para que, durante todo el día, los seguidores del presidente ataquen a tal o cual personaje. El señalamiento de los eurodiputados se debe a que desde el año 2000 a la fecha, Artículo 19, por ejemplo, tiene documentados 150 periodistas asesinados en México, y esos homicidios están relacionados con la labor profesional de las víctimas. De ellos, 138 son varones y 12 son mujeres. De ese cúmulo de víctimas, 47 murieron durante la administración de Enrique Peña Nieto y por lo menos 30 van en lo que se lleva del gobierno de López Obrador. Esa situación hace que organismos internacionales consideren a México como el país más mortífero para la prensa sin estar oficialmente en estado de guerra, como Medio Oriente o ahora Ucrania. Bueno, ese es el antecedente, porque ya el jueves en la noche, el gobierno de México emitió un visceral, iracundo y apasionado comunicado en respuesta a los eurodiputados, a quienes llama “borregos” por “sumarse”, según el gobierno, a la “estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación, impulsada por millones de mexicanos para enfrentar la monstruosa desigualdad y la violencia heredada por la política económica neoliberal que durante 36 años se impuso en nuestro país”. En ese primer párrafo tenemos el sello de la casa: atacar a los malvados reaccionarios, el maldito neoliberalismo, y la culpa a los gobiernos anteriores, aunque de este ya vayan 3 años. En el siguiente párrafo se sigue con ese discurso doctrinario que usa una visión de la historia de México para la alienación, claro, no sin el tono retador para alentar al odio: “Sepan diputados europeos, que México ha dejado de ser tierra de conquista y, como en muy pocas ocasiones en su historia, se están haciendo valer los principios libertarios de igualdad y democracia”. Para de ahí pasar a resaltar las supuestas virtudes de este gobierno, que sí es bueno, no como los anteriores: “Aquí no se reprime a nadie, se respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas”, aunque se les ataque y señale constantemente para desacreditarlos. “El Estado no viola los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores, cuando ustedes, por cierto, guardaron silencio cómplice”... de todo ese odio es capaz el gobierno. Sobre ese silencio, cabe recordar que el Parlamento Europeo criticó duramente el proceder del gobierno de Enrique Peña Nieto por los hechos de Ayotzinapa. Y ahora viene un párrafo que pareciera haber sido escrito por cualquier tío morenista, de esos que a la menor provocación resaltan el alto “honor” que es “estar con Obrador”, “lujo de presidente” y demás mantras: “Si estuviésemos en la situación que ustedes describen en su panfleto”, a eso se reduce una resolución, “nuestro presidente no sería respaldado por el 66 por ciento de los ciudadanos, como lo publicó ayer la encuesta de la empresa Morning Consult que lo coloca en segundo lugar entre los principales mandatarios del mundo. Dicho sea de paso, con más aprobación que los gobernantes europeos”, será porque en México sólo se consulta a quien conviene ser consultado. Y luego viene el puñetazo en la mesa: “Para la próxima, infórmense y lean bien las resoluciones que les presentan antes de emitir su voto. Y no olviden que ya no somos colonia de nadie. México es un país libre, independiente y soberano”, y el remate es digno de cualquier fanático de este gobierno: “Evolucionen, dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones. Ustedes no son el gobierno mundial y no olviden lo que decía ese gigante de las Américas, el presidente Benito Juárez: ‘Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’”. Qué mejor que evocar a una figura como Benito Juárez, jamás se me hubiera ocurrido recurrir al Benemérito para terminar de noquear discursivamente a los eurodiputados conservadores y neoliberales que solo quieren frenar la transformación de México. Qué bueno que cerraron el comunicado de esa forma, porque si yo lo hubiera hecho con tal nivel de enojo, a lo mejor hubiera usado alguna cita como “el Estado soy yo” o algo por el estilo. Bueno, cuando leí eso, como le digo, tuve que constatar que no fuera edición de imágenes y fui a la página para leerlo. Mi primera reacción fue de pena ajena, porque el tipo de redacción refleja enojo, sí, pero también falta de seso para entender que existe algo llamado diplomacia, de la cual dependen relaciones comerciales, inversiones, empleos y hasta temas migratorios. Al leer esa jalada de pelos pensé “si yo fuera Jesús Ramírez, en este momento ya estaría marcándole al que escribió eso para echarlo a patadas”, “si yo fuera AMLO ya tendría en el potro a Jesús Ramírez para que me explique esa idiotez”. Pero, oh sorpresa en la mañana del viernes, al leer que AMLO no sólo defendió ese bodrio de comunicado, sino que fue él mismo, con su vocero Jesús Ramírez, quien escribió semejante imbecilidad, que usted puede consultar en esta liga: https://bit.ly/3CC4MvB. El que no haya consultado con su secretario de Relaciones Exteriores sobre cómo responder al Parlamento Europeo, el que en el camino a Chiapas se haya puesto es escribir una respuesta más a título personal que como jefe de Estado, sólo denota una cosa: Andrés Manuel López Obrador gobierna con el bajo vientre, sus decisiones provienen de los intestinos, y por eso la hiel contra sus enemigos, por eso enfrenta a los detractores en lugar de enfrentar los problemas que le abonan a las críticas. Neoliberales por doquier Lo vivido este martes 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, refleja las prioridades gubernamentales. Por un lado, se ponen vallas metálicas en Palacio de Gobierno, se cubre el edificio con malla, se apostan granaderos y se colocan francotiradores para que disparen a discreción balas de gotcha y hasta canicas contra los manifestantes, pero el edificio se ilumina con luces moradas. Eso es doble discurso. El haber equiparado las manifestaciones feministas con la salvajada ocurrida en el estadio de Querétaro al tiempo que dice que respeta las protestas obedece al mismo doble discurso. Pero esto no es cosa del gobierno estatal, es algo que ya viene desde la Ciudad de México, pues hay que recordar que el presidente señaló, como es su visceral costumbre, que las feministas pertenecen a grupos neoliberales. Pero no sólo ellas, pues bajo la óptica morenista, todo lo malo es producto del neoliberalismo conservador de sexenios pasados. Lo sucedido en Querétaro, los elevados niveles de narcoviolencia, las protestas, las críticas… todo ello proviene de grupos conservadores. Es cuando uno, también con el hígado en la mano, se pregunta cuándo jijos el gobierno se hará responsable de sus fallas, cuándo López Obrador y correligionarios dejarán de culpar al pasado y comenzarán a asumir lo que a ellos como autoridades les toca. Es por eso que uno cada vez más se convence de que este será un sexenio perdido, porque si bien se están haciendo algunas cosas por salir adelante, lo cierto es que ante los grandes problemas la salida tangencial es culpar al pasado, no arreglar el presente ni mucho menos cambiar el futuro. Sucesos como los de San José de Gracia el 27 de febrero o los de Nuevo San Juan este jueves 10 de marzo, el desplazamiento de miles de personas en distintos puntos por miedo a la violencia, la impunidad con que los cárteles se dan con todo y se llevan a la sociedad entre las patas, sólo reflejan que eso de que se está atacando a la violencia desde sus causas no está siendo suficiente, que esa “estrategia” no está funcionando, que si se quiere frenar la narcoviolencia el gobierno debe ser más contundente, porque los narcos el único corazón que tocan es el de sus adversarios, como se aprecia literalmente en un video captado esta semana en Nuevo San juan, donde 5 personas fueron brutalmente asesinadas y al menos una de ellas, descuartizada. Y es que pareciera que no, pero este gobierno es implacable contra los detractores, a quienes echa a andar a toda la feligresía para hacer auténticos linchamientos mediáticos, pero contra los criminales que tanto afectan al país no hace nada. Por eso el enojo y rabia de las mujeres, porque no se les hace justicia, no se les brinda seguridad. Carajo, si así como cuidan un condenado edificio o así como brindan seguridad a los depredadores ambientales del aguacate cuidaran a la sociedad, sobre todo a los más vulnerables, no habría estos niveles de encono y rabia hacia un gobierno insensible e incompetente ante los embates de la delincuencia y el dolor de las víctimas. Si así como se muestran rabiosos para contestar a los eurodiputados y exhibir en la mañanera a periodistas, comunicadores o influencers, arremetieran contra la delincuencia, quizá México no sería como en las portadas de las revistas de los testigos de Jehová, pero al menos no habría alertas de viaje en otros países, por lo menos usted o yo podríamos salir con la certeza de que no hay nada que temer si una camioneta con vidrios polarizados se nos empareja, o la seguridad de que no seremos abordados por militares con tenis. Si tan sólo el morenismo, tanto gubernamental como legislativo, dejara de perder el tiempo en nimiedades, otro gallo nos cantaría. Es cuánto.