Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Se mantiene a la baja producción de aguacate en Michoacán durante el presente año y para febrero la caída ya es de 19.1 porciento, de acuerdo con los datos presentados por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). El reporte coincide con la reciente visita del embajador norteamericano, Ken Salazar, a Uruapan, quien visitó la Casa APEAM, empacadoras locales y tuvo un encuentro con las autoridades estatales en donde dejó en claro que todavía falta mucho por hacer en el tema de la producción del llamado ‘oro verde’. De acuerdo con los datos del SIAP, en Michoacán se concretaron 308 mil toneladas durante enero y febrero de 2022, comparadas con las 381 mil que se lograron en el mismo periodo del año pasado. Actualmente el rendimiento es de apenas 1.82 toneladas por hectárea. Jalisco, entidad que también estaría exportando aguacate para los meses de mayo y junio, totalizó 37 mil 102 toneladas durante el primer bimestre, lo que corresponde a un incremento del 15 por ciento en comparación con el mismo periodo del último año. Con estas cifras y pese a la caída notable en la producción, Michoacán aglutina el 87 por ciento del total de este fruto, cuyo principal destino es Estados Unidos, país ávido de guacamole cuya próxima gran fecha de consumo es la festividad mexicana del 5 de mayo. El mismo Servicio de Información detalla que para este año la entidad le “trepó” varias hectáreas más al cultivo legal del aguacate, que pasó de 175 mil a 183 mil 385 hectáreas. COMPROMISO AMBIENTAL Sobre el tema del terreno dedicado a los cultivos y el impacto ambiental, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla sostuvo una reunión con representantes de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de México (APEAM) en donde destacó que, si bien el tema de la seguridad de toda la cadena productiva era preponderante, también lo era el tema ecológico. “El cuidado al medioambiente será determinante para el futuro de la industria aguacatera en Michoacán”, dijo el mandatario quien reiteró el exhorto a prácticas más amigables y mejorar el aprovechamiento por hectárea en lugar de simplemente aumentar el área de cultivo. Recordó que el diseño de políticas públicas para dar marcha atrás los catastróficos efectos ambientales de la agroindustria ya son tema prioritario en la agenda2030 de la ONU, con la cual está alineada la administración del Gobierno estatal, “y por ello ya se está desarrollando un programa y acciones con los propios productores y exportadores”. Ramírez Bedolla recalcó que es urgente y real la necesidad que plantean especialistas y las propias autoridades sobre revertirlos efectos negativos que la industria del aguacate genera en el ecosistema local. Bajo este orden de ideas confío en el compromiso que han manifestado en épocas recientes los representantes de la APEAM, “también están involucrados y comprometidos en mejorar sus procesos de calidad, como quedó demostrado el pasado mes cuando se logró reactivar el programa de exportación de aguacate a Estados Unidos”. El año pasado la industria generó 3 mil 100 millones de dólares, además de 100 mil empleos por lo que se ha vuelto un negocio muy lucrativo en el que, sin embargo, no se ha hecho lo necesario en materia ambiental. En años pasados la APEAM ha encabezado campañas de reforestación que no cubre más del0.1 por ciento de las zonas empleadas como terrenos lícitos de cultivo, a lo que se suman problemáticas como hoyas y un enorme consumo de agua que terminan por “chupar” el líquido.